Ava
Ha llegado el fin de mes, reviso la caja y aún falta dinero, necesito pagar la mensualidad de la casa, sino lo hago nos van a hechar a mí y a los niños, no tenemos a dónde ir, ¿qué podría hacer yo con dos niños pequeños en la calle? El pánico me ataca, el sólo hecho de imaginarme en la calle con mis hijos me provoca escalofríos. No puedo permitir que eso suceda, debo conseguir el dinero. Este mes las cosas se complicaron por tener sólo un trabajo, antes con los dos podía pagar todas las cuentas, ahora es complicado y eso que Ryan me da dinero para la despensa y cualquier cosa que necesiten los niños. Sé que no debería sentir tanto miedo teniéndolo a él y que podría decirle lo que está pasando, pero estoy acostumbrada a solucionar todo yo sola y así quiero seguir haciéndolo.
-¡Papá! -al escuchar a los niños guardo la caja y voy a la sala-. Estamos viendo una película de dinosaurios -le dice el pequeño Ryan.
-Te gustan demasiado esas lagartijas gigantes, eh -lo pone en el piso y le da un beso a Kim que juega con una muñeca-. Esta muñeca se parece a ti, princesa, es hermosa como tú.
-Sí, papi -mi hija ladea la cabeza y puedo notar como Ryan se derrite al verla. A pesar de los errores que cometió en el pasado con ella, ahora la adora, es su princesa y él es su príncipe.
Ryan levanta la mirada y al verme se pone de pie, viene hacia mí embobado, no deja de verme de pies a cabeza, cuando está más cerca sonríe y centra la mirada en mis ojos.
-Estás preciosa -me toma de la mano y me hace girar-. Woau -se cubre la boca con ambas manos. No sé porqué se sorprende tanto, tengo el cabello recogido, me maquillé lo suficiente por ser un evento de noche y traigo puesto un vestido negro un poco arriba de las rodillas, escotado y tacones altos-. Voy a ser la envidia de todos en esa cena -ruedo los ojos-. Estoy hablando en serio -me abraza y me da un beso en la mejilla-. A todos se les va a caer la baba, igual que a mí, cuando te vean.
-¡Ya! -le doy un leve golpe en el pecho-. Ni creas que no me di cuenta que tú también estás muy guapo.
Lleva puesto un traje azul, con camisa blanca, sin corbata y un par de botones abiertos, su cabello está peinado, cosa que no acostumbra a hacer porque siempre su pelo se ve bien, pero me gusta que se haya tomado el tiempo de arreglarlo.
La organización, Aliento de Esperanza, hoy realizará una cena en la que se podrán dar donaciones para seguir apoyando a los chicos en su rehabilitación. Planean construir un lugar grande donde puedan tener habitaciones para aquellos que no tienen dónde dormir, un lugar para que puedan practicar algún deporte y un gimnasio para que se distraigan haciendo ejercicio. Los planes que tienen son muy buenos y hay muchas esperanzas de poder ayudar a cambiar muchas más vidas. Ryan ha sido invitado a hablar de su historia, al igual que otros hombres y mujeres que han logrado cambiar sus vidas. Esa es la razón de tanta elegancia.p
-Ya llegué -Audri entra a la casa y al vernos se queda con la boca abierta.
¿Es que acaso hoy todos van a chorrear baba?
-Vaya, se ven muy bien, como pareja de revista -levanta sus pulgares-. Les doy un diez -saca su celular y nos toma una foto desprevenidos-. A ver, ahora posen -Ryan pone su mano en mi cintura y me pega a él. Audri toma la foto-. Me encanta.
-Vaya hermano, ahora si que te bañaste -Bryan entra a la casa con una caja de pizza.
-¿Tú que haces aquí? -pregunta Ryan con una sonrisa pícara mientras ve a Audri-. Sólo espero que mis hijos no vean cosas indebidas.
-Hey, te calmas -Audri lo señala-. Yo no soy una niñera... Yo soy la niñera de mis sobrinos amados y consentidos -Ryan levanta sus manos en forma de paz.
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La familia que necesito
Romance«La familia es suficiente razón para ser fuerte» Saga Bebés y Amores #1