¿Sólo yo?

20

Narra Sarah

Habían pasado cuatro meses desde que fui de la vida de mi familia y Daniel, me sentía cómoda con mi nueva vida, mi panza estaba más grande, pero mi hermano no me había visto para nada, aunque tenía contacto con él, no era lo mismo.

Había empezado a litigar un poco, me había dedicado a la materia penal, los casos no habían sido tan complicados, pero llevaban su tiempo, me sentía tan feliz por estar realizando lo que yo quería, aunque no de la forma que más deseaba. Justo hoy saliendo del juzgado me encontré con Daniel, me detuve por completo, mi respiración se había ido a otro sitio, nuestras miradas estaban al mismo nivel, se acercó corriendo a mí y me abrazó, la cercanía era tan necesaria.

Respire tan profundo su aroma que recordé la primera vez que lo conocí, me sentí fatal, me alejé de él, cuando hice eso noté que alguien venía caminando con un arma, abrí demasiado mis ojos y sentí el impacto, después escuché en forma de eco los gritos y la voz de Daniel.

—Sarah, quédate conmigo por favor.

Sentí que mis ojos se cerraban y abrían solos, estaba perdiendo el control de mi cuerpo, no comprendía lo que había pasado, yo había estado bien por cuatro meses, me encuentro casualmente con él y me lastiman. No sabía qué tiempo había pasado, pero la ambulancia había llegado, la atención estaba llegando, pronto me ayudarían, pero lo principal a mi bebé.

Desperté en un cuarto blanco, no tenía ni la menor idea del tiempo que había pasado, me dolía todo el cuerpo, recordé lo que había sucedido, me quería levantar, pero una mano me detuvo, observé un poco y era mi hermano, me sentí más tranquila al saber que él estaba ahí.

—¿Cómo está mi bebé?

—Está bien, el impacto fue en tu hombro, te atendieron los mejores y rápido, fue todo gracias a Daniel.

—Vaya, ¿les aviso de inmediato?

—Sí, nos aviso en cuanto estuvo en el hospital.

—¿Qué les dijo? ¿Atraparon a quien hizo esto?

—Sí, por lo que sé... Adam te encontró.

—¿Qué?

—¿Cómo es posible eso?, yo me oculté bastante bien, ustedes ni siquiera pudieron encontrarme, debe haber un error.

—Sarah, no lo hay, Adam te encontró y lo peor de todo es que ya no sólo corres riesgo tú.

La puerta se abrió y me asustó, pensé que alguien venía a ajustar cuentas o algo, pero sólo era Daniel, me sentí más tranquila al verlo.

—Sarah, me alegro que hayas salido bien, necesitamos hablar.

Mi hermano salió y me quedé con Daniel, era obvio que me iba a cuestionar acerca de lo que había pasado en el juzgado, estaba demasiado temerosa, él no debía enterarse de nada de eso.

—Tú padre me contó todo, ¿por qué no dijiste nada?, te hubiera protegido.

—¿Ocultándome o cómo?

—Sarah, te demostré que podía cuidarte, tú huiste de tu familia, de mí, sé que te herí y no era mi intención, pero no puedo cambiar lo que hice, ahora te suplico que vuelvas a casa...

—Yo, quisiera pedirte algo.

—Haría lo que fuera por ti.

—Quien dio la orden de matarme es hermano del papá de mi bebé, si se entera...

—Yo le daré mi apellido, me casare contigo si es necesario, todo lo que tengo lo pondré a tu disposición.

—El papeleo debe salir con fechas anteriores, no deben ser recientes, para que pueda ser creíble todo esto.