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Luego de estar recostada todo el fin de semana hoy decidí que ya no lo haría más, me acerqué al espejo y traté de descifrarme  por media hora hasta que me encontré, decidí que nadie nunca más me haría daño como él me lo hizo, ya dejaría de creer en los cuentos de hadas y dejaría de ser la Lacey inocente porque no quiero que nadie más me haga daño.

Bajo a la primera planta en donde saludó sutilmente a papá y mamá.

—¿Como estuvo el fin de semana?— pregunta mamá de repente.

Levantó la mirada.

—Bien— respondo sin alguna expresión, vuelvo a agachar la cabeza.

—¿Te cantaron feliz cumpleaños?— pregunta otra vez mamá—¿Matt te dio un regalo?.

Justo suena una bocina de un auto afuera.

—Tengo que irme— me pongo de pie y tomo mis cosas y camino a la puerta.

Al llegar camino hacia el auto.

—Hola— ella me saluda.

—Hola Lena— sonrió, ella trae puesto unas gafas de sol muy lindas.

—Toma— me entrega unas gafas—Un regalo.

—Gracias—sonrió poniéndomelas.

—Todo estará bien, solo ve con la frente en alto— me mira Lena, yo solo asiento.

Ella aprieta el acelerador y conduce en dirección al colegio. Al llegar varía gente se nos queda viendo, ya todos saben del escándalo.

Lena me mira a lo que yo asiento, bajamos y caminamos hacia donde están los chicos.

—Hola— los saludo quitándome los lentes de sol.

—Están a la par— señala las gafas de sol—¿Desde cuando son amigas?.

—Eso no importa— le responde Lena poniendo sus gafas en la parte de arriba de su cabeza.

El timbre suena.

—Tengo que ir a clases— miro a los chicos.

—Te acompañó— Lena vuelve a ponerse sus gafas de sol.

Juntas caminamos hacia adentro.

(...)

Luego de una hora termina la clase de matemáticas, camino hacia la cafetería para almorzar, cuando pasó por el pasillo principal veo a Harrison y Matt hablando y ellos también me notan. Al llegar a la cafetería me acerco donde están los chicos.

—Hola—sonrió tomando asiento, noto que todos los de la cafetería me miran.

—¿No tienes nada mejor que hacer?— le pregunta Lena a una chica que nos mira—¿Tú vida es una mierda que ves la de otros?.

La chica deja de mirar rápidamente.

—Tranquila Lacey— acaricia mi mano Darla.

De repente todos se quedan en silencio en el lugar a lo que no entiendo, la chica que está a mi lado lleva su mirada hacia la entrada de la cafetería, me volteo y veo a Matt a lo que enseguida me vuelvo a voltear hacia las chicas.

Ellos solo miran hacia allá, pero de repente Tom trata de ponerse de pie, pero Darla lo detiene.

—Lacey— escucho desde atrás, cierro un par de segundos los ojos para luego ponerme de pie.

—¿Que quieres?— pregunto fríamente.

—Me gustaría hablar contigo— veo cómo juega con sus manos—Pero no aquí.

—¿Porque no aquí?— Pregunto de brazos cruzados—Ya todos saben lo que me hiciste, soy el chiste del lugar....

Levantó más la voz.

—Por favor no me vuelvas a hablar— la irá salía como bonito verbal de mí en ese momento—Ve y revuélcate con las que quieras, esto termino.

Los chicos se ponen de pie para irse junto a mi.

Matt trata de acercarse, pero Tom lo detiene.

—Lo siento, pero tienes que dejarla en paz — veo como le habla firmemente mirándolo a Matt.

Salimos del lugar y nos detenemos un poco.

—Gracias Tom— le sonrió, Jossie acaricia mi brazo.

—Te queremos Lacey —Jossie me sonríe.

—Me voy chicas— habla Tom—Tengo que entrenar.

—Adiós—nos despedimos todas.

—Tenemos que terminar tarea.— habla Darla refiriéndose a ella y Jossie—Las vemos luego.

—Si—comenzamos a caminar con Lena.

—Espera— se detiene rápidamente —Tengo que ir a buscar algo al casillero, vuelvo enseguida.

Camino hacia afuera, al llegar veo a algunos chicos afuera. Me quedo en un lugar a esperar a Lena.

—¿Quieres?— alguien estira una cajetilla de cigarrillos.

—No gracias— hablo y él la retira—No fumo.

—Como quieras—habla con el cigarrillo en la boca, solo lo veo de reojo.

Enciende su cigarrillo y comienza a fumar.

—Espera— habla de repente, lo miro y ya me doy cuenta quien es.

—Tú eres la amiga de Lena— me señala— La de la fiesta.

—Si—asiento con la cabeza.

—Damon, un placer—asiente con la cabeza.

—Lacey, el mío también—le sonrió.

Vemos a Lena salir de la escuela, ella sonríe al verlo.

—Hola nena— él lo saluda para luego darse un salvaje beso.

Luego de unos varios segundos se separan.

—Vamos — Lena toca mi hombro para luego comenzar a caminar.

—¿Donde?— preguntó quiera.

—Será agradable— toma mi mano y me jala.

Llegamos aún auto que parece de los noventas, una reliquia bonita.

Élite: la sociedad de los chicos rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora