Capítulo 25.

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Alissa.

El dulce olor a waffles me despertaba. No tardé en ponerme mis pantuflas de conejo y bajé las escaleras.

Mi madre, del otro lado de la isla me daba los buenos dias y terminaba de hacer el desayuno. Servía dos platos con waffles y fruta a un lado, acompañado por una taza de café.

Esto es vida.

Mientras desayunábamos veía algo nerviosa a mamá. Es raro verla así.

- mamá, pasa algo?.- cuestionaba algo sería.

- no cariño, porque?.- me regalaba una sonrisa.

- no se, te veo algo nerviosa.- tomaba un sorbo de mi café con leche.

- Estee.. nooo... Bueno.- guardaba silencio por un rato.

Su silencio me inquietaba.

- mamá??.- levantaba una ceja.

- estoy saliendo con alguien.- soltaba un gran suspiro.

Me alegra mucho que mi mamá este rehaciendo su vida después de mucho tiempo. Quiero gritar, abrazarla y desearle todo lo mejor. Pero mi cuerpo no reacciona.

- Woow!!!!!.- es lo único que salía mi boca.

- solo eso me dirás?.- mi madre evitaba mi mirada.

- no, no, mamá. Tranquila estoy feliz por ti, solo me quedé en shock.- decía abrazándola.

- pensé que te molestaría.- movía sus manos.

- no mamá, eso jamás va a suceder. Tú te mereces lo mejor y si estás feliz con él. Yo también lo estaré. Te amo.

- gracias hija. No sabes lo preocupada que estaba. Gracias por apoyarme.- me regalaba un beso.

- mejor cuéntame de él.- decía retomando mi desayuno.

- pues nos conocimos de la manera menos inesperada.- suspiraba.

- como?.- mordia un pedazo de sandía.

- chocamos!!! 

- ¿como? Osea se toparon cuando caminaban?.- la miraba confundida.

- no hija. El choco mi carro. Yo me baje eufórica y discutimos. A los pocos días nos volvimos a topar, en el café donde siempre llego. Y volvimos a pelear, pero está vez por el café. Se quería robar mi vaso.- reía.- bueno, el se disculpó al ver que era mi café. Y esa plática se prolongó por 2 horas. Intercambiamos números y seguimos en contacto.- veía mi cara de asombro.

- Alissa no dirás nada.- mi madre me miraba fijamente.

No podía hablar, si decía algo iba a estallar en risa.

Y así fue.

Al momento de hablar, me dio un ataque de risa. Que hizo que escupiera mi café.

- Alissa, que asco.- gritaba mi madre.

- peerd..on.- volví a a reir.

- Alissa, para de reírte ya!.- ordenaba mi madre esta vez con una voz más seria.

- perdón mamá, es una historia increíble. Ya se que contaré en las cenas de navidad.- reía de nuevo.- espero conocerlo pronto.

- claro que sí, solo no quiero apresurar las cosas.- me regalaba una enorme sonrisa.

Terminamos el desayuno y me dirigí a mí habitación. Alce mi cama y luego entre a la ducha. Hoy no saldría, así que me pondría algo cómodo. Busque unos pants color rosa palo y una blusa básica del mismo color. Y unos tenis blancos.

¿Porque a mí?     ¡¡¡EDITANDO!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora