Intentos mundanos

2.6K 219 118
                                    

-Deberías enseñarle algo útil, Grayson-soltó Damian vestido como Robin, mientras observaba el entrenamiento que me estaba dando.

-Son las bases, Robin, es lo primero que tiene que tener claro antes de pasar al siguiente nivel.

Robin rodó los ojos, estoy casi segura de que lo hizo, antes de lanzarme algo, pude esquivarlo gracias a que oí el sonido, percibí que se clavó en la tierra... ¡Me había tirado con la katana! Me quité la venda para poder ver y lo fulminé con la mirada.

-¡¿Quieres matarme?!-le espeté molesta.

-Lo esquivaste ¿No?

-¡¿Y si no lo hubiera hecho?!

-Ahora no estarías gritándome-respondió con una sonrisa burlona.

Dick nos contempló unos segundos pensativos, antes de esbozar una mueca de gracia y preguntar:

-¿Desde cuándo se llevan tan bien?

Robin se levantó del marco de la ventana donde se había sentado para observarlo todo, y se coló por la misma al interior de la mansión sin decir nada. Por mi parte, miré a Dick cruzándome de brazos:

-No creo que el hecho de que me lanzara su espada significaba que nos estemos llevando bien.

-Con él, significa que estás empezando con buen pie-me aclaró con seguridad-. La primera vez que lo vi, acabé teniendo que recibir varios puntos ¿Sabes? Y míranos ahora. Somos como hermanos.

-Sin ofender, pero diría que tienes más distorsionado el concepto de hermanos que yo-me alisé suavemente el pelo.

Dick apoyó una mano sobre mi cabeza y la acarició con suavidad:

-Con el tiempo terminarás de entenderlo, después de todo, ahora eres como nuestra hermanita.

La palabra hermanita me hizo sentir cierta incomodidad, aunque no supe exactamente la razón, intenté relacionarlo con el hecho de que nunca había tenido un hermano antes; sin embargo, algo continuaba haciéndome ruido internamente con la palabra.

-Supongo...-me obligué a decir fingiendo la incomodidad.

-Bien, puedes descansar por hoy, hemos estado dos horas entrenando, y esto tampoco es para que te fatigues-me despeinó amistosamente-. Ya comprobamos que tienes buenos reflejos, y una buena conexión entre ellos y tus sentidos. Mañana vamos a probar que tipo de combate te va mejor.

Asentí con la cabeza, antes de tomar una toalla y secarme la cara mientras entraba a la mansión, subí por las escaleras, más que dispuesta a darme una buena ducha y tal vez, leer un poco mientras comía algunas galletas de las que preparaba Alfred.

-¿En serio quieres que Grayson te entrene?

Damian me tomó tan distraída que pegué un salto, ¿Saben? No es una buena idea saltar cuando estás subiendo una escalera.  Mis pies cayeron sobre el filo del escalón, mi cuerpo comenzó a irse hacia atrás y sentí una sensación vertiginosa atravesarme, estiré el brazo intentando asirme de la barandilla, pero entre mis dedos y ella había una buena brecha. Cerré los ojos, y relajé mi cuerpo, sabía que así el impacto dolería menos.

Supongo que fui un poco pesimista en creer que iba a caerme siendo que el mismísimo Robin estaba a pasos de mí, pude oír que algo se disparaba, poco antes de que él me sujetase por la cintura y nos balanceásemos hacia suelo firme. Abrí los ojos y lo miré con cierta incredulidad, al tiempo que percibía los latidos de mi corazón algo desaforados, por la caída; pero también en parte por el hecho de haber sido salvada por Robin.

-Nunca deberías bajar la guardia-dijo él soltándome.

-Amo Damian, ya le he dicho que los techos de la mansión no son para colgarse-le regañó Alfred al entrar en la estancia y ver el gancho colgado en el techo-. Esta ya sería la décimo cuarta vez que tendré que reparar el cielo raso en lo que va del mes.

Monkeying .vs. Robin (Damian Wayne y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora