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Meses después.

Matt y yo ya éramos novios, nos entendíamos tan bien y eso me fascinaba. Todos en el colegio sabían que éramos novios y junto a Darla y Harrison nos llamaban la nueva pareja popular.

Hoy era mi cumpleaños, ya tenía dieciocho.

—Buenos días Lacey —escucho la voz de mamá, me volteo y la veo con un plato de hotcakes con una vela.

—Gracias— tomó asiento en la cama.

—Vamos, sopla— mamá me acerca el plato, soplo las velas—Te espera un gran día.

—Si — sonrió poniéndome de pie, mamá sale del cuarto entonces voy y me doy un baño.

Luego de salir del baño voy a mi armario y me pongo una falda linda con una polera corta junto con mis tacones, me maquillo un poco  y salgo del cuarto.

Al bajar las escaleras y llegar a la cocina veo a papá y Jagger sonreír.

—¡Feliz cumpleaños!—exclaman los dos.

Ellos se acercan y me abrazan.

—Gracias—digo en el abrazo, suena el claxon del auto de Matt—Ya es tarde, tengo que irme.

Mamá y papá saben que tengo algo con Matt.

—Cuida la  casa— me dice mamá mientras tomo mis cosas—Volveremos el domingo en la tarde, pásala bien con tus amigos.

—Si, no se preocupen— les sonrió y salgo corriendo hacia afuera.

Al llegar Matt me sonríe, no creo que sepa que es mi cumpleaños. Corro hacia el auto.

—Buenos días nena— me saluda con un beso cuando tomo asiento en el auto.

—Hola—le sonrió, él aprieta el acelerador en dirección a la escuela.

Mientras conduce acarició su cabello rubio, se que eso le agrada.

Aunque se que no es necesario que supiera mi cumpleaños me hubiera gustado un saludo de su parte.

Al llegar al colegio nos bajamos del auto, pero no están los chicos y ellos suelen espéranos afuera.

—Vamos, te acompaño—él toma mi mano y caminamos hacia adentro, mientras lo hacemos muchas personas nos saludan.

De repente nos detenemos, Matt toca sus bolsillo y luego mira el bolso de deportes.

—Diablos, se me quedó algo importante en el casillero de los vestidores— dice mirándome—¿Me acompañas?.

—Si—beso su mejilla, caminamos hacia los vestidores, pero para  llegar hasta allá tenemos que primero pasar por el gimnasio.

Al entrar  está todo oscuro, cuando ya vamos en la mitad las luces se encienden.

—¡Feliz cumpleaños!— salen todos gritando, no puedo evitar asustarme.

Estoy como en un estado de schok, entre sorprendida y asustada. Matt solo me mira, todos traen globos y un pastel.

—Sopla las velas— dice Matt, todos nos quedamos en silencio y la soplo.

—Gracias —respondo—Pensé que ni siquiera sabían cuando estaba de cumpleaños.

—Como no lo haríamos— Darla se acerca y me abraza—Ya tienes dieciocho, estás demasiado grande.

—Gracias Darla— me separo de ella, se acerca Jossie y me da un gran abrazo.

—Te adoro Lacey — dice para luego separase.

—Que grande estás — Lena toca mi brazo.

—Lacey parece más pequeña que todos,  pero es una de las mayores—Tom me da un abrazo.

—La pasarás bien hoy — me dice Harrison con un sonrisa—Te queremos.

—Mis padres salieron de la ciudad con mi hermano— les cuento, Darla y Jossie intercambian miradas.

—Mmmm...—da una gran sonrisa Darla, es la sonrisa planeadora de algo—Entonces celebraremos tus cumpleaños en tu casa.

—¡Si!—aplaude emocionada Jossie.

—Okey—me encojo de hombros en modo de aceptación—Nos vemos hoy.

El timbre suena.

—Tengo examen—Darla toma sus cosas rápidamente—No estudie nada. Adiós, los amo a todos.

Sale corriendo y atrás de ella va Harrison.

—Tengo que ir a revisar mi casillero, correré un poco—Tom nos dice para enseguida irse.

Tom le da una mirada a Jossie y Jossie mira a Lena, Jossie enrolla su brazo con el de Lena.

—Y nosotras iremos a ver a Tom correr, adiós.

Se van rápidamente tras Tom.

—¿Lo sabias?— preguntó volteándome hacia Matt.

—Claro que si, como no lo sabría— habla mientras juega con mi pelo y me mira a los ojos.

—Te amo —sale de mi de repente, estamos los dos en shock—Dios...lo siento.

—¿Porque diablos te disculpas?— pregunta tomando mi rostro entre sus manos—Te amo, lo hago hace mucho tiempo.

Nos damos un corto beso para luego separarnos.

—Tengo un regalo—busca algo en su bolsillo—Ten, lo escogí yo mismo, puede que no tenga buen gusto.

Me entrega una cajita roja pequeña, al abrirlo es un collar con un corazón.

—¿Un corazón?— pregunto mirándolo.

—Es mi corazón y ahora te pertenece a ti— dice mirándome, no puedo evitar sonreír.

—Tú siempre has tenido el mío, eso es lo sorprendente— lo miro a los ojos—Lo sé, lo supe cuando te conocí.

🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻

Esta escena y la relación de ellos me recuerda a la canción lover de taylor swift, estoy enamorada de esa canción.

Élite: la sociedad de los chicos rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora