Dormí unas cuantas horas (tal vez demasiadas). Miré el reloj y ya eran las 4 PM, cosa que me llamaba la atención ya que solía dormir bien; y no había tenido ningún desfasaje. O por lo menos ninguno que lo hiciera asequible.
Justo en ese instante un flashback me tomó desprevenido:
Eran épocas de universidad. Mi pandilla y yo estábamos en lo de Ingrid -una casa bien lujosa, en un country con pileta-. Maxi hacía el asado mientras nosotros discutíamos qué profesor era el que estaba más chiflado. La mayoría se jactaba de que era Capuzotto (algo con lo que yo no difería del todo). -¡No, la peor es la vieja drogadicta de Eugeni! –exclamó la anfitriona -que se solía oponer-. -¡Tiene razón, Capuzotto no se fuma ningún faso! –acoté ya que a mí me fascinaba consentirla. Era tan única y hermosa como un astro en el cielo: brillaba siempre y tenía una particularidad; la que la hacía comportarse como una sinvergüenza. Resulta que la mente no le andaba del todo correctamente. Y era medio bipolar, aunque yo sí me la aguantaba: porque su cuerpo no tenía nada nada que envidiar (anchas caderas, lindas piernas y una COLA bonita). No obstante lo mejor estaba en su forma de pensar (que era siempre caótica); y -regida por su psiquis y mente descontrolada-: su vagina (que olía a pulpo) y se mojaba con frecuencia: Pues para mí el sentir su olor desde lejos, era como cuando vas por la ruta y percibís un fuerte aroma a cannabis; parás el auto en la banquina y te bajás a ver qué onda. Luego vas hasta un alambrado y le tirás una ramita, te asegurás atentamente de que no esté electrificado; y subís porque la vista allá arriba es hermosa: estás ante una gran plantación de mariguana (aunque su olor se asemejaba a un cultivo de ESTRÓGRENOS). -¿Podemos hablar en privado por favor? –me preguntó cuando asentí con la cabeza. Así que nos separamos y fuimos a la cocina. Yo sabía que esto NO iba a ser bueno. Ingrid quiso decir algo pero Eros no lo permitía -Pulsión de Vida, aunque eso se puede googlear- : yo me aclaré la garganta y fui lo más claro que pude: –Me volvés loco y vos... -Me tapó la boca. Tenerla cerca me hacía sentir como si fuera un ganador. Claro estaba que Hankito no era más que un fracasado: –Sos demasiado inmaduro para mí Hank.... -Fruncí el ceño, no entendía bien la especificidad- Quiero un chico al que conozca realmente bien, al que le pueda contar mis más oscuros secretos; y que esté a mi lado cuando yo me sienta indispuesta. –¡¿Cuándo conocés realmente a una persona?! –respondí furioso- Yo no me canso de cumplir con todos esos requisitos. De hecho, me gusta oír tus pícaros secretos... –Me miró con una cara de póquer; no era un momento óptimo para hacerle de mis bromas- ¡Ya te cuidé mientras se te re desprendía la CAJETA! ¡A mí mamá le dispararon y sangró menos! –Rodó los ojos, mi mamá era una buena policía- ¡Si bien entiendo que me valla mal en la universidad, eso no me convierte en un PUTO INCOMPETENTE ! –Suspiré, ella se ocultó una lágrima– ¡Te odio estúpida, sos lo más importante para mí! No debía voltearme para saber que los chicos nos acechaban. (Fin del flashback) "¡Maldita sea!", pensé, eso estuvo tan loco. Bebí algo y me contuve porque tampoco era la idea: a las ocho teníamos que hacerle el test a Phoenix. Miré el reloj y recién eran las cuatro y veinte; necesitaba recuperarme cuánto antes para volver a ver a Ingrid. Si bien dejar la bebida no sería algo fácil; no podía seguir siendo "demasiado inmaduro". Además la pelirroja necesitaba que le dieran un ejemplo: así que me rendiría y dejaría las letras. La primer audacia era pensar sobre mi forma de ser (y de que no había cambiado tanto como hacía falta). Entonces tomé un poema y lo deshice con bronca. Aunque antes lo espeté por la última vez: "Al final me mandó a TOMAR POR CULO. Gracias a ella me di cuenta de que era poco interesante. Y también de que nadie me podría ayudar: debía anhelar ser de ese modo en vez de tener una amiga así. Porque yo nunca cesaría de ser tan PUTAMENTE FRAGIL. Y depender de la razón y del ingenio ajeno; es un peligro cual andar con los ojos vendados." No lo encontraba súper malo, aunque difícil de entender. De todos modos, cada cual se lo tomaba diferente. Era una pena que mis textos se hallaran en el tacho; empero, esperaba que una chica los leyera: se enamorara y escribiera unos cuantos por sí misma (En especial si la suertuda fuese toda una Ingrid). Los chicos solo pretendían a las mujeres por su cuerpo: no sabían del cariño ni tampoco del afecto; pero ella me quería sin temor -y se notaba en el sexo-. ¡POR MI PEPINO QUE SÍ SE NOTABA EN EL SEXO!: era tan ruda y me trataba como si fuera su presa (en Psicoanálisis se llamaría la "verdadera mujer"); con su crueldad y sentido maternal característico. Pero eso no se encierra en la violencia de los hombres. Así que decidí salir con tal de dar una vuelta. El sol estaba perfecto: ni fuerte ni débil. Había gente por doquier y en todos lados (parques, bancos, restoranes y pues centros comerciales). Si bien no estaba seguro del porqué, me sentía diferente; tal si me hubiera quitado un gran peso de encima. Entonces vi que un F-type transitaba a los pedos, y le grité a unos gays porque los atropellaría. –¡Muchas gracias! -me dijo el más alto. –¡De nada! -respondí cuando noté a su amigo- ¿Puede ser que tu novio llore como gatito? -Me reí- ¿Está bien? –Somos amigos. –¡Ah! -Me interrumpió. –¡Soy sensible pero al menos no un FALSO DE MIERDA! -Bueno -El alto hizo una seña para que yo no siguiera- ¡Chau chicos! –respondí con una voz de afeminado. -¡¿Qué dijiste?! Hubo un silencio en el que ambos nos reímos: al parecer su "amigo" estaba en esos días. -¡¿Qué dijiste?! El lo tomó del brazo y se alejaron, rodé los ojos divertido. Ya me sentía mejor. –Alguna gente simplemente está muy mal de la cabeza.... -musité mientras me iba a comprar una cerveza.
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Un roto de los nefastos
JugendliteraturElla Hart es una simple mujer que subsiste con los juegos de Casino en Las Vegas, Hank Carson es un pobre escritor que decide mudarse a la gran ciudad, Pheonix es una pelirroja muy atractiva que cree no tener futuro y se siente una inutil. Los tres...