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Narra Christian

Estaba descansando en mi casa, pero a mi bendito hermano se le ocurrió llegar de imprevisto, mi esposa últimamente andaba como loca, quería controlar todo, así que sería una forma de escapar.

—Ya te dije que sólo vamos a cenar, regresaré temprano, no le voy a cancelar.

—Cuñada, por favor, te traeré a mi hermano, además no tienes nada de qué preocuparte.

—Tú la llevaste a mi boda.

—Pero ya se fue, se esfumó de la vida de todos, así que tranquila, sólo iremos a cenar y lo regreso.

Salimos de la casa, por fin podía liberarme de su posesividad, mi hermano iba demasiado callado, pero eso sólo significaba una cosa, traía algo entre manos y no auguraba nada bueno, decidimos ir a un restaurante lo bastante lejos de mi casa, ya que quería poner bastante distancia.

—¿Qué sucede?, después de mi boda, desaparecieron y no tuve noticias, ahora apareces para cenar, ¿qué quieres?

—Nada malo, sólo te traigo noticias, y son muy buenas, te vas a alegrar hermanito.

—Por favor Adam, tú no traes nada bueno, llevaste a Sarah a mi boda, la arruinaron, jodieron mi vida, no puedo divorciarme.

—¿Te castrara por divorciarte o qué?

—No, pero después firmamos un convenio, el matrimonio se disolverá hasta que hayan pasado mínimo dos años, para lo cual falta año y medio, pero por la iglesia, seguiremos casados.

—¿A quién se le ocurre casarse por la iglesia?

—Fue idea de ella, yo no organicé nada, Sarah llegó cuando estaban los preparativos, así que me desatendí de eso.

—Tenías que ser idiota.

—No vine a que me insultes, ¿qué es lo importante?

—Bueno, anduve viajando, porque después de tu boda, Sarah tampoco me quiso ver, desapareció de mi vida, con su papá y su hermano.

—¿Cuál hermano?

—El tipo con el que vino.

Mi hermano sacó su celular y me enseñó el Instagram de Sarah, tenía fotos que no había visto porque me tenía bloqueado, pero el tipo con el que salía en todas las fotos no era su pareja ni nada por el estilo, era su jodido hermano, así que por eso ella estaba segura de que no habría problemas de que él nos viera.

—Ah, ¿cómo sabes que son hermanos?

—Me lo dijeron, pero eso no es lo importante ni el tema central de mi charla.

—Entonces, ¿qué es?

—Bueno, el punto es que durante mi viaje me volví a encontrar con ella, pero no pude hablarle porque estaba con alguien.

—¿Y? —Respondí bastante fastidiado, mi hermano le estaba dando muchas vueltas a la situación, que viajó, que la vio, mucho verbo, pero nada de acción.

—Está embarazada.

Le escupí mi bebida, Adam de inmediato se secó, me tomó por sorpresa lo que había mencionado, lo soltó sin contemplación, aunque quería que me dijera las cosas rápido, no quería que ese tipo de noticias las dijera así.

—¿Cómo?

—¿Quieres que te explique el proceso de hacer bebés?

—No idiota, ¿qué tiempo tiene de embarazada?

¿Sólo yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora