Ryan
Me ama. Aceptó que me ama.
No encuentro palabras para describir la emoción que siento después de escuchar esas palabras salir de los labios de Ava, esas palabras que pensé no volvería a escuchar nunca. Esto sin duda alguna me da una esperanza aún mayor que la que tenía antes de reconquistarla, porque ya no podrá volver a negarme que no me ama, que no siente nada por mí.
-¿No vas a decir nada? -pregunta con la mirada baja.
-He esperado tanto tiempo por esto -digo con una sonrisa- y ahora te juro que no sé qué decir -levanta la mirada y me ve a través de sus cortas, pero muy tupidas pestañas, y sonríe-. Me encanta tu sonrisa -esta se ensancha más-. A -tomo su mano-, ¿me dejarías llevarte a cenar mañana?
-¿Qué? -eleva una ceja.
-Ya dijiste que aún me amas, pero sé que debo hacer más para poder tenerte a mi lado, ¿o me equivoco?
-Así es, porque no tengo intenciones de tener una relación contigo... -hago un mohín y ella sonríe-, por ahora -se encoge de hombros.
-Eso me da aún más esperanzas -poso mis ojos en sus labios-. ¿Puedo besarte? -levanto la mirada y la veo a los ojos.
-No -niega.
-Ok -me inclino un poco, tomo una de sus mejillas con una de mis manos y acerco su cara a la mía.
-Ryan -sonrío.
-También quieres hacerlo -se muerde el labio inferior.
-Sí -acerco mi cara a la suya, rozo sus labios con los míos y no tardo mucho en juntarlos.
El primero es corto, suave, lento; pero el segundo, ese es todo lo contrario, es lleno de pasión, de deseo y ganas, muchas ganas el uno del otro, fue tan largo que ambos nos quedamos sin aire y tuvimos que separarnos. Junto su frente con la mía, tengo los ojos cerrados, siento su respiración en mi cara, su perfume entrando en mis fosas nasales; simplemente la siento a ella, a mi lado, junto a mí. Sonrío.
Esta es mi segunda oportunidad y no voy a desperdiciarla.
•••
Escucho murmullos y siento que me están tocando, pero estoy muy cansado así que sigo durmiendo, no tengo intenciones de abrir los ojos. Empiezo a sentir que alguien me pica las mejillas y abro un ojo y ahí está ella, mi princesa. Abro ambos ojos, le sonrío y ella se sube al sillón, porque sí, Ava me dejó otra vez en el sillón.
-Papi -la abrazo.
-Princesa, ¿dormiste bien? -asiente. Esconde su carita en mi cuello y cuando su respiración me hace cosquillas río.
-Hola, papi -Ryan me da un beso en la mejilla.
-Hola, pequeño -lo abrazo.
-Ya vengan a desayunar -escuchamos la voz de Ava y los niños de inmediato se van corriendo a la cocina.
Yo me levanto y voy al baño, me cepillo los dientes, me lavo la cara, me arreglo el pelo, de último hago pis y me lavo las manos. Al llegar a la cocina ya los cuatro están desayunando, me siento en el que ahora es ya casi mi lugar y veo un plato de huevos, tocino, pan tostado y un vaso de leche con galletas. Sonrío al ver lo último.
-Gracias -le digo. Ava levanta la mirada y asiente.
-Come mi amor -Kim toma su cuchara y con dificultad empieza a comer. Se ve tan linda, a penas está aprendiendo a hacerlo sola.
-¿Y qué tienes planeado hacer hoy? -le pregunto a Ava.
-Trabajar y cuidar a los niños -se encoge de hombros.
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La familia que necesito
Romance«La familia es suficiente razón para ser fuerte» Saga Bebés y Amores #1