Viernes, el día en el que Ochako acompañaba a Izuku hasta la estación fantasma, sería el primer día desde la promesa.
Durante el camino estuvieron hablando de cosas bastante triviales, hasta que tuvieron que bajar para llegar al lugar. Al llegar, Izuku le lanzó una bebida energética a Ochako.
-Oye Uraraka-san, necesito cambiarme así que... sería bueno que te voltearas.-Dijo Izuku calmado, pero estaba bastante rojo.
-S-si.-Respondió Ochako para darse la vuelta, pero en realidad no quería hacerlo.-¿En que demonios estoy pensando? por favor Ochako, tú no eres como Mineta.
Izuku se había colocado una playera color rojo sin mangas y se sentó cerca de la castaña, en realidad habían 2 metros de distancia, pero para él eso era estar cerca.
-Solo pasaron 2 días desde lo de la USJ, fue bastante loco ¿No crees?.-Comentó Ochako jugando con sus dedos.
-S-si, fue terrorífico, lo bueno es que nadie salió herido, sin contar a los profesores... ese día descubrí algo, y fue muy extraño.-Dijo Izuku.
-¿Que descubriste?.-Preguntó la castaña.
-Cuando Tsuyu iba a ser atacada, imagine un posible futuro donde moría frente a mí, y eso me enojó bastante, y sin pensarlo di un golpe con el 100% de mi poder, pero fue raro porque sentí electricidad en todo mi brazo, eran rayos azules y usualmente suelto solo rayos verdes, luego de dar el golpe, el villano que fue derrotado por All Might estaba paralizado en el suelo, fue breve, pero es como si lo hubiese envenenado, pero desde ese día no lo he podido usar de nuevo.-Dijo Izuku, y luego comenzó a murmurar.
-Deku-kun, estas murmurando.-Dijo Ochako sonriendo.-Bueno, intenta usarlo ahora, canaliza tus emociones, dijiste que estabas enojado ¿No?, piensa nuevamente en ello, posiblemente lo puedas hacer.
Izuku se levantó y cerró los ojos, imaginado a la liga de villanos asesinando a todos sus amigos, y también a su padre, lo imaginó siendo quemado vivo en un bosque, sin saber porque, se enojó de nuevo y sintió esa electriciad, y alzó el puño, golpeando una lata que Ochako había hecho flotar.
-Cielos Deku-kun, destrozaste esa lata.-Dijo Ochako, tomando de su bebida.-Eso fue fácil ¿No?.
-Si, fue genial.-Dijo Midoriya, mirando fijamente a Ochako, ella estaba con ropa bastante ligera, y se notaba parte de su piel, Izuku estaba muy sonrojado viendo a la castaña, que parecía estar tallada por los mismos ángeles. Y de los nervios, desapareció, literalmente.
-¿¡EH!? ¿Deku-kun? ¿Donde estás?.-Preguntó Ochako, desesperada buscando a su amigo, para chocar con algo y caer al suelo.
-E-e-e-e-estas arriba mío Uraraka-san.-Dijo Izuku, su voz se cortaba.-C-creo que moriré.
-¿Te volviste invisible? dios, eso es nuevo.-Dijo Ochako, para levantarse, luego Midoriya volvió a ser visible, pero tapándose los ojos.
-Mierda... eso fue extraño.-Dijo Izuku muy nervioso.
-¡VOCABULARIO!.-Gritó Uraraka enojada, no creía que un rollo de canela como Izuku pudiera decir groserias.
-Lo siento Uraraka-san, he estado tanto tiempo con Kacchan que aveces digo groserías sin siquiera darme cuenta.-Dijo Izuku para volver a levantarse.
-Bueno, tienes una especie de toque venenoso y ahora invisibilidad, simplemente genial, super fuerza, sexto sentido, veneno y camuflaje, eres perfecto para todo tipo de trabajo Deku-kun.-Comentó Ochako muy feliz.
Izuku estuvo entrenando junto a Ochako, pero no llegaron a nada, así que empezaron a escuchar música mientras Izuku pintaba algo en la pared.
-¿Que dibujas Deku-kun?.-Preguntó Ochako.
-A ti.-Respondió de forma directa, haciendo que la castaña se sonrojara demasiado.
-¿A-A mí?.-Preguntó Ochako, nerviosa.
-Eres importante para mi, fuiste la primera persona en hablarme con buenas intenciones y además cambiaste el significado de mi nombre, y aparte eres de las pocas personas que conocen este lugar.-Respondió el peliverde.
Era tarde, por lo que Ochako decidió volver as u hogar, Izuku seguía pintando y después de 2 hrs, había terminado su obra de arte. Se fijó de que nadie lo estuviera espiando y fue hasta una de las esquinas del lugar, donde tomó una tela.
¿Y que era esa tela? era algo especial, que por cualquier cosa del mundo, nadie debía descubrir, era un traje de héroe, tenía todo menos la máscara. Pero no era para usarlo en clases.
El aún no estaba del todo acostumbrado a sus Quirks, menos a balancearse o a usar bien sus telarañas, así que creó un traje para entrenar en las noches, e inventó un nombre... "Spider-Man".
Ya llevaba dos días así, y de todos modos lo haría nuevamente esa noche. Los días anteriores no había logrado casi nada, más que mejorar en algo su parkour.
Guardó el traje en su mochila y fue hasta su hogar, cenó junto a su madre y volvió a su cuarto, se supone que debía estar durmiendo, pero se colocó el traje y salió por su ventana.
Se balanceó como pudo y subió a la cima del edifico mas alto, donde se sentó en una orilla.
Flashback.
Izuku estaba en su escritorio, haciendo muchísimos dibujos de un traje nuevo que quería usar para entrenar de forma secreta. Todo eso mientras comía algunas frituras.
Fin del flashback.
Izuku se colocó una capucha y un bozal, para que nadie le viera la cara. Estaba bastante relajado, mirando directamente al suelo, con un poco de temor hacía las alturas.
"Eres un campeón Hijo"
"Lo siento Izuku... lo siento"
"¿Como puedes siquiera pararte en el mismo sitio que yo?"
"¿Cuando sabré que estoy listo?"....
"No lo sabrás... es solo eso, Joven Midoriya, un salto de fé"
Izuku activó el 5% del One For All y decidió saltar, dando una vuelta para mirar justo al cielo, respiraba de forma bastante agitada, esperó hasta estar cerca del suelo y lanzó una telaraña que se pegó al edificio y comenzó a balancearse.
Llegó hasta las calles, saltaba entre los autos y camiones mientras se balanceaba por los edificios, dejo todos sus miedos y se estaba emocionando, All Might tenía razón, uno nunca estará listo si no da un salto de fé antes.
-¡WOOOOOOO!.-Gritaba Midoriya mientras saltaba entre los edificios.
Luego llegó hasta la azotea de otro edificio donde se quitó el bozal para respirar mejor, y dio una gran sonrisa.
-Un gran salto de fé.....
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Un gran poder, Una gran responsabilidad.
FanfictionNo todos nacen con igualdad, eso es algo que Midoriya Izuku entendió a sus 4 años de edad. Ser un quirkless en un mundo donde el 80% de la población mundial tiene uno, es difícil. El mundo de Midoriya cambia con una pequeña mordida. -Izuku sigue...