Inmortal | Edward Cullen. |TERMINADA|

15.

Eternos.

Abrí mis ojos y el dolor de cabeza me invadió, era doloroso, solté un quejido y todo el clan Cullen estuvo a mi lado en apenas un segundo, la mirada de cada uno era de preocupación, Edward quizo acercarse a mi pero mi madre se lo negó.

- ¿Que a pasado?. - Logré sentarme en la cama y recoste mi cabeza en la almohada para calmar un poco el dolor.

- Aún no sabemos con exactitud que es lo que pasa, llamamos a Katherine y Jason para que nos ayudaran, ellos ya venian aquí para ver tu proceso de adaptación con tus dones. - Carlisle hablo y me dio una sonrisa calida.

-Mamá, ¿donde esta Alec? - Al nombrar al chico Edward gruño y salió rápido de la habitación, ¿Y a este que bicho le pico?.

- Le dijimos que se fuera cariño, ya han pasado dos días desde que has estado inconsiente. - Mi madre se acerco a mi y me abrazo. - Pensé que te perdía mi amor. - Por obvias razones ella no podia llorar pero se aferro tanto a mi que pude sentir su dolor.

- No nos hagas más esto pulga, nos asustaste a todos. - Emmett se unió al abrazo y yo sonreí complacida, era bueno el calor de familia.

- Te prepare un té con galletas para que te mejores cielo. - Esme me acaricio el cabello y salió de la habitación junto a Carlisle dandome una sonrisa.

- Es bueno tenerte en casa denuevo Eva, te extrañaba. - Alice dio saltitos en su lugar y Jasper solo asintió dandole la razón a su esposa.

- Los extrañe a todos igual. -

Las cuatro personas salieron de la habitación que supuse que era la de mamá y Emmett antes de que se fueran a vivir conmigo a la casa que construyó Esme, me había sorprendido el enterarme de que había estado dos días inconsiente, pero aún quedaba con la duda de el porque me había pasado todo eso.

- ¿Te sientes mejor? - Mi vista viajo hacia la puerta y ahí se encontraba Edward.

- Si, con el té y galletas de Esme me recuperare mas rápido, ella hace cosas mágicas. - No tenía ganas de discutir, y la verdad a pesar de todo necesitaba su compañía, me traía calma.

- Pense que te perdía para siempre Eva, sentí el terror de no ver nunca más tu rostro. - Cerre mis ojos con un poco de dolor por sus palabras.

- Ya me perdiste Edward, con tu elección me perdiste. - Hable con calma, no quería alterarme.

- No digas eso por favor. - Me miro con dolor en sus ojos y mi corazón se rompió mas de lo que ya estaba.

- No puedo mentir Edward, tus acciones dicen lo contrario de lo que dices, si tan solo dejarás de comportarte como un adolescente hormonal podría comprender tus verdaderos sentimientos, pero la verdad aquí es que tu no sabes lo que quieres. - Me tome el atrevimiento de acariciarle la cara y luego alejar mi mano, extrañaba todo de el.

- Te quiero a ti, te amo a ti Eva. - El se acerco mas a mi tomando mis manos, sentí su tacto frío pero no me molesto, siempre sentí agradable su cercanía.

- Dile eso a Isabella, ¿No te das cuenta de que ella solo desea la inmortalidad? Ella no te ama, ella ama la inmortalidad que le puedes dar. - Lo mire directamente a los ojos a la par que me separaba de el y le daba la espalda para cerrar mis ojos y pretender dormir.

Lo escuche suspirar pasaron unos minutos y el se levanto de su lugar, mis ojos se mantenían cerrados y sentí unos labios besando mi frente, mi corazón comenzo a dar latidos como loco y el abandono la habitación, amaba a Edward con todas mis fuerzas, y no sabía si lo podría dejar de hacer un día, el era mi primer y verdadero amor, era ese amor que a pesar de ser corto te marcaba en cada zona de tu ser, no podía olvidarlo facilmente, cada acto que hacía me recordaba a el, lugar al que iba me acordaba de el y las risas que compartía junto a el, y a pesar de sonar muy masoquista, si el dejaba a Isabella y regresaba a mi, estaría dispuesta a perdonarlo y ser feliz nuevamente con el, por que había algo que me diferenciaba a Isabella, y era que ella amaba los privilegios que podia tener su inmortalidad, pero yo amaba a Edward y la inmortalidad para pasarla junto a el, creando nuevos recuerdos para contar a una posible familia, ella no lo amaba, sin embargo yo podía asegurar que amaba a Edward Cullen con todas mis fuerzas.

- Ellos vendran por ti, la primera oja caída del año y ellos pisaran esta tierra para destruirte a ti y a ellos. -

Una mujer de cabellos rojizos con mi mismo rostro estaba frente a mi, Venus Forest estaba de pie al lado de la ventana, llevaba un vestido blanco algo transparente, su cabello se movía por el viento, ella hizo un gesto de silencio con su dedo y se lanzo por la ventana. ¿Acaso ella no estaba muerta.?