Élite: la sociedad de los chicos rebeldes

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Luego de estar semanas en casa y asistir a una terapeuta que me convenció que gran parte no era mi culpa decidí ir a la escuela.

Tocan la puerta, se abre enseguida y deja ver a mamá.

—Hola cariño— me saluda con una sonrisa—¿Segura que quieres ir?.

—Si mamá, no quiero quedarme toda mi vida aquí— me pongo de pie, quedo frente a ella.

—Lo superarás Lacey, lo superaremos—me sonríe mamá.

—Ya no quiero portarme mal mami, quiero ser una mezcla de la antigua Lacey con la agradable de Los Angeles—la miro a los ojos—Solo quiero divertirme y tener una vida normal.

—Estoy muy orgullosa de ti— me sonríe con sus ojos llorosos, me abraza—No sabes cuanto espere que me dijeras eso.

Nos separamos.

—Bueno...—mamá se limpia las lágrimas—Dejaré que te vistas, luego ve a comer.

Voy hacia el baño y me doy una ducha para luego salir y secarme el cabello, lavar mi cara y mis dientes. Salgo del baño y me visto con un jeans, una camiseta blanca y una chaqueta de jeans. Me aplico un poco de maquillaje, tomo mi bolso y salgo del cuarto.

Bajo las escaleras para enseguida entrar a la cocina, se encuentra mamá, papá y Jagger.

—Hola cariño —me saluda Papá despegando su vista del diario.

—Hola—le sonrió.

—Aquí está, quiero que lo comas—mamá deja un palto de huevo y tocino.

Le doy unas probadas, sabe bien.

—Vamos, yo los llevaré hoy— papá deja el diario en la mesa y se pone de pie.

Me pongo de pie y tomo mis cosas, me acerco a mamá.

—Adiós—me despido con beso en la mejilla.

Salemos de casa y nos subimos al auto de papá, el conduce por varios minutos hasta que llegamos a la escuela, Jagger se baja, pero antes de bajarme papá toma mi brazo.

—Lacey todo estará bien—Papá me mira a los ojos—Si tienes algún problema o te sientes incómoda no dudes en llamarme.

—Estaré bien papá — le sonrió—Adiós, te quiero.

Me bajo y enseguida noto las miradas de todos, pero siento un alivio al ver a Darla, Jossie, Tom, Harrison y Lena esperándome. Me acerco a ellos.

—¿No se siente bien volver ?— nos pregunta Harrison.

—Si —decimos Lena y yo al mismo tiempo, varios se nos quedan viendo.

Darla da una de esas miradas que tiene y enseguida todos dejan de vernos.

—Gracias Darla—Lena le sonríe.

—Vamos—Jossie me toma del brazo—Llegaremos tarde.

Todos caminamos hacia adentro.

(...)

El timbre suena, me pongo de pie rápidamente porque ya no quiero seguir escuchando los susurros de la gente.

Salgo de las primeras del salón y camino rápidamente hacia la salida.

—Lacey—alguien hace que me detenga, me volteo y es Matt.

—Hola—le sonrió

—¿Como estás ? — me pregunta, está Lacey nueva no quiere tenerle  tanto rencor a Matt.

—Bien—acarició mi brazo dando una mirada hacia abajo—O sea... en verdad la gente habla mucho de mi.

—La gente siempre habla de todo— trata de hacerme sentir mejor—No te preocupes, mañana habrá otro tema del que todos hablarán.

—Eso espero—caminamos hacia la salida—Gracias por estar  preocupado  por mi.

Logró distinguir a los chicos, junto a Matt caminamos hacia allá.

—Lacey— escucho desde atrás, no puede ser.

Me volteo y lo veo con Damon.

—Hola Lacey— me sonríe Damon, su sonrisa me da miedo.

—¿Que quieren?—preguntó rápidamente.

—Vete— le dice Lena quién aparece junto a los chicos.

—Ahora me tratas así nena— él se le acerca a ella—Pero antes cuando lo hacíamos...

—Ella dice que te vayas — Tom se pone adelante de Lena intimidante mente.

—¿Quien diablos eres tú?— le pregunta Damon un poco molesto—¿Él perro faldero que está tras ella?.

—Tenemos que hablar Lacey —Jax me sujeta el brazo.

—Suéltala—Matt le baja el brazo.

—Jodete— Jax lo empuja.

Y es así como los cuatro terminan peleando, Harrison trata de hacer algo, pero no puede.

No se como sucede, pero de la nada llega la policía.

Se bajan del auto.

—Bueno, nos llamaron  diciendo que aquí ocurría una pelea—habla el policía—Quedan detenidos.