Capítulo 24

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-¿Y ahora cómo se su supone que la vamos a encontrar? –Le pregunté.
–En el siglo XX se inventó un artilugio mágico llamado celular.
Rodé los ojos varias veces mientras Phoenix no atendía hasta que alguien lo más hizo.
–¿Quién es? –Preguntó una voz gruesa y llamativamente áspera; parecía un cantante de heavy metal.
-¡¿Está la pelirroja o no?! ¡Más te vale encontrarla rápido si no querés enterarte de lo que soy capaz!
-¡La textura de tus labios me genera un poco de intriga!
-¡Voy a contar hasta tres! ¡Si no escucho la voz de Phoenix te recomendaría ir avisándole a tus amigos que mañana va a ser tu funeral! ¡Yo que vos aprovecharía para declarale mis sentimientos a la chica que te gus... -La colorada la interrumpió.
–¿Qué onda chicos?
-¡MALDITA BASTARDA!
Pude ver como la jugadora de póquer se ponía rápidamente roja de la furia. Sus cachetes parecían tomates (las mejillas), mientras que los otros también estaban de ese color por el fustazo que le había dado hace no tanto.
La ansiedad realmente poseía su cuerpo, lo que no era súper malo
porque al menos serviría para ponerle un límite a la pelirroja (el que su padre no le había puesto cuando tenía cinco años).
Pero bueno... la petisa no estaba en un estado como para responder. Así que le arrebaté el dispositivo móvil y les pregunté donde estaban. El chico me dijo que en el café, por lo que le respondí: "¡Y YO EN LA BASE SECRETA DE LA NAZA, LA RE CONCHA DE TU HERMANA!"
Entonces, levanté la mirada y me di cuenta de que no lo tenía a muchos metros de distancia. Agarré a Okis del brazo con tal de arrastrarla y me gané una patada más en la entrepierna, por lo que iba a tener que averiguar cuanto valía un trasplante de PENE.
La petisa ya se veía mucho mejor, aunque sus ojos seguían asustándome un poco. Su furia probablemente había sido desatada por el comentario del imbécil amigo de Phoenix. A mí me parecía una reacción un poco exagerada, pero podía ser que en realidad no lo fuera del todo. Porque tal vez le había traído algún que otro recuerdo de sus "años innombrables"... a mí me sobraban bastantes...
-¿Estás bien Hank?   
-¿Dijiste algo? –Pregunté luego de unos segundos.
–No... -Musitó sorprendiéndome bastante con su respuesta.
Hubo un silencio peculiar hasta que suspiré profundamente para luego romper el hielo y exclamar un poco de mejor humor.
-¡¿Vamos a buscarla o no, boba?!
-¡Okis! Digo, ¡Está bien! 
-¿Sos tonta o te caíste de la cama al nacer?
-¿Te dije que te odio mucho, no?
-Tantas veces que ya perdí la cuenta.
-¡Yo no!
Sacó una libreta y una lapicera de su corpiño para luego trazar una línea... había unas cuantas... 
-¿Se puede encontrar lo que sea al meter la mano ahí dentro? 
Ella me ignoró y se alejó sin responder, así que me acerqué y agregué con bronca.
-Bueno... ¡Cualquier cosa menos un par de BUBIS! 
Continuó alejándose de mí porque sabía que tenía razón y se quedó sin respuestas para contraatacar. 
Llegamos al lugar. Miramos alrededor y caminamos de lado a lado sin localizarla por ninguna parte.
Entonces, le preguntamos al primer chico que se nos cruzó por la pelirroja. Él nos dijo que tenía ocho en el celular, así que le especificamos que no se trataba de nadie más ni nadie menos que Phoenix Matozo. El adolescente permaneció en silencio por unos segundos poniéndonos muy nerviosos a ambos. 
–No... -Respondió dándonos a entender lo contrario- ¿Sos su viejo?
-Sí... –La jugadora de póquer me miró- Digo, ¡No! –Me golpeé en la frente con la palma de la mano- ¡Solo somos sus amigos! ¡Ni que fuéramos a sedarla con lorazepam, llevarla a una casa en el medio de la montaña, quemarla con querosén y luego comernos su cadáver! 
-Demasiado específico... -Rodé los ojos– Soy su mejor amigo Ralph, ¡Mucho gusto!
-¡Cómo tu camaleón! –Exclamó Ella haciendo que mi ano se abriera bruscamente de la risa.      
El pobre chico nos miraba sin entender nada. Tenía anteojos y sinceramente parecía un poco rancio para la pelirroja, ella podía aspirar a mucho más. Tenía pelo rubio y ojos verdes, aunque eso no quería decir que fuera medianamente lindo. De hecho, cuando ya estábamos tranquilos porque habíamos dejado de reír. Se mordió el labio inferior haciendo una mueca horripilante. Básicamente era INCOJIBLE*.
-¡¿De qué se ríen?! –Preguntó como si le estuviéramos haciendo bullying.
–No te preocupes, no tiene nada que ver con vos... -Respondió Okis.
-¿Hacía falta aclararlo?
La petisa me miró notablemente disconforme con mi pregunta. Hubo otro silencio raro e incómodo, lo que me confundió un poco más de lo que ya estaba.
-Al parecer su pasado es todavía más oscuro de lo que supuse... –Pensé- Quizás ella también tenga sus razones para sentirse identificada con Phoenix... ¡¿Y cercana como una hermana?! (porque no se llevaba bien con el suyo)  
-¡¿Nos vas a decir dónde está la pelirroja o no?!
-Espérenme un momento que voy a buscarla. 
Unos minutos después, se acercaron hacia nosotros de una forma lenta y cautelosa porque la colorada pensaba que en serio íbamos a sedarla con lorazepam, llevarla a una cabaña en el medio de la montaña, quemarla con querosén y comernos su cadáver.
Estaba nerviosísima. A mí no me gustaba verla así, por lo que no pensé más de una vez antes de comenzar a hablar. 
–No estoy enojado... -Algunos clientes de la cafetería comenzaron a dirigir su atención hacia nosotros- Pero quiero darte un consejo como tu viejo, digo, amigo... En este mundo en el que vivimos uno no puede hacer lo que se le antoja cuando se le da la gana, nada funcionaría de esa forma... -Les di una efímera mirada a los que estaban a mi alrededor- Entonces, tarde o temprano te vas a dar cuenta de que tenés una oportunidad increíble. Porque en este lugar vas a aprender las únicas cosas que podrían llegar a hacerte un poco menos ignorante en este mundo cruel e indiferente... –Phoenix me interrumpió.
-¡Por más que quiera no puedo! –Exclamó con ganas de ponerse a llorar pero haciendo fuerza para evitarlo- ¡Nací estúpida y no tengo arreglo!
-¡AHORA VAS A CERRAR TU GRAN CULO Y ESCUCHAR ATENTAMENTE LO QUE TE VOY A DECIR! –Suspiré profundamente- ¡No tengo ni la más puta idea de por qué pensás que sos una inutil... pero estoy seguro de que solo ahora estás viva... y si no sabés cuál es tu sueno o ahnelo más profundo deberías morir! –La jugadora de póquer empezó a observarme de la misma forma que yo a ella cuando sus ojos eran poseídos por el rey del infierno- ¡Me quedan muchas preguntas por responder y tampoco me entiendo muy bien a mí mismo, pero no tengo ni la más mínima duda de que sos una chica súper inteligente... -Me hizo una seña para que prosiguiera- Lo noté cuando te vi consolando a Antoine... ¡SI HARRY ES UN IMBÉCIL Y TE MALTRATA DICIÉNDOTE QUE NO TENÉS FUTURO, DEBERÍA DESCARGAR SUS PROCUPACIONES CON ALGUIEN MÁS Y REFLEXIONAR SOBRE EL SUYO!
-Matozo me interrumpió. 
-¡Creo que ya fue suficiente!
–Tengo algo para agregar Hank.
–Soy todo oídos, mujer sabia y con un alto potencial. 
-¡Quiero ser psicóloga!
-¿Estoy alucinando o mi hija acaba de decir que quiere ser psicóloga? 
-No... escuchaste bien papá.






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Aclaraciones:   

Incogible: Califica a quien por sus atributos no despierta ningún tipo de atracción física.                                                 

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora