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—¿Porque viniste?— pregunta Darla volteándose.

—Me preocupabas—me acerco más a ella—¿Que te pasó?.

—Un zapato cayó de la estantería y me golpeó— responde mirando hacia otro lado, siento que me miente.

—Darla— tocó su mano—El otro día iba saliendo de la oficina del director te vi discutiendo con Harrison....¿él te golpeó?.

—Dios— ella se pone de pie enojada—Por eso no quiero que me vean, siempre piensan eso.

—Si necesitas hablar no dudes —la miro, ella me da la espalda—Dios te quiere.

—Lacey, déjame poe favor— me pide—Nos vemos en la semana. Adiós.

Salgo de su cuarto y bajo al primer piso donde me abre la mujer y salgo de la casa, al llegar a afuera mi teléfono suena.

Hoy fiesta en mi casa, eres mi primera invitada—Jossie.

Tomo un taxi para que me lleve a casa a arreglarme.

(...)

Miro la casa y enseguida camino hacia la puerta, al llegar se encuentra abierta. Al entrar está repleto de gente, la música suena muy fuerte.

—Lacey, Aquí— escucho que me llama alguien, es Jossie.

—Hola—la saludó cuando me acerco, con ella esta Matt y Lena.

—¿Como es que tú madre te dejo venir?— pregunta Lena con una sonrisa.

—No te importa Lena—respondo, Jossie y Matt se miran entre sí.

—Que chica mala Lacey— toca mi hombro dándome un pequeño empujón Jossie.

—Es hora de pasarla bien—Lena toma todo el contenido del vaso y se marcha.

—Ves a ese de ahí— me susurra Jossie—Se llama Grizz, es un universitario y me encanta.

—No soy muy buena en esto, pero si Darla estuviera aquí te diría ve por él— le sonrió.

—Nunca te escuche decir algo tan bueno— ella asiente y enseguida se marcha, veo cómo se acerca al chico y lo saluda, comienzan a charlar.

—¿Quieres buscar algo de tomar?— pregunta Matt.

—Si—me volteo y comienzo a caminar con él.

Llegamos a la cocina y Matt me sirve un poco de cerveza.

—¿Sabes algo de Darla?— me pregunta, dejo de beber.

—Si— trato de no parecer nerviosa—Está bien, solo está un poco enferma.

—Debe verse muy fea— bromea, yo rio.

Salemos al patio trasero donde hay gente en la piscina y otra sentada.

—¿Ese es Harrison?— le pregunto a Matt.

—Si—responde, se encuentra con una chica y se ven muy amigables

—No le puede hacer eso a Darla.

Camino hacia él.

—Hola Harrison— lo saludó, él quita a la chica de su regazo.

—Que tal Lacey— él se pone de pie y queda frente a mi.

—Esa chica no parece Darla—apoya mi mano en la cintura, el se ríe y pasa una mano por su cabello.

—Deja de meterte en los asuntos de los demás—habla fuertemente frente a mi, pero no me dejo intimidar.

—Darla es mi amiga así que me importa— me cruzo ahora de brazos mirándolo—Tendrá que saberlo.

Nunca había tenido tanta valentía en mi vida, no sabía que podía hacer esto.

Comienzo a caminar y el me toma del brazo.

—No lo harás...— dice mirándome.

—Harrison, hermano, suéltala— se interpone Matt—Déjala.

—Bravo—Harrison aplaude—Ahora te la quieres tirar, créeme que aunque lo intentes mucho no se abrirá de piernas.

—Estás ebrio, lo hablaremos cuando estes bien— Matt comienza a caminar, pero recibe un empujón. Matt se voltea.

—No Matt— lo detengo—Harrison no está bien, luego te arrepentirás.

Jalo a Matt de la mano y salemos de la fiesta.

—Todo mundo hablará de esto mañana— niega con la cabeza Matt.

Nos sentamos un poco en la acera.

—¿Quieres ir a un lugar especial?— me pregunta.

—Si —sonrió, se pone de pie y me extiende la mano para hacerlo.

Subimos a su auto y nos detenemos en una casa, nos bajamos del auto y caminamos hacia el pato.

—¿Este es tu lugar especial?— pregunto mirando hacia arriba.

—Si, es mi palacio— sonríe.

Subimos las escaleras y llegamos a la casa del árbol.

—¿Porque es tu lugar favorito?— Pregunto observándolo.

—Siempre tuve cosas lujosas, pero no me sentía en un hogar— me explica mirándolo—Pero aquí si.

—Déjame confesarte que al principio me dabas miedo—rio.

—Wow— asiente riendo—No esperaba esa impresión de mi.

—¿Sabias que Harrison era así?— pregunto cambiando de tema.

—Lo vi algunas veces y lo hablé con él...— me cuenta—Siempre me decía que lo dejaría. Harrison siempre a tenido su carácter, no siempre tuvo el cariño de sus padres.

—Darla es una increíble chica, no puede hacerle eso — lo miro.

—Siempre e querido a Darla como una hermana, la conozco desde primaria—me explica—No podría dejar que él le hiciera eso, es como una hermana.

—Eres un buen chico Matt— le sonrió—Nunca había conocido a un chico como tú.

—Siempre conocí a chicas similares como tú, pero nunca igual — también me mira a los ojos—Eres increíblemente fascinante Lacey.

Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo, me acerco a él y lo beso.

Élite: la sociedad de los chicos rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora