La familia que necesito

|26| Por primera vez.

Ava

Tomo a Ryan de la mano y lo llevo al baño porque está todo cubierto de pintura, le quito la ropa con cuidado de no manchar nada y lo meto a la tina, tomo agua en mi mano y le lavo la cara, en ese preciso momento el agua de la tina se vuelve colorida.

-No entiendo por qué hiciste eso -le digo mientras intento quitarle la pintura de los dientes.

-Fue un accidente, mami -hace un puchero.

Hace menos de veinte minutos lleve a Kim a la cama pues se quedó dormida y dejé a Ryan solo pintando, sólo bastó un rato para que escuchara un ruido, cuando volví a la sala, todo el plástico que puse en el piso estaba cubierto de pintura al igual que él.

-Que accidente más extraño -lo veo seria y él baja la mirada.

-Quería pintar más rápido y se me cayó todo -se encoje de hombros.

-Ahí está, sabía que no había sido un accidente.

-Si fue, porque no quería que se cayera todo, sólo la pintura azul, pero bote las otras -se vuelve a encojer de hombros-. Así que fue un accidente.

-A veces eres un desastre -le desarreglo el cabello y rie.

-Hola -Ryan asoma la cabeza.

-Hola -lo saludamos nosotros.

Saco a Ryan de la bañera y lo envuelvo como un embutido en una toalla, lo cargo y lo llevo a su habitación, Ryan viene detrás de nosotros.

-¿Dónde estabas papá?

-Estaba trabajando -pongo a Ryan en su cama y empiezo a buscar ropa para vestirlo.

-¿Podemos ir a dar un paseo? -le pregunta el pequeño Ryan a su papá.

-No lo creo -se asoma por la ventana-, parece que va a llover, así que podemos hacer algo aquí, ¿qué tal si pintamos...?

-¡No! -digo y me ve asustado.

-¿Por qué?

-Dile a tu papá lo que hiciste -el pequeño Ryan baja la mirada.

-Fue un accidente, pero se me cayeron las pinturas encima y mi mami me bañó -Ryan ríe y por lo consiguiente su hijo también.

-¡Ryan! -ambos dejan de reír y me ven-. No es gracioso -los señalo a ambos y bajan la mirada.

Son idénticos en todo.

Para cuando termino de vestir a Ryan ya está lloviendo muy fuerte a fuera, la lluvia azota las ventanas, así que cerramos las que aún están abiertas pues todo empieza a mojarse. Voy a la cocina, tomo tres tazas y sirvo leche tibia, pongo galletas en un plato y lo llevo a la sala en una bandeja para no provocar un accidente.

-Mañana, si no llueve, los llevaré a conocer a alguien -le dice Ryan al pequeño Ryan.

-¿A quién papi?

-A un amigo nuevo que tengo -pongo todo en la mesa y ambos me ven.

-¿Vas a tomar leche tibia o le pongo hielo? -le pregunto a Ryan con una sonrisa y él asiente.

-Te preferiría a ti caliente, pero si no se puede, me conformaré con leche caliente -dice cuando le doy la taza.

-Ryan -me pongo a reír.

Me siento frente a ellos y tomo una galleta, empiezo a comerla mientras ellos escogen una película, o mejor dicho, el pequeño Ryan lo hace, esta vez no escogió ninguna de Toy Story, escogió Jurassick World. Los dinosaurios son su otra obsesión, Ryan con una seña me indica que me siente a su lado y lo hago ya que no puedo ver bien desde donde estoy.