Monkeying .vs. Robin (Damian Wayne y tú)

Fuera de la jaula

Torre de los Titanes, diez días después, 01:18 p.m.

-Filtré la información y no encontré señales de los corruptores desde diez días desde nuestro encuentro con Trigon-expuso Batman a través de la videollamada que se proyectaba cubriendo los grandes ventanales. Era como verlo en una pantalla de cine.

-En otras palabras, gran trabajo Titanes-nos halagó Superman con una sonrisa.

-Su determinación y trabajo de equipo salvaron al mundo-prosiguió la Mujer Maravilla, quien de un momento a otro volvió la vista hacia mí-. Monkeying, gracias-su expresión se suavizó-. Espero que a futuro tengamos oportunidad de colaborar en lugar de enfrentarnos.

-Sería un honor-respondí con una sonrisa, mientras sentía que el pulso se me aceleraba ¡La Mujer Maravilla me estaba diciendo que quería trabajar conmigo! Eso en verdad parecía sacado de un cómic más que de la realidad.

-Kory, debes estar orgullosa de ellos-continuó la Mujer Maravilla.

Pude ver cómo nuestra líder sonreía con el mismo sentimiento con el que nos hablaba desde que habíamos salido del infierno, decir que estaba orgullosa era poco. Aquello logró conmoverme, era quizás la primera vez en mi vida que alguien estaba orgulloso de mí... era una sensación increíble, sentía un cosquilleo suave y cálido invadir mi pecho.

-Como nosotros-agregó Batman sin abandonar en ningún momento su porte serio.

Aprecié cómo Robin elevaba ligeramente el mentón, tampoco dejó atrás la seriedad; sin embargo, se notaba a leguas que aquellas palabras habían tenido un buen impacto en él.

Y entonces, antes de que alguien pudiese decir algo más, el típico sonido estridente que producían los portales al abrirse anunció la llegada de Cyborg a nuestras espaldas.

-Oigan chicos, noche de pizza-soltó esté saliendo del portal cargando varias cajas en cada mano-. Entrega de tubo de luz, menos de treinta...-y entonces reparó en la videollamada-. Minutos.

Un silencio algo incómodo invadió la habitación por unos segundos que me resultaron eternos.

-Adelante Titanes-soltó Batman a modo de despedida.

Y la proyección se cortó despejando las ventanas, dejando que lo brillante del día se colase en el interior de la sala, brindándome una sensación de tranquilidad.

-Bueno, eso fue incómodo-apuntó Cyborg avanzando hacia nosotros.

-Basta de charla, comamos-dijo Escarabajo Azul antes de que él y Chico Bestia le quitaran una caja de las manos y se alejasen con ella, al parecer, no pensaban compartir.

No podía culparlos, menos aun cuando el aroma a queso derretido inundó la habitación, ¿Hacía cuánto que no comía una buena pizza? Ni siquiera podía recordarlo.

Estaba esperando a que Raven eligiese una porción para sacar la mía, cuando súbitamente, Robin me tomó por la muñeca izquierda y me jaló con un movimiento casi brusco fuera de la sala.

-¿Pasa algo?-pregunté, aunque en verdad quería quejarme. Estaba hambrienta.

Él no me respondió, siguió caminando delante de mí sin soltarme. Ya lo conocía lo suficiente como para saber que no iba a obtener respuestas ni siquiera aunque le formulase todas las preguntas que me rondaban la cabeza, me deje llevar. Fuera lo que fuese, no podía ser peor que el mismísimo infierno ¿Verdad?

En cuestión de minutos, acabamos en el techo de la torre, la vista desde allí era en verdad increíble.

-Es genial-dije cuando él se detuvo.