Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|

46.

Despedidas y abrazos.

Termine de vestir a mis niños abrigados, hoy era un día frío y ellos a comparación de mi si lo sentían, no como los humanos pero prefería ser precavida, Edward tomo a Edeline en sus brazos y Leah corrió a Anthony el feliz se acomodó en sus brazos, por otro lado Rosmee se quedó conmigo, Jacob andaba con la los otros lobos cuidando el terreno y Alec con los Ángeles guardianes también revisando por los aires si todo estaba bien, hoy era el día, ellos llegarían quizás a destruir mi felicidad, nadie sabía lo que pasaría, el plan de los Vulturis era claro, esperaron 4 años para que nosotros nos encargaremos de los supuestos niños convertidos para que con su llegada el clan Cullen quedará destruido.

El no contaba que los niños no eran convertidos, en estos momentos solo tenía en mente asesinar a Isabella Swan, por todo el mal que provocó, toda la felicidad que me arrebató y posiblemente me arrebate en unas cuantas horas más, en la sala estaban todos reunidos, mamá y papá, acompañando a Carlisle y Esmee, los cuales explicaban lo que haríamos en caso de que ellos atacaran primero, estábamos unidos, y aquello me dejaba un poco más tranquila, Jasper estaba un poco aislado, sin tener su don podía sentir sus emociones, todos las sentíamos, tristeza y miedo, en 8 años el había creado un vínculo muy fuerte con Rosmee, en momentos ocacionaba peleas por los celos de Jacob, pero Jasper solo veía a Rosmee como la hija que jamás pudo tener, el vivo retrato de Alice, Rosmee en personalidad era igual a mi querida amiga, su caminar era como el de un duendecillo, era alegre la mayor parte del día, era una Alice en versión infantil, y sabía que mi hija estaba protegida al tener a Jasper como tío.

Edward se acercó a mi lado, en sus brazos afirmaba a Thony el cual descansaba su cabeza en el cuello de su padre, mi esposo me trató de dar una sonrisa la cual salió más como una mueca, ni a él como a mi nos agradaba esta situación.

- Si logramos salir de esta casas  conmigo nuevamente.- Mi mirada se dirigió a él con sorpresa, aquello lo solía decir pero ahora se escuchaba tan serio.

- Aceptaría una y mil veces casarme contigo cariño.- Mi mano viajó a su cara, el frío de su piel para mi era tan reconfortante, sin duda amaba a Edward con mi vida.

- He estado pensando estas últimas horas en lo agradable que fue conocerte, no se que hubiera sido de mi vida si tu no hubieses pensado en instalarte en Forks.- Sonreí con ternura al escuchar salir esas palabras de su boca.