Capítulo 45

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Anduvimos un rato más a pesar de que la fricción del suelo mojado nos hacía resbalar imprudentemente hacia adelante. La desgraciada pisó el freno porque teníamos un semáforo en rojo el cual hubiéramos podido haber cruzado antes si no fuera por su tan exagerada prudencia. Miré a Okis enojado cuando ella frunció el ceño peculiarmente confundida. Al parecer, se había dado cuenta de algo muy interesante.
-¿Cuál era la carrera que estudiabas antes de venir a vivir acá?
-Administración de empresas... -Respondí nervioso.
-¿Seguro? –Preguntó con una mirada de satisfacción en su rostro.
–¡No, en realidad era fotografía de modelos! –Exclamé sarcástico.
–No será más bien algo cómo... -La interrumpí.
-¡TE AGRADECERÍA QUE CERRARAS ESE PRECIOSO CULO, SI NO TE MOLESTA! ¡POR LO MENOS NO SOY UNA ACTRIZ FRACASADA Y NINFÓMANA QUE COGE PARA DESCARGAR LA ANSIEDAD!
-Está bien bro... tampoco hacía falta que reaccionaras de esa forma... ¡Y el sexo es terapéutico, preguntale a la pelirroja!
No le contesté nada más. Pues lo único que me importaba en ese momento era que no dijera a lo que yo me había querido dedicar. A pesar de que ambos tuviéramos la ropa puesta otra vez, seguíamos completamente desnudos.
La jugadora de póquer se había controlado a pesar de ser insoportable; y yo ya lo había hecho hace rato a pesar de tener potencial. Lo cierto es que me sabía de memoria las teorías de psicoanálisis. Pero era mucho más divertido que Ingrid me las explicara. Sé que es medio ridículo pensar en que hacía las cosas mal a propósito. Aunque en las universidades privadas siempre hay changüí*.
De todos modos, había algo indescriptible -abstracto y fantasmagórico- que hacía que el estudiar con ella se sintiera sumamente lujoso –incluso más que el andar del Rolls Royce de Paul Hunter-; y si bien me hería profundamente que mi padre me insultara casi todo el tiempo, sus lecciones de Filosofía, Sociología, "Teoría de la comunicación", "Problemas socioculturales", "Práctica profesional I", "Práctica profesional II", "Psicofarmacología", "Construcción de la Subjetividad desde la Perspectiva de la Creación Literaria" -entre muchas otras-; eran tan extraordinarias que valían la pena... como solía decir Paulo cuando estaba vivo: "El fin justifica los medios" (Hermann Busenbaum)...
-¿Esta es la casa de Naomi, no? –Preguntó despertándome repentinamente.
–Sí... -Musité- ¿Hace falta que le toquemos el timbre a las cinco de la mañana?
-A mí lo único que me importa es que estés bien Carson... tal vez es un poco tarde para decirlo pero yo también te quiero.
Hubo un silencio. La tormenta seguía haciéndose presente y -por ende- los rayos cayendo.
Si bien no había que me pudiera hacer más feliz que escuchar eso, un gélido escalofrío penetró justo en mis PELOTAS. La cabeza ya no dolía tanto como antes; aunque me sentía tan vacío por dentro como hacía exactamente cuatro años. Porque en los más profundo de mi ser, me daba cuenta de que nunca le encontraría un reemplazo a la tímida y disparatada filósofa -a pesar de que me hubiera dejado hace ya mucho tiempo-; no obstante, en Okis se podía hacer alusión a bastantes características extravagantes que poseía a causa de provenir de una provincia –o estado- más bien suburbano. Es decir que la magia –de algún modo no subjetivo- yacía en una suerte de desintoxicación –o mejor dicho, "falta de venenosidad"- que formaba parte de sus temperamentos.
De todas maneras, cada persona es un "milagro" en cuanto a su unicidad se refiere. Por consiguiente, las magnificencias son irrepetibles y no hay ninguna forma de soñar con que un fiambre se vea reflejado en alguien más. Dicho con otras palabras, somos bellos en cuanto a que nadie va a poseer del todo nuestra peculiar manera de ser... así que deberíamos enfocarnos en utilizarla de una forma tal por la que nos avasallemos* a nosotros mismos y la usufructuemos al máximo...
-¿Qué tal si lo hacemos más seguido? –Susurró dejándome atónito.
–Pensé que ibas a decir algo más cómo: "¡Lo de hoy nunca va a volver a pasar!"
-¡Es qué me sorprendió que fueras tan bueno en sexo!
-Igualmente... supongo... De todos modos tenías pinta de saber unos cuantos "trucos para llegar al clímax y disfrutar como una ARPÍA".
-¡"La práctica hace al maestro"! –Abrí los ojos como platos- ¡O por lo menos eso supongo!
Bajé del auto sobreentendiendo que había un montón de lógica en pedirle ayuda a la abogada -a pesar de que el horario fuera súper preciso-. Ella me siguió para luego tocar la puerta, fue interesante mirarle el CULO sabiendo que además de verse maravilloso era bastante -bastante- útil. Pues tenía una funcionalidad eminentemente* práctica.
Logicamente, no hubo respuesta por parte de la sexóloga. Por consiguiente, la MUY HIJA DE PUTA comenzó a tocar el timbre con violencia. No sé exactamente el porqué, pero eso me hizo recordar el tipo de cosas que yo solía hacer por Ingrid.
Sin embargo, estaba claro que ella era una impulsiva de MIERDA por pura natuleza... simplemente muy hermosa...
-¡¿Por qué no parás un poco?! -Exclamé divertido- ¡Seguro se asusta tanto que le agarra un infarto!
La jugadora de póquer no respondió. Solo se quedó observando la puerta sin emitir ningún sonido.
Escuchamos unos pasos que provenían del interior mientras yo sentía mucha pena por la pobre Naomita. El sonido fue creciendo en volumen hasta que una llave se introdució en la cerradura.
La mujer de los cachetitos de bebé estaba notablemente despeinada... aunque más que nada enojada...
-¡¿Por qué DEMONIOS vinieron a mi casa a esta hora de madrugada?! ¡Más les vale que sea urgente porque sino los voy a VIOLAR a ambos!
-Me duele mucho la cabeza y las cervezas no funcionaron... -Hubo un silencio hasta que me di cuenta de que me había confundido- Digo, ni mojarme la cabeza ni las píldoras me provocaron efecto alguno.
-Si querés te puedo hacer una infusión de gengibre.
-¿Podés repetir la última palabra por favor? ¡Sonó súper tierno cuándo lo dijiste!
-¡¿A vos te tienen que pagar para que no seas tan BOLUDO?!
Esa respuesta me abrió el ANO de un modo increíble.
Entramos cuando me senté en el sillón porque el dolor había vuelto. Casi se me cae una lágrima; y eso que hacía mucho que la jaqueca no me afectaba tanto.
Le pregunté a Nao si era rica la especia en cuestión... ella me respondió que tenía muchos usos más tentadores...






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Aclaraciones:

Changüi: Sinónimo de oportunidad.

Avasallar: Dominar a alguien con marcada superioridad.

Eminentemente: Predominantemente.

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora