Alissa.
El dulce olor a waffles me despertaba. No tardé en ponerme mis pantuflas de conejo y bajé las escaleras.
Mi madre, del otro lado de la isla me daba los buenos dias y terminaba de hacer el desayuno. Servía dos platos con waffles y fruta a un lado, acompañado por una taza de café.
Esto es vida.
Mientras desayunábamos veía algo nerviosa a mamá. Es raro verla así.
- mamá, pasa algo?.- cuestionaba algo sería.
- no cariño, porque?.- me regalaba una sonrisa.
- no se, te veo algo nerviosa.- tomaba un sorbo de mi café con leche.
- Estee.. nooo... Bueno.- guardaba silencio por un rato.
Su silencio me inquietaba.
- mamá??.- levantaba una ceja.
- estoy saliendo con alguien.- soltaba un gran suspiro.
Me alegra mucho que mi mamá este rehaciendo su vida después de mucho tiempo. Quiero gritar, abrazarla y desearle todo lo mejor. Pero mi cuerpo no reacciona.
- Woow!!!!!.- es lo único que salía mi boca.
- solo eso me dirás?.- mi madre evitaba mi mirada.
- no, no, mamá. Tranquila estoy feliz por ti, solo me quedé en shock.- decía abrazándola.
- pensé que te molestaría.- movía sus manos.
- no mamá, eso jamás va a suceder. Tú te mereces lo mejor y si estás feliz con él. Yo también lo estaré. Te amo.
- gracias hija. No sabes lo preocupada que estaba. Gracias por apoyarme.- me regalaba un beso.
- mejor cuéntame de él.- decía retomando mi desayuno.
- pues nos conocimos de la manera menos inesperada.- suspiraba.
- como?.- mordia un pedazo de sandía.
- chocamos!!!
- ¿como? Osea se toparon cuando caminaban?.- la miraba confundida.
- no hija. El choco mi carro. Yo me baje eufórica y discutimos. A los pocos días nos volvimos a topar, en el café donde siempre llego. Y volvimos a pelear, pero está vez por el café. Se quería robar mi vaso.- reía.- bueno, el se disculpó al ver que era mi café. Y esa plática se prolongó por 2 horas. Intercambiamos números y seguimos en contacto.- veía mi cara de asombro.
- Alissa no dirás nada.- mi madre me miraba fijamente.
No podía hablar, si decía algo iba a estallar en risa.
Y así fue.
Al momento de hablar, me dio un ataque de risa. Que hizo que escupiera mi café.
- Alissa, que asco.- gritaba mi madre.
- peerd..on.- volví a a reir.
- Alissa, para de reírte ya!.- ordenaba mi madre esta vez con una voz más seria.
- perdón mamá, es una historia increíble. Ya se que contaré en las cenas de navidad.- reía de nuevo.- espero conocerlo pronto.
- claro que sí, solo no quiero apresurar las cosas.- me regalaba una enorme sonrisa.
Terminamos el desayuno y me dirigí a mí habitación. Alce mi cama y luego entre a la ducha. Hoy no saldría, así que me pondría algo cómodo. Busque unos pants color rosa palo y una blusa básica del mismo color. Y unos tenis blancos.
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¿Porque a mí? ¡¡¡EDITANDO!!!
Novela JuvenilDe niña, siempre pensaba que ser un adulto era lo más fácil del mundo, y hoy, a mis 19 años se que la vida no es tan fácil y es más complicada de lo que pensé, y saben, a veces pienso que la vida se ensaña conmigo y ahí es donde digo, ¿porque a mí...