El fondo

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-Está mintiendo.

-¿Por qué lo dices?

-Tome una muestra de su ADN y la analicé después de que afirmara venía del futuro. No es una Wayne-expuso manteniendo la voz en un susurro enfadado.

Medité meticulosamente las palabras de Robin, al tiempo que repasaba mentalmente los rasgos de Keena y sus movimientos, sí, más allá del cabello negro, no lograba encontrar más parecidos físicos entre Damian y ella; de hecho, incluso me costaba establecer parecidos entre ella y la otra niña en la foto del relicario... sin embargo, cuando repasaba sus expresiones faciales, la manera en la que se movía y el porte con el que se paraba, debía de admitir que si guardaba parecidos con los Wayne, más que todo con Damian. Ese tipo de parecidos no se obtenían fácilmente, de hecho, eran detalles casi imperceptibles, que requerían de años de observación, o de crianza.

-Quizás es adoptada-concluí finalmente-. El ADN no es lo único que hace a una familia-me encogí de hombros-. Es algo que ya deberías saber, después de todo, tienes tres hermanos adoptivos.

-Deberías dejar de darle el beneficio de la duda a cada persona con la que te cruzas. No todos lo valen.

-Quizás no; pero nunca podría saber quién lo vale sin habérselo dado antes-dije mirándolo de reojo-. Más allá de eso, ella todavía no nos ha dado una razón de peso para desconfiar de ella ¿O sí? Así que, con que la vigilemos será suficiente. No hace falta tratarla diferente a cualquier otro aliado.

-Has lo que quieras, Grayson.

Estaba por decirle algo al respeto, cuando Keena soltó:

-¡Encontré algo!

Rápidamente Robin y yo nos apresuramos a acercarnos a ella, quien estaba con la oreja izquierda pegada a la pared mientras golpeaba metódicamente el muro, probablemente, verificando que era falso. No voy a mentir, no me resultaba extraño que la casa pudiese tener pasillos ocultos, de hecho, de niña siempre había pensado en esa posibilidad; sin embargo, de haberlos siempre creí que estarían en el despacho de mi padre... pero allí estábamos, frente a lo que parecía ser una pared falsa puesta literalmente en frente de mi jaula. ¿Cómo siquiera era posible que mi padre hubiese podido colarse allí sin que lo viera?

-Es falsa sin lugar a dudas-expuso Keena-. Ahora la cuestión es encontrar una forma de abrirla.

-Muévete-soltó Damian sacando algo de su cinturón en un movimiento rápido.

Parece que fue un mal día para no haber traído la máscara de humo, pensé preparándome para la explosión.

-No podemos hacerla volar. Estamos en el sótano, eso afectaría la estructura y acabaríamos enterrados-lo detuvo Keena sujetándolo por la muñeca.

Robin se deshizo de su agarre bruscamente antes de fruncir el ceño como si su hubiese subido varios grados en su escala de mal humor en tan sólo segundos, y escupir:

-Iba a desintegrarla.

-Aun así, no sabemos si este es un muro de carga, si lo fuera, con que se desintegre un poco más de lo necesario para que podamos pasar al otro lado, podría afectar toda la estructura, ¿Acaso quieres matarnos a todos?

Pude notar que Robin estaba a punto de perder los estribos, ¿Y quién podría culparlo? Keena estaba siendo innecesariamente brusca, otro punto en el que Robin y ella se parecían.

-¿Y qué sugieres?-pregunté colocándome entre ambos.

-Encontrar la forma original para entrar. Tiene que haber una palanca o algo así.

-No la hay-afirmé con seguridad-. De haberla, la habría visto por lo menos una vez en todo el tiempo que estuve aquí. Si se abre, tiene que ser de otra forma menos convencional.

Monkeying .vs. Robin (Damian Wayne y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora