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Me encontraba en "la guarida" de los chicos, en el cuarto de Jax.

Camino por todo su cuarto.

—Así que te gusta leer— observo una gran repisa de libros—No sabía que los chicos malos lo hacían.

—Que seamos malos no significa que no tengamos un gusto refinado por la lectura— me habla desde el sillón donde se encuentra sentado.

—Mmm...—observó cada libro—Pensé que al hablar de gustos refinados hablabas de crepúsculo, pero veo que no es así, cumbres borrascosas es un gran libro.

—Lo sé— me sonríe, me acerco a su ama y me arrojó a ella.

De repente se abre la puerta, es Cassie.

—¿Que diablos haces aquí? — le pregunta Jax a Cassie, ella rueda los ojos.

—Cállate, vine a ver a mi amiga— se arroja junto a mi en la cama.

Tocan la puerta, es un chico que nunca antes había visto.

—Jax, hay reunión— le avisa.

—Okey— se pone de pie y comienza a caminar y antes de salir se detiene—Ah y Cassie, tú harás mi cama después.

Él sale con una sonrisa.

—Es un maldito— habla ella.

—¿Que reunión?— preguntó mirándola.

Ella saca un cigarro de su bolsillo y lo enciende.

—Una junta que tienen siempre los chicos— le da una calada al cigarrillo—No me interesan esas mierdas, prefiero hacer el trabajo sucio.

—Okey...—asiento con la cabeza—¿Hace cuánto que estás aquí?.

—Me críe en esta vida, Jax y yo somos primos— me cuenta—La mamá de Jax creo este movimiento y tanto yo como él no pudimos evitar entrar, pero no me siento mal de hacerlo porque es mi vida.

—¿Todos han estado desde el principio?— pregunto, ella niega.

—Maddy llegó hace un año, es la más nueva—me mira—Nos cuesta admitir a gente nueva, pero tú y Lena sorprendente han entrado.

—¿Y Damon?— preguntó, veo cómo se pone un poco incómoda —¿Entro junto con ustedes?

—No solemos hablar mucho de Damon por aquí porque tiene un genio extraño, pero se que tú eres buena para no contar secretos— me sonríe mientras apaga su cigarro—Damon viene de una familia perfecta que nunca le dio amor, al principio se metió a este mundo para solo llamar la atención, pero se dio cuenta que el verdaderamente pertenecía y es así cómo se convirtió en uno de los lideres, nació con esa actitud psicopata narcisista.

—Eso...eso da miedo —digo aterrorizada, me había percatado que Damon era un poco extraño, pero no tanto—¿No te da miedo?.

—Gente como nosotros ya le deja de temer a muchas cosas— se pone de pie—Se que esta conversación no saldrá de tu boca.

—Si—asiento—No te preocupes.

De repente entra un chico.

—Necesitan a Lacey— habla, Cassie lo mira.

—¿Quien?— pregunta junto a él.

—Damon— dice, Cassie me da una mirada.

Me pongo de pie y salgo junto al chico, caminamos por varios pasillos con luces rojas hasta llegar a la puerta que había visto la otra vez.

—Hola— entró, Damon me observa junto a Jax y otros dos chicos—¿Si?.

—Espera—habla Damon con los brazos cruzados.

Unos segundos entra entra Lena.

—¿Que pasa bebé?— pregunta ella mirándolo.

—No todos tienen el privilegio de estar con nosotros—Damon se acerca y queda en frente de nosotros, se ve muy intimidante—Ahora tienen que trabajar.

—¿Que?— preguntó sin entender.

—Ayudarnos a hacernos el trabajo sucio— habla Damon, miro a Lena.

—No lo dudes bebé— ella acaricia su brazo.

—Ehh—acarició mi brazo de lo nerviosa que estoy—Esperen un poco.

Me alejo un poco de ellos, tengo la respiración agitada. Dios santo.

—Lacey—Jax toca mi brazo—Tranquila.

—No lo sé— lo miro a los ojos—Esto me da un poco de miedo.

—No te preocupes, yo te protegeré— acaricia mi mano—No te pasará nada, o juro.

—Vamos Lacey —ahora aparece Lena—Será fácil.

Doy un gran respiro y me acerco a Damon.

—Lo haré.

Élite: la sociedad de los chicos rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora