Monkeying .vs. Robin (Damian Wayne y tú)

Amanecer

-¡Salvamos a todos!-rugió Damian bajándose de la camilla de la Baticueva.

-Y destruyeron evidencia que habría sido útil para salvar a más-sentenció el Batman holográfico frente a nosotros.

No pude evitar pensar que técnicamente, eso no había sido nuestra culpa, Chesire había rebanado la computadora, y Bane había sido quien destrozó los cimientos de la casa al demoler medio pasillo, lo cual provocó que la casa colapsase por su propio peso, destruyendo lo que quedaba de la computadora... aun así, no dije nada, permanecí sentada en mi lado de la camilla, mientras Alfred continuaba quitándome los puntos del brazo con una mueca de disgusto que nunca le había visto antes.

Batman había interrumpido una misión con la Liga de la Justicia especialmente para gritarnos, no estaba segura de si estaba furioso por lo que habíamos hecho, por desobedecerlo o porque lo habíamos obligado a abandonar una misión. Lo que sí sabía, era que estaba enojado.

-¿Y qué querías que hiciéramos, padre? Sin nosotros esos niños no estarían vivos-vociferó Damian más que furioso.

-Red Robin ya estaba trabajando en el caso-sentenció Batman con poco tacto-. Habría sacado a esos niños mañana y obtenido la información que ustedes destruyeron.

-Mañana habría sido muy tarde-intervine por primera vez desde que los gritos habían comenzado hacia por lo menos quince minutos. Sentí la cara arder cuando la mirada del señor Wayne se posó sobre mí-. Ryan no habría resistido hasta mañana, y habrían bajado a Wyatt y a Sam al sótano para exponerlos a lo mismo que a los demás... mañana, lo que les hicieron a esos niños, pudo haber sido irreversible.

El holograma me sostuvo la mirada largamente antes de apretarse el puente de la nariz y soltar un suspiro pesado, no estaba segura de si había comprendido mi punto; sin embargo, por lo menos parecía estarlo considerando como un atenuante para el castigo, que estaba segura, nos esperaba.

-Empaquen sus cosas-sentenció con severidad-. Nightwing vendrá por ustedes en la mañana. Ya que no puedo dejarles sin supervisión, regresarán a la torre con los Titanes donde él podrá tenerlos vigilados.

Damian estuvo a punto de protestar, quizás todavía cegado por la furia que le daba la seguridad de haber hecho lo correcto, pero lo detuve poniéndole una mano en la boca instantes antes de que el holograma desapareciera. Damian se quitó mi mano de la cara con un golpe algo brusco y salió de la Baticueva con un aura que consiguió intimidar incluso a Titus, el gran danés que parecía adorarlo ciegamente.

Esa fue una de las pocas veces donde no pude culpar a Damian por no controlar sus impulsos; estaba tan convencida como él de que habíamos hecho lo correcto, y estaba segura, de que volvería a hacerlo exactamente igual (a excepción de la parte en que Chesire y Bane nos encerraban en las celdas) si pudiese regresar el tiempo atrás. Incluso aunque me esforzaba en entender la postura del señor Wayne, me resultaba prácticamente imposible...

-No existe una sólo idea de hacer lo correcto-me dijo Alfred tras quitar el último punto-. Como tampoco existe un sólo método para hacer lo correcto. Estoy segura de que es lo que el señor quiere que vean-prosiguió mientras su gesto se suavizaba-. Las vidas que salvaron hoy son importantes y preciadas obviamente; pero habrían podido salvarse más con un poco de planeación y menos impulsividad.

Necesité de unos segundos de reflexión para comprender el sentido total de lo que Alfred decía, e incluso aunque la parte más terca de mí se resisitió a creerlo, el resto de mí le dio la razón a Alfred. No era la primera vez que veíamos a esos tipos con túnicas, y aunque no pudimos recuperar todas las piezas de lo que estaban haciendo con los niños allí abajo, tenía la macabra certeza de que seguirían con ello... quizás de haber tenido un mejor plan, en lugar de ir a ciegas, habríamos conseguido las piezas esenciales para armar el puzle de lo que tenían en mente.