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Hoy salemos temprano de la escuela, se juega un importante partido aquí entonces la escuela se lo toma muy en serio.

—Y así es como damos fin a la clase— dice la maestra de lenguaje, todos nos ponemos de pie.

—Te esperamos afuera Lacey— Darla me avisa antes de salir del salón.

Guardo todas mis cosas en el bolso y cuando estoy a punto de salir Camille se posiciona frente a mi y cierra la puerta.

—Así que eras evangélica— asiente con la cabeza —¿Que tipo de evangélica trata mal a alguien?.

—Lo siento...— trato de hablar.

—No me sirven tus disculpas, llegas siendo muy santa, pero terminas siento una perra igual que ellas—Camille está furiosa, no puedo evitar quedarme callada.

—Te lo mereces...no eres igual a mi — digo de repente.

—¿Que acabas de decir?— pregunta mirándome.

—Lo que oíste, yo no soy igual a ti— sujeto firme la correa de mi bolso y salgo del salón.

Camino rápidamente hacia la salida.

—¿Estás bien?— me pregunta Tom cuando llego afuera.

—Si—doy un gran suspiro.

—¿Vendrás hoy?— me pregunta, no entiendo.

—¿Donde?—pregunto sonriendo—Si es otra salida de noche donde no vuelva, no cuenten conmigo.

—No—ríe—Al partido, Harrison, Matt y yo jugamos.

—No lo sabía— me cruzo de brazos—¿Y porque tendría que ir?.

Bromeo, el sonríe mirando el suelo.

—Porque somos como tú familia, tus amigos— dice, asiento con la cabeza.

—Tienes razón, estaré ahí—digo mirándolo.

—Veo que están muy animados conversando — entra Darla a la conversación.

—Si—la miro—Tom me estaba invitando al partido de hoy.

—Genial, Jossie y yo somos animadoras— Darla nos mira sonriente—No podremos estar contigo, pero Lena lo está.

Hago una mueca de disgusto.

—Se que no es la mejor persona del mundo, pero solo tienes que aprender a entenderla—ella toca mi hombro.

—¿Quieres que te lleve a casa?— pregunta Tom.

Darla me da un codazo y me guiña el ojo.

—Si, tengo cosas que hacer así que no te podemos llevar—Darla asiente con la cabeza—Adiós chicos.

Nosotros comenzamos a caminar hacia el auto de él, al girarme veo a Darla que me levanta los pulgares.

Tom como el caballero que es me abre la puerta de su descapotable.

—Gracias—digo mientras subo al auto.

Él sube al auto y enseguida enciende el motor.

—¿Y ya te gusta el lugar?— pregunta mientras conduce.

—Si, es genial — miro el paisaje—Me gusta mucho tu auto.

—Mi papá me lo regalo— desvía la mirada de la carretera unos segundos—Si quieres te puedo llevar a comer a un lugar súper genial .

—Me encantaría—sonrió, el también lo hace.

Finalmente llegamos a mi casa.

—Gracias— me bajo del auto y me apoyo en la puerta—Te veo en la noche, les irá genial.

Camino hacia casa.

(...)

Me encuentro en la escuela, es de noche y esta llena de gente.

—Aquí estas— Darla me da un gran susto, lleva puesto un uniforme de porrista.

—Hola chicas, se ven grandiosas— les sonrió.

—Tenemos que irnos, pero te vemos a salida. Iremos a comer después— me cuenta Jossie para luego irse.

Miro para todos lados para luego subir a las gradas y tomar asiento.

—Aquí estas— Lena aparece junto a mi con un bote de palomitas—No pensaba sentarme con Nadia y Cameron, son unas perras.

—Vaya— doy un gran suspiro, me incomoda un poco Lena.

—Oh no— niega Lena mientras se lleva una palomita a la boca.

—¿Que Pasa?— pregunto.

—Ves a ese chico— mueve su rostro en dirección a un rubio que parece de ensueño—Es un presumido, tiene una rivalidad con los chicos de hace años, especialmente con Harrison.

Veo que cruzan miradas con los chicos y no se ven nada amistosas.

El partido comienzan y todo van bien, hay algunos encontrones, pero nada más. Vamos ganando por cinco puntos adelante gracias a Harrison.

De repente veo cómo Harrison se acerca al chico y se empujan para luego desatarse una pelea, Matt y Tom pelean con otros del equipo.

—Mierda— Lena deja el envase de palomitas de lado, las dos bajamos corriendo.

—Matt Basta— me trato de acercar, el está golpeando brutalmente al chico.

Se acercan varios profesores y gente a separarlos.

—¡Harrison!— escucho el grito de Darla, voy hacia allá y veo a Harrison todo golpeado.

—Estoy bien — pasa una mano por su herida del labio.

Cuando por fin se logran separar todos puedo ver a Tom y Matt, los dos igual de heridos.

—Hay que ir a un hospital, no pueden quedarse así— habla Jossie.

Escucho como Lena le pregunta a Tom si está bien.

—Vamos— Darla comienza a caminar hacia el estacionamiento.

Algunos se van con ella y otros en el auto de Tom, nadie dice nada en el camino.

Al llegar al hospital los chicos ingresan inmediatamente.

—Tendremos que arreglar esto con Miranda, nadie se mete con mi chico—habla Darla furiosa.

—No te preocupes, después de estro no se volverán a meter con nosotros —Jossie la mira y se que planean algo.

Finalmente nos dejan ingresar.

—Hola—veo a Matt ya curado—Fue el mejor partido de mi vida.

Bromeó, el sonríe.

—Espero que lo hayas disfrutado— bromea—Se que me veo mal, pero el chico se ve peor.

—Lo sé, vi cómo lo golpeabas— digo mirándolo.

—Lo lamentó, no quería que vieras eso— me acerco un poco más.

—Está bien— asiento —Te estabas defendiendo.

—Eres grandiosa Lacey—Matt me sonríe, miro hacia abajo y veo como su mano toca la mía.

Élite: la sociedad de los chicos rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora