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Peligro

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Peligro.

La isla esme ubicada en Brasil era igual de hermosa que la isla Evangeline, otro regalo de bodas de parte de Esme y Carlisle.

Una señora de edad junto a su esposo me miraban de manera extraña y de reojo miraba mi vientre, luego de que ellos hablaran con Edward en portugués,  entré a la cocina de la casa y me preparé un batido de fresas, mi esposo llegó a mi lado para besarme la frente y sonreír, Jake veía televisión en la sala, el viaje duró un día por lo que sólo nos quedaban 5 días en la isla, Edward insistía en que nos quedaríamos más tiempo pero yo me negaba, extrañaba a mamá y a papá, a mis amigos y a la manada, quería regresar a Forks.

Edward se encontraba cazando y yo tenía náuseas el yogurt que había comido no me había sentado bien corrí al baño para vomitar el yogurt con bananas que hace 2 minutos había comido y me hizo mal.

Mire mi rostro estaba pálido con leves ojeras debajo de ellos, moje mi cara para luego secarla, salí del baño y me acosté en la cama para luego ver una película Edward tardaría, puesto que había salido hace media hora a casar, la escena de la película estaba en que la protagonista estaba en un consultorio por un atraso en su periodo menstrual, embarazada a los 17 y con pensamientos de abortar el bebé.

Pause la película y corrí nuevamente a mirar el calendario, era 08 de enero, había pasado un mes desde la primera vez que me acosté con Edward, un mes en el cual el periodo menstrual no me había llegado, mi corazón comenzó a latir con fuerza y rapidez, ¿Sería posible?

No sabía si contarle a Edward, no sabía cuál sería su reacción, me senté en la cama y respire profundo, vamos, que habían muchas posibilidades de que el bebé saliera híbrido, la vampiras con el brujo lo habían dicho hace un año, un niño vampiro, Edward no lo aceptaría,o quizás sí, en estos momentos me encontraba en total colapso mental, mi vientre no era visible, cabía la pequeña posibilidad de que fuera un embarazo normal, como cualquier otro.

- ¿Pasa algo?.- Salte de la cama por el susto y reí nerviosa.

- No nada cariño, está todo bien.- Bloquee mi mente para que Edward no pudiera escuchar mis pensamientos.

- ¿Por que hiciste eso?.- Se comenzó a acercar a mi y yo corrí a otra esquina de la habitación.

- ¡Nada!, yo iré al baño, ya sabes, cosas de humanos.-

Estuve encerrada por media hora en el baño, no sabía si salir pero tenía que enfrentar a Edward, a fin de cuentas era el padre, y debía saberlo, pero no hoy.

- ¿Eva qué pasa?.-  La voz de mi esposo se escuchaba afligida.

- Nada, ahora salgo.-

Me puse de pie y me miré en el espejo levanté mi polera y comencé a observar mi vientre, frunci el ceño cuando lo note un poco más grande, claramente hace días no estaba así, se notaba como un vientre normal de una persona que estaba inflamada por comer mucho, pero incluso hasta hace unas horas mi vientre seguía normal, mi corazón nuevamente comenzó a latir con fuerzas pero traté de calmarme al escuchar como Edward golpeaba la puerta .

- Ya salí, ya salí, ¿tanto me extrañas?.- Le regale una sonrisa a Edward, y luego lo bese, el gustoso me correspondió aquel beso.

- Te extraño a cada segundo.- Mi sonrisa de enamorada se asomó por mi rostro.

- Te amo cariño. - Llene su cara de pequeños besos y el reía por aquello.

Estábamos viendo la luna sentados en la arena, mi cabeza estaba en el hombro de Edward, el silencio nos daba tiempo para disfrutar de la compañía del otro, imágenes de Edward junto a un niño pasaban por mi cabeza, los tres como una familia, riendo y siendo felices, era una imagen agradable, que me sacaba una sonrisa, aún no era seguro si estaba embarazada, mi vientre estaba hinchado pero podía ser por cualquier cosa, sin embargo la imagen de una familia junto a Edward me ponía feliz.

Escuchamos que el teléfono de Edward sonaba en la habitación, el se levantó y corrió a la casa con velocidad rápida mientras yo esperaba sentada, agudice mi oído para escuchar mejor y poder saber que pasaba, Edward ya había contestado, Carlisle era el que había llamado, al escuchar lo que dijo me levanté bruscamente de mi lugar y lágrimas comenzaron a caer de mi rostro, aquello no podía ser cierto, me negaba a creerlo.

Alice había muerto.

Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora