Élite: la sociedad de los chicos rebeldes

38

Estamos sentados en los sillones que se encuentran dentro de la estación de policías.

Este lugar me pone muy nerviosa.

—¿Estás bien?— me pregunta Jossie, ella lo nota.

—Si—asiento con la cabeza.

De la oficina sale Harrison con el policía.

—A sido un placer—Harrison le estrecha la mano.

De repente sale de otra puerta Cassie y Maddy.

—Lacey, Lena— dice Cassie acercándose, pero Darla se pone de pie rápidamente.

—Aléjate ramera — habla Darla, salió a flote la Darla que conocí el primer día de escuela—Su grupo de mierda ya hizo mucho daño así que váyanse al lugar de mierda donde viven y no vuelvan a aparecerse cerca de Lena o Lacey.

—No me das miedo intento de Regina George— se acerca amenazantemente Cassie.

—¿Crees que con tu intento de perra mala callejera te voy a temer?— le pregunta Darla—Creme, e conocido a peores que tú y en un segundo las derrotó.

—Lacey, solo queremos hablar— me dice Maddy, yo solo bajo la mirada.

Se abre otra puerta y de ahí sale Tom con Matt.

—Vamos—Jossie se pone de pie.

—¿Estás bien?— le pregunto a Matt.

—Si—asiente con la cabeza.

La puerta se abre de nuevo y de ahí sale Jax con Damon.

Tomamos nuestras cosas y caminamos hacia la salida, pero al llegar a la salida no puedo evitar mirar hacia atrás, la mirada mía y la de Jax se encuentran por unos segundos.

(...)

Con los chicos vamos a comer a un lugar.

Al entrar tomamos asiento en la mesa del al fondo.

Al sentarme no puedo evitar pensar en Jax.

—Planeta llamando a Lacey— Jossie me saca de mis pensamientos.

—¿Si?— preguntó.

—¿Estás aquí?— me vuelve a preguntar Jossie.

—Si—sonrió.

—Esos idiotas tienen una restricción para acercarse a cualquiera—nos cuenta Harrison.

—Pero Damon no se irá así de fácil— habla Lena—Lo conozco y hasta que no logra lo que quiere no se cansa. Quiero irme a casa.

—Yo te acompaño— digo poniéndome de pie, ella igual lo hace.

—Yo las acompaño— Tom también se pone de pie.

Nos despedimos de todos y Tom pide un taxi.

Nos subimos y Lena le da su dirección, luego de minutos llegamos.

Nos bajamos y entramos a su casa.

—Yo iré arriba— señaló hacia allá, subo las escaleras, pero me detengo en el fondo del pasillo.

Veo cómo Lena le sonríe a Tom y le da las mano, ellos hablan un poco para que luego se despida con un beso en la mejilla.

—Se ven lindos— hablo desde arriba.

—Así que te gusta espiar— ella se cruza de brazos con una sonrisa para luego subir.

Al llegar junto a mi entramos a su cuarto y nos arrojamos en la cama.

—Mamá vino a casa hace días— dice de repente Lena—Me pregunto si quería ir a vivir con ella, pero luego de lo qué pasó me di cuenta que papá me ama mucho así que es injusto que lo deje.

—Me agrada que te des cuenta que tu papá  te ama mucho — digo sentada en la cama.

—Si —sonríe—Me agrada Tom.

—Lo sé—la miro—Y no sabes cuánto le agradas a él.

—¿Y qué tal con Matt?— me pregunta Lena.

—Nada, decidí no guardarle un rencor profundo y dejar todo en tranquilidad— le digo.

—¿Pero pensaste que había una posibilidad de que volviera a pasar algo?— me pregunta.

—No lo sé Lena, no estoy en un futuro cercano de pensarlo.

—Solía ser una chica mala, pero me canse de esa vida, de no llegar a casa y vivir peleada con papá. Al igual que tú me canse de eso, solo quiero vivir feliz.

—Muy bien Lena, es hora que dejarás el papel —la abrazo—Te quiero, tengo que irme.

—También te quiero— nos separamos y me pongo de pie—Adiós.

Salgo del cuarto y bajo las escaleras para luego salir de casa y pedir un taxi, luego de minutos llega y me lleva a casa. Ya es de noche.

Después de diez minutos llego a casa, le pago al hombre y me bajo.

Camino hacia casa.

—Lacey, espera— dice, no quiero voltearme—Por favor, mírame.

Me giro finalmente.

—Tienes una orden de alejamiento Jax— hablo a una distancia prudente—Aléjate de mi por favor, no sabes el daño que me hiciste.

—Lacey, no era mi intención... —trata de acercarse.

—Aléjate— le hablo aguantando las lagrimas—Ya es tarde, vete y no vuelvas.

Me volteo y camino hacia casa.

—Diablos, te amo Lacey.

No puedo evitar detenerme de golpe.