Juntos hasta la muerte (Shawn Mendes y tú)

Cap 40

Shawn se abalanzó a mi, besándome con una gran desesperación.
Sin quererlo caí en la tentación y le seguí el beso. Fue algo salvaje.
Nuestras respiraciones agitadas se habían convertido en una sola, nuestras manos seguían un patrón y nuestras lenguas bailaban entre nuestros labios de manera alegre y salvaje, como si hubieran estado reprimidas por muchísimo tiempo.
-Shawn...
-_____...
-Que pasó?
-No puedo... no puedo dejarte sola.

Shawn me llevó entre sus brazos a la cama. Íbamos besándonos y yo lentamente caí en la cama de manera suave mientras que Shawn se ponía encima mío.
Sus besos eran tentadores, eran una droga para mi.
De mi boca fueron bajando a mi cuello. Me estremecía al contacto de sus labios en mi cuello.
Mis manos jugaban con sus lindos chinos castaños.
Intenté frenar mis impulsos pero no pude. Era un impulso. Al intentar querer parar me sentía mal, pero al querer seguir sentía esa sensación de que estaba en lo correcto.
Pasé mis manos por el final de la camisa de Shawn y levanté un poco la playera. Shawn rió y en pocos segundos se deshizo de su playera. Hizo lo mismo conmigo. Me sentí expuesta, me sentí apenada pero era más fuerte mi atracción que decidí ignorarlo.
Shawn bajó los besos de mi cuello hasta mi clavícula.
La gran parte de la noche fueron besos, no llegamos a más, pero me atrevo a decir que esto que acababa de vivir con Shawn era algo nuevo.
Después de tantos besos desesperados nos acurrucamos en la cama y quedamos profundamente dormidos.
__________
Desperté por un perfume muy fuerte de hombre.
Abrí los ojos y vi a Shawn dándome la espalda y sin playera. Su torso era increíble, estaba marcado y muy bien formado.
Pasé un dedo por el centro de su espalda y se estremeció volteándome a ver.
-Hola espalda formada - sonrió por mi comentario
-Buenos días Bella Durmiente- bufé "enojada"
-Bella Durmiente es muy cliché, cambia a otra cosa. - Shawn puso los ojos en blanco y después de unos segundos me respondió.
-Buenos días narizona. - lo miré ofendida y crucé los brazos.
-No estoy narizona
-Ya se que no, pero sabía que te iba a molestar. - sonrió, maldita sea su sonrisa perfecta. Siento algo de envidia al no tener esa sonrisa Colgate que el tiene.
Me voltee y recordé el momento en el que lo conocí. Sabía que iba a ser un problema en mi vida pero aún así dejé que entrara sin problemas.
Sentí unas manos en mi cintura y voltee enseguida.
-Me tengo que marchar, vuelvo al rato. - se acercó y me dio un beso en la frente y después se marchó.
Me levanté y fui a mi closet. Al abrir las puertas cayó la pijama azul de unicornio de mi closet. Sentí mi corazón aflojarse y mis ojos se pusieron llorosos.
Levante la pijama y algo cayó. Miré y una una caja de metal chiquita. La recogí y la abrí. Era una pulsera de cadenas con una flor de cristal encima.
La miré detenidamente y logré distinguir un grabado entre los pétalos. Era mi nombre en un corazón flechado y la flecha decía Harry.
Respire entrecortadamente y metí la pulsera en su caja y después la guarde en un cajón de mi cuarto.
Me miré en un espejo y me percaté lo demacrada que lucia. Extremadamente delgada, pálida y opaca.
-_______. - voltee asustada a ver de donde venía la voz y vi a Dennis atrás mío.
-Dennis...
-Tuz amigos de la escuela están afuera, están pensando si tocar a la puerta o irse.
-Que hacen aquí?
-Tu director sabía que había algo mal con tu salud, así que investigo y se enteró de tu enfermedad.
-No es enserio? De verdad? Que voy a hacer?
-No se, pero no hay forma de ocultarles nada ahora.
Miré a Dennis y comencé a pensar en que hacer. No podía exponerme a que los demás se enteraran de mi enfermedad.
El pecho me comenzó a doler y comencé a marearme. Me sujete del closet y me estabilice.
Dennis se marchó y me quede sola. Me comencé a cambiar. Me cambie a una sudadera gris y unos jeans negros y camine hacia mi puerta. Al momento de tocar el picaporte todo alrededor mío se volvió oscuro y detrás mía sonó una voz.
-Ya volví