Relatos en tiempos de paz

18. Después de Navidad

Ataque en el Caldero Chorreante

"El pasado día 26 de diciembre fue un día aciago que quedará marcado en nuestras memorias. A aquellos que hemos conocido tiempos peores nos recordó cómo eran los Años del Miedo. Los más jóvenes, los que han tenido la suerte de nacer después de la Batalla de Hogwarts, han visto de cerca el horror del que tal vez sus padres le hayan hablado alguna vez.

Lo que parecía un día como otro cualquiera en nuestra comunidad, terminó en masacre. Tres personas fueron asesinadas y catorce resultaron heridas de gravedad. El causante fue un encapuchado del que desconocemos la identidad, pues huyó del lugar del atentado minutos antes de que los aurores se personasen allí, no sin antes dejar grabada en una de las paredes del conocido establecimiento una marca. Una marca, señoras y señores, que ya ha sido encontrada en el escenario de un crimen.

Y yo me pregunto lo que se preguntan todos ustedes: ¿Acaso la magia oscura ha regresado a Reino Unido? ¿Se ha vuelto a organizar un grupo de extremistas como lo eran los antiguos mortífagos? ¿Deberíamos empezar a preocuparnos?

Lanzo todas estas preguntas al aire, porque de momento los poderes políticos no se han pronunciado al respecto. Llaman a la calma, eso sí, pero ¿cómo es posible que estemos calmados cuando suceden estas atrocidades? De momento, la única persona que ha tenido a bien hablar con nosotros ha sido el señor Simons, que recordemos que se presenta contra la archiconocida Hermione Granger-Weasley como candidato a ocupar el puesto de Primer Ministro de Magia:

"Es pronto para decir que hay un rebrote de la magia oscura en Reino Unido, pero de lo que no hay duda es de la mala gestión que el Ministerio de Magia está llevando a cabo con un problema de esta magnitud. Sé que hay gente en este país que parece ser intocable, o al menos eso creen ellos, pero me gustaría preguntarle directamente al señor Potter, como actual Jefe de la Oficina de Aurores, qué tipo de investigación están llevando a cabo y si se está dando la correspondiente supervisión por parte del Departamento de Seguridad Mágica, donde, como ustedes saben, trabaja mi oponente, la señora Granger, a la cual no veo muy atenta al caso. Creo que está más preocupada por llegar al despacho ministerial".

Hermione Granger-Weasley frunce los labios y sus fosas nasales se dilatan antes de dejar con ademán brusco el periódico sobre el escritorio del despacho de su amigo Harry James Potter. Teddy Lupin no recuerda haberla visto tan enfadada desde la campaña que dirigió para sacar a los dragones de Gringots.

— ¡Así que estoy más preocupada por llegar al despacho ministerial! — Exclama Hermione con voz aguda.

— Hermione, ¿no irás a hacer caso de lo que diga Simons, verdad? Ya sabes cómo funciona la política. — Le recuerda Harry con tono conciliador.

— Sí, pero yo no me dedico a insultarle ni a insinuar que es un incompetente ávido de poder cuando me entrevistan. — Resopla y se deja caer en uno de los sillones vacíos del despacho.

— La gente te conoce, Hermione. Sabe lo que has hecho por ellos y por el mundo mágico. ¿Qué saben de Adrian Simons? Que es un mago llegado de Estados Unidos que siempre ha vivido acomodadamente gracias a la empresa familiar que heredó de su padre. Él no ha hecho nada por ellos. Él no luchó, no expuso su vida para conseguir todo lo que tenemos ahora.

— Supongo que tienes razón. ­— Murmura Hermione—. En realidad no me molesta que puedan votarle a él. Cuando propuse un sistema parlamentario de elecciones en el Ministerio sabía dónde me metía, sabía que eso significaba que a veces no voy a estar de acuerdo con lo que se decida. Lo que no soporto es que se mienta y se recurra al menosprecio para desacreditar a tu oponente. Si alguna cosa de las que ha dicho fuese cierta, yo sería la primera en fustigarme. En fin... — Suspira la mujer castaña, cruzando una pierna sobre la otra y echando la cabeza hacia atrás—. Esta campaña va a terminar conmigo. Os lo juro.