Nuestros días siguieron transcurriendo con normalidad, nuestra relación parecía más real, aunque no nos habíamos vuelto a besar, todo marchaba bien. Era como si las cosas encajaran en su sitio, como si el destino me dijera que todo va a estar bien.
Saliendo de la escuela Adam insistió en acompañarme hasta mi casa, quería que estuviera segura, caminamos hasta la parada y él tomó mi mano, sentí un hormigueo en mi estómago, estaba demasiado nerviosa. Lo observé unos segundos y él también lo hizo, me acercó un poco hacia su cuerpo, se inclinó un poco y me besó, sus labios eran demasiado suaves, me ayudó a mover los míos.
Nos quedamos por un buen rato así, cuando nos separamos agaché la mirada, Adam de inmediato llevó sus manos a mi cara, alzó mi rostro y me dio un beso en la frente.
—¿Por qué te avergüenzas?, es normal que los novios hagan esto.
—No es eso, es que no sé cómo hacerlo.
—Nadie nace sabiéndolo, la práctica y el tiempo deciden.
Tomamos el transporte y llegamos hasta mi casa, lo invité para ver una película, pero principalmente era porque no quería estar sola. Pasada una hora mi madre llegó, me sorprendió verla en casa temprano y ella se sorprendió por ver a Adam ahí.
—Buenas tardes señora, soy Adam.
—Buenas tardes, ¿ya comieron?
—Sólo chatarra, no preparamos nada, mamá.
—Bueno, pediré algo, ¿comes de todo Adam?
—Sí señora, sin problema.
Mi mamá fue a la cocina para ordenar algo de comida, Adam y yo seguimos viendo la película, pero él se levantó y fue directo a la cocina.
—¿A dónde vas?
—Con tu mamá, tengo que hablar con ella.
—¿De qué?, ¿para qué?
Como no quería enterarme de nada preferí quedarme en la sala viendo la película, pero por obvias razones no me podía concentrar. Pasado un buen rato llegó la comida, mi mamá me llamó para darme el dinero y que la recibiera, su expresión era seria, sabía que después de que Adam se fuera yo tendría problemas o al menos una charla con ella.
Los llamé para que comiéramos, me sentía rara, pero sabía que mi madre tarde o temprano se iba a enterar de mi "relación", comimos en un silencio sepulcral, no podía hablar, estaba concentrada en mi plato.
—¿Sarah?
—¿Sí?
—¿Cuándo me ibas a pedir permiso?
—¿De qué?
—Para la fiesta de mañana.
—Señora, yo no le había comentado nada a Sarah, no sabía que el permiso se pedía con anticipación, ese error fue mío.
—No hay problema, sólo que necesito que me avisen con tiempo y me digan exactamente el lugar.
Me sorprendió la reacción de mi madre, pero como no quería arruinar nada, opté por quedarme en silencio, seguí comiendo y después Adam se tuvo que marchar, lo acompañé a la parada del transporte, nos quedamos sentados esperando.
—¿Por qué no me dijiste nada de la fiesta?
—Sabía que te negarías, así que la mejor opción era decirle a tu madre.
—¿Le dijiste de lo nuestro?
—Sí, ella al principio se molestó, pero después sonrió y dijo que mientras te haga feliz ella no se opondrá.
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¿Sólo yo?
Teen FictionYo no soy la típica chica de buen cuerpo o con las proporciones adecuadas y deseadas por muchos, yo soy una chica con imperfecciones, un poco de sobrepeso, tímida y un tanto antisocial, pero así es la realidad, nadie es como en los libros. No tengo...