Habían pasado unos días desde ello qué pasó con Harry. Habían pasado muchas cosas en tan poco tiempo y mi final ya estaba próximo a llegar. Después de lo de Harry, esa misma noche dormí pacíficamente, pero al despertar, ya no tenía fuerza suficiente para moverme. Mi cuerpo ya no respondía a lo que le mandaba y lo único que podía hacer era quedarme postrada en la cama. Todos al enterarse de que ya estaba muriendo vinieron a verme. Algunos se aguantaban las ganas de llorar pero unos no podían simplemente estar ahí mirando cómo muero. Shawn y Harry fueron las personas que más sufrieron al enterarse. Shawn lleva llorando desde entonces. Siempre que lo veo tiene los ojos hinchados y cuando se recuesta conmigo hunde su cabeza en mi pelo y llora en silencio. Yo tampoco puedo evitar llorar. Pensé que finalmente había encontrado el camino a la felicidad, pero el pasado sigue persiguiéndome y logró arruinar lo que hoy sería mi presente y futuro. Jamás en la vida me había sentido tan inútil, todos tienen que hacer cosas por mi simplemente porque yo ya no puedo. Todos insistían en llevarme al médico, pero ya no tenía caso, y ellos comprendieron que era verdad, ya de nada serviría ir a un médico. Todos me llevan el desayuno, me ayudan a limpiar, me ayudan a pararme y me ayudan a hacer todo. A Shawn se le parte el corazón el verme así, el es quien me ayuda a bañarme y a vestirme. La casa está llena de tristeza. Ya casi nadie sonríe y todos lloran en silencio para que yo no los oiga, pero se que lo pasan mal por mi culpa.
Hoy volví a despertar, el día era un hermoso azul. Había pasado muchísimo tiempo desde que veía un cielo azul de esa intensidad. Con pocas fuerzas que tuve me paré de la cama y lentamente camine hacia la ventana. Mis brazos y piernas temblaban, yo estaba muy delgada y pálida a pesar de que comía bien, pero como espero estar normal cuando ya me voy a morir, cierto? Abrí mi ventana y una suave brisa de primavera pasó por mi rostro haciendo que se me pusieran los pelos de punta. Baje mi mirada y vi a Shawn mirándome. Él sonrió y estaba llorando de nuevo. Se me rompía el alma verlo así. Levante mi mano y lo salude y el enseguida entró a mi casa. Pasaron unos segundos y oí la puerta de mi habitación abrirse. Shawn camino hacia mi y me abrazó. -Shawn... - el de separó de mi y me miró- No quiero que llores, no quiero ver como tus hermosos ojos cafés se hinchen y se pongan todos rojos. - El solo me miró y sonrió. - No quiero que sufras así por mi- el agacho la cabeza y yo se la levante - Si algo me llegase a pasar, siempre voy a estar aquí presente, no importa que pase, aquí voy a estar - el intento sonreír pero una mueca triste salió de sus labios. -Quieres salir a caminar? - Shawn tomo mis manos y dijo lo anterior. La idea de salir de mi cuarto deprimente me emocionaba mucho. Sonreí y asentí. Shawn sonrió también y fue a mi closet y sacó un vestido precioso. Es este
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con un poco de dificultad me lo puse y Shawn me miro muy feliz. Fuimos al baño y sacó todo mi maquillaje. Lo miré confundida y no se como comenzó a maquillarme. Ahí estuvimos un gran rato y cuando terminó y me miré en el espejo me quede asombrada. Reímos los dos y el comenzó a peinarme. De verdad estaba sorprendida, de donde sabía maquillar y peinar? Reí y el solo sonrió. Al final salimos y me miré en el espejo. Ya no estaba tan demacrada con el maquillaje encima. Sonreí y una lagrima salió de mis ojos. Shawn se acercó y me besó. Bajamos y salimos de la casa. Sentí un ambiente completamente diferente. La brisa primaveral me abrazaba y me alegraba muchísimo. Shawn y yo caminamos y llegamos al parque. El se emocionó mucho porque había una cabina de fotos. El literal corrió y yo fui a mi paso hasta que llegue. Entramos a la cabina y puso dinero para las fotos. Un temporizador apareció en la pantalla de la cabina y era el tiempo en el que se iba a tomar la foto y te dan el tiempo para posar. El la primera foto salimos los dos sonriendo y saludando, en la segunda Shawn y yo nos abrazamos, en la tercera nos estamos mirando y sonreímos y en la cuarta ya nos estamos besando. Después de que acabaron las fotos, Shawn y yo fuimos a un estanque en donde habían patos. A Reíamos y Shawn hacía chistes malos de los patos y en general nos la estábamos pasando bien. La gente me miraba por el vestido, no era muy común ver a alguien con un vestido así en un parque. Shawn me dijo que iba por algo y que ahorita regresaba, así que me quede con los patos. Miraba como nadaban tranquilamente y como uno que otro se peleaba con la gente. Pasaron los minutos y alguien me tapó los ojos y me dieron la vuelta y después me destaparon los ojos. Lo primero que vi fue a Shawn perfectamente vestido con un gran ramo de rosas y un hermoso oso color rosa pastel. Yo sonreí y logré no llorar de la emoción. Shawn se percató y solo rió. Se acercó a mi y me besó y después me entregó el oso y las rosas. La gente nos rodeaba y todos grababan a Shawn pues porque obviamente el es conocido. Nos miraban y las mujeres eran las que me miraban mal. Me incomode y Shawn solo miró feo a las personas que me miraban mal y ellas retrocedían. -______, acompáñame a cenar. Quiero hacer de tu día un recuerdo inolvidable. -Claro Sir. Mendes - hice la voz grave y los dos comenzamos a reír. Nos fuimos del parque y fuimos a una camioneta roja. Shawn tomo los regalos y los puso en los asientos de atrás y después el y yo nos subimos al vehículo. Comenzó a manejar y el y yo íbamos cantando unas canciones que pasaban en la radio. Después de un rato llegamos a un hermoso restaurant. Las luces del mismo restaurante me cegaban y la limpieza y elegancia del restaurante era algo sorprendente. Para resumir todo, Shawn y yo tuvimos una cena increíble. Los sabores de las comidas y vinos eran exquisitos y creo que ha sido lo mejor que he comido en mi vida. Y si, es literal. Al terminar la cena Shawn y yo nos fuimos de regreso a casa. -Shawn? - el me miro y me sonrió -Dime _____- No despegó la mirada de la carretera pero sabía que me estaba prestando atención -Muchísimas gracias por hoy, de verdad. - Una gran sonrisa salió de su rostro y sus mejillas estaban rojas -No me agradezcas. Debería ser yo el que agradece que hayas aceptado salir hoy - sonreí y le tomé la mano. -No debes agradecerme tampoco - Los dos reímos y pasados varios minutos llegamos a casa. Bajamos del vehículo y comenzamos a caminar a mi casa, pero al dar el primer paso, Justo como la primera vez, comenzó a salir sangre se mi nariz y después caí inconsciente al suelo.
