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Me encuentro recostada en la cama mirando hacia el techo, no me apetece hacer nada.

Greer y Carrie entran a la cabaña con la respiración agitada.

—Vamos Lacey...— Greer se arroja junto a mi en la cama—Hagamos algo divertido, no has salido desde ayer.

—No tengo mucho ánimo—me giro hacia el otro lado de la cama.

—Vamos...—ahora me jala Carrie del brazo haciendo que me ponga de pie.

—Te cambiarás y iremos a conversar con las otras chicas, te encantaba— Greer me arroja un chaleco, apenas me lo pongo.

—Listo, vamos — me jalan las dos de cada mano.

Al llegar al jardín todos me saludan y yo solo me dedico a darles una sonrisa.

—Miren que tenemos aquí, es Lacey — dice la señora Parker, la entrenadora del campamento—¿Nos honrarás?.

—No, gracias— la miro—Le dejare esto a Greer y Carrie, ellas son buenas.

Tomo asiento y al mirar hacia mi lado se encuentra Margaret, la cual era en si la chica con la que menos se hablaba en la iglesia.

—Hola—me sonrió mostrándome sus frenillos.

—Hola—saludó para enseguida mirar hacia adelante.

—California te a hecho bien —habla, yo solo sigo mirando hacia adelante—¿Como es allá?.

Lacey, trata de ser amigable.

—Es bonito— me giro con una sonrisa forzada.

—Todos hablan de ti aquí, eres como la diosa de este lugar — sonríe.

—¿En serio?— pregunto.

—Si, todas quieren ser como tú — ríe mientras arregla sus lentes.

—Soy alguien normal— me encojo de hombros.

—También....— se pone más seria—Se habla de que cámbiate mucho, que tienes otros amigos y bebés y fumas yerba.

—¿Que?— me giro hacia ella.

—Eso—ella baja la mirada.

—Eso es verdad—la miro—Abrir los ojos allá y me di cuenta que lo que era el mundo y que no solo es una biblia y una iglesia. ¡Estoy harta de vivir con gente falsa como ustedes, se creen perfectas y solo Dios las conoce, pero terminan siendo peores!.

Todas en el lugar me miran sorprendida.

—Solo quiero irme—me pongo de pie y comienzo a caminar

—Lacey —me llaman Carrie y Greer, pero no me detengo.

De repente siento como me toman del brazo, me alcanzaron.

—¿Que pasa contigo?— me
Pregunta Greer mientras me mira.

—¡Vine a este campamento porque me obligaron!— les grito—¡Estaba pasándola de maravilla con mis amigos, pero mis padres me mandaron aquí para que volviera a ser como antes! ¡Cambie, no soy como antes!.

—Sabes...nos dimos cuenta cuando viajamos a verte, solo con mirarte sabíamos que no eras tú—Greer me mira—Lamentamos mucho que pase esto, no queremos perderte.

—Lo siento chicas, pero cambié y con eso creo que ya no podemos seguir siendo amigas.

—Lo entendemos Lacey, ojalá algún día recapacites— Carrie me mira.

Comienzo a caminar hacia la cabaña, al llegar me siento en la cama y hundo mi cabeza entre mis pierna.

Siento como la puerta se labre, pero ni siquiera me inmuto.

—Si son ustedes chicas por favor váyanse— pido.

—Si quieres que sea una chica puedo serlo— oigo su voz, levantó mi cabeza—Vinimos a buscarte, vine.

—Matt—solo soy capaz de decir con una sonrisa.

Élite: la sociedad de los chicos rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora