Locura colosal

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Tras andar unos quince minutos más, encontramos a Raven, estaba en alguna especie de gimnasio monocromático, sentada en su silla, frente a un par de cañones que le arrojaban unas pelotas que se asemejaban más a bolas de boliche que a las que se usaban para jugar al quemado.

Por suerte, apenas si había recibido unos dos pelotazos, ninguno de lleno, al parecer, los cañones estaban calibrados para ir desde el borde de la habitación hacia el centro, es decir, hasta alcanzarla finalmente, apenas si le habían dado en los hombros cuando llegamos.

Liberarla no fue complicado, Chico Bestia se encargó de los cañones convirtiéndose en un rinoceronte, mientras yo me apresuré a encargarme de los aros metálicos que la mantenían en su sitio. Raven se levantó rápidamente, la oí sisear antes de que se llevase una mano discretamente al hombro izquierdo; pero no lo suficiente como para que no me percatase de ello.

Con la mano sana me apresuré a rebuscar en mi cinturón, y di con unos parches de Diclofenaco, eran para tratar esa clase de golpes, los cargaba para poder auxiliar rápidamente a Robin en las misiones en caso de que recibiera una contusión o algo similar, y también porque estaba segura de que alguna vez tendría que usarlos en mí, miré mi brazo herido, la sangre estaba empezando a empapar la manga del traje, la misma que habían arremangado antes de cerrar los aros en mis antebrazos, y las misma que había vuelto a poner en su sitio luego de que Chico Bestia hubiese visto la herida. No necesitaba que se preocupasen por mí, no cuando todavía estábamos en las manos de un demente.

Tome el parche y rápidamente le pedí permiso con la mirada a Raven al tiempo que tomaba el borde de su capa para apartarla, su gesto se suavizó cuando asintió lentamente con la cabeza, le sonreí levemente antes de apresurarme a colocar el parche con la misma precisión y velocidad con la que Alfred me había enseñado hacia ya bastante tiempo.

«Estaría orgulloso» pensé mientras apartaba las manos del hombro de Raven «Tengo que agradecerle por haberme enseñado todo el procedimiento» me dije a mí misma al tiempo que le hacía una seña a Chico Bestia.

Teníamos que seguir, necesitábamos encontrar a los demás, y el tiempo continuaba corriendo.

En cuestión de un minuto, ya nos encontrábamos los tres corriendo por el pasillo, un sonido proveniente del fondo del pasillo provocó que mi cuerpo entero se tensara, extendí el brazo sano e hice que Gar y Raven se detuviesen detrás de mí.

-¿Crees que sea...-soltó Gar.

Le chité y le lancé una mirada de advertencia.

-Estén listos para lo que sea-les murmuré tomando la alabarda plegable de mi cinturón.

Ambos asintieron, y juntos, avanzamos hacia el origen del sonido, doblamos en la esquina y sin siquiera dudar, nos abalanzamos más que dispuestos a atacar a quien fuera...

La katana de Robin se detuvo a milímetros de mi rostro, al tiempo que yo detenía el envión del bastón prácticamente a la misma distancia del suyo. Nuestras miradas se encontraron, su gesto se relajó apenas, y yo no pude evitar que el alivio se escapase de mis labios como un suspiro, junto a él venían Starfire, Escarabajo Azul y Terra.

Todos parecían bien, uno que otro corte menor, o moretón; sin embargo, no era nada que no fuera a sanar con unos buenos primeros auxilios.

-Chicos, es bueno verlos-dijo Gar con alivio-. ¿Cómo se liberaron de sus sillas?

-Eso se lo debemos a Robin-respondió Starfire posando una mano fraternalmente sobre uno de los hombros del susodicho-. Él fue por nosotros.

Un vistazo rápido, y supe cómo se había liberado de su silla, le faltaba un guante, sus guantes llevaban protectores, lo cual significaba, que los aros no habrían dejado su piel tirante como en mi caso, sino que habrían hecho presión sobre ellos, con que dislocase inteligentemente (ya lo había visto hacerlo antes) algunas de las falanges de su mano, sería capaz de aprovechar el pequeño margen de espacio que quedaba entre los protectores y su piel, quitarse el guante y liberar la mano a la vez.

Monkeying .vs. Robin (Damian Wayne y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora