¿Sólo yo?

16

El médico terminó por dar la visita hasta las nueve de la mañana, después de que comiera algo, mi hermano no se había marchado, me iba a quedar unos días más en observación y si todo marchaba bien, podía irme a casa después.

—Papá está preocupado, pero está trabajando.

—Lo entiendo, no hay problema.

Mi hermano se marchó para ir a trabajar, me quedé sola en el hospital, me llevó mi computadora para que no me aburriera, dijo que no iba a poder pasar todo el día ahí, ya que en su trabajo no le permitían ausentarse. Alrededor de las dos y media llegó una visita, me sorprendió ver a Daniel ahí, me puse nerviosa y tenía miedo.

—¿Qué haces aquí?, ¿cómo sabes que estaba aquí?

—Pregunté en el café y un chico le dijo al dueño que estabas aquí, pase a preguntar, así que por eso estoy aquí.

—Eso da miedo, ¿lo sabes?

—Sí, pero no era mala mi intención, sólo quería corroborar que fueras tú, pero si quieres me marcho.

—No, me vendría bien un poco de compañía.

—¿Segura?, no quiero incomodarte Sarah.

—Segura Daniel.

Se quedó conmigo, conversamos de varias cosas y unos minutos antes de que llegara mi hermano, Daniel se marchó, es como si tuviera medido el tiempo, me sorprendió; no dije nada para que Héctor no se percatara de mi anterior visita. Mi hermano estaba revisando todo, me sacó de onda y le pregunté.

—¿Qué buscas?

—Nada, siento que hay algo raro aquí.

—Sólo tú estás raro.

—No, hay algo más.

—No, me estás preocupando.

Se rindió y dejó las cosas en paz, me preguntó cómo me sentía, hablamos de otros temas y hasta me contó que había conocido a una chica, lo hacía sentir bien, pero que no sabía cómo nos íbamos a llevar porque éramos muy opuestas.

—Héctor, si te hace feliz, haré todo lo que esté en mis manos por llevarme bien con ella, te lo prometo.

—Cuando estés mejor y en casa, haré una comida o cena para que la conozcas.

—¿Papá ya la conoce?

—Ya, dijo que estaba de acuerdo y que eran mis decisiones.

Si mi papá decía eso, es porque esa chica no le agradaba o porque había hecho algo que lo molestara demasiado. Mi hermano me enseñó fotos y todo, se estaba anticipando demasiado, animé a mi hermano para que estuviera tranquilo, no iba a hacer un drama por su novia, todo iba a ser normal.

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Habían pasado dos semanas desde que me habían dado de alta, Héctor había organizado una comida con su novia, prefirió que fuera en la casa para que yo estuviera cómoda, mi panza levemente comenzaba a notarse, me sentía muy emocionada por ello, y mi familia más.

—¿Por qué estás nervioso?

—Porque me preocupa tu reacción.

—Héctor, tranquilo, todo saldrá bien.

Su novia llegó puntual, venía muy bien arreglada, juvenil, fresca, podría decir que se veía joven, aunque sabía que era de la edad de mi hermano, me saludó un poco seca, intenté pasarlo por alto.

—Hola Sarah.

—Hola.

—Camila, ella es mi hermana menor, es abogada.