Desperté porque alguien llamaba a mi puerta, abrí despacio mis ojos, todo estaba oscuro, era evidente que ya era de noche, me levanté perezosamente de mi cama y abrí la puerta, era mi madre quien llamaba.
—Buenas noches, ¿estás bien?
—Sí, sólo estaba cansada.
—Cambiate y vamos por algo de cenar.
—Está bien.
Cerré mi puerta y me cambié de ropa, me puse algo cómodo y salí para ir a cenar algo con mi madre, ella no dejó de observarme.
—¿No es lo adecuado?, ¿debo cambiarme?
—No, no es nada, vamos a cenar.
Mi madre me llevó a cenar hamburguesas, quería algo cerca de la casa ya que tenía que trabajar nuevamente en algo. Comí demasiado y mi estómago comenzó a doler, ahora tenía el pretexto perfecto para no ir a la escuela.
Me acosté a dormir, sentí que el dolor se volvía fuerte, pero cómo concilié el sueño terminé por olvidarlo. Desperté a las nueve de la mañana, gracias al cielo mi madre se había ido a trabajar, desayune algo ligero y me dispuse a ver televisión, no había buena programación a esa hora, pero podía soportarlo, después de un rato me aburrí y me dispuse a leer el libro que había dejado a la mitad, justo en ese momento me acordé de los libros que me recomendó Adam, los busqué en internet y encontré los PDF, comencé a leerlos y eran tan adictivos que no me fijé en la hora.
—¿Sarah? —Me llamó mi madre desde la planta baja.
Medio arregle mi ropa y me hice una coleta rápido, esperaba que no se diera cuenta que no había ido a la escuela.
—Hola mamá, llegaste temprano.
—Así es, ¿quieres comer algo?
—¿Preparo sincronizadas?
—Sí, en lo que yo me pongo la pijama.
Mientras preparaba de cenar me imaginé a Travis, él era perfecto, a pesar de sus errores, él amaba demasiado a Paloma, yo anhelaba un amor así, bueno sin lo negativo. Me quedé tan pensativa que la sincronizada se quemó.
—Mierda.
—Sarah, cuida tu lenguaje.
—Lo siento mamá.
—¿En qué estás pensando?
—En un libro que estaba leyendo.
Después de eso cambié de tema para que mi madre me contara de su día y así evitar que la atención se centrara en mí. Ella me observaba, pero no me decía nada, tal vez se había dado cuenta y quería que yo le dijera las cosas, eso no iba a suceder, no ahora.
Terminamos de cenar y me quedé a lavar los trastes en lo que ella se ponía a revisar un caso de su trabajo, me sorprendía que mi madre todo el día estuviera trabajando, pero lo más sorprendente de eso es que estaba llegando temprano a casa y la veía más seguido. No era malo, pero si era extraño, me despedí de ella y subí a mi habitación, revisé las notificaciones de mi teléfono y vi que tenía bastantes mensajes de Adam, no quería responder ni hablar con él todavía.
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Había faltado dos semanas a la escuela, gracias al cielo mi madre no se dio cuenta, y si lo hizo no me dijo nada del tema. Cuando me presenté sentí varias miradas sobre mí, lo cual no era nada normal, lo dejé pasar y me senté en mi lugar, diez minutos más tarde Adam llegó, me vio y sentí que mi mundo iba a colapsar, tal vez debí quedarme en mi casa.
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¿Sólo yo?
Teen FictionYo no soy la típica chica de buen cuerpo o con las proporciones adecuadas y deseadas por muchos, yo soy una chica con imperfecciones, un poco de sobrepeso, tímida y un tanto antisocial, pero así es la realidad, nadie es como en los libros. No tengo...