Capítulo 48

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La jugadora de póquer me dijo que teníamos que volver a su casa. Yo bufé mientras me alejaba de Naomi porque nos quedaba una conversación pendiente.
Justo en ese momento, Gustavo me llamó para juntarnos. Lo cierto es que no sabía si lo mejor sería decírselo a Ella o escaparme más tarde. Al parecer, mi amigo quería que fuéramos a desayunar algo. Pues ya eran casi las seis de la mañana... aunque con lo de que conocía un bar dirigido por un rusito maricón me refería a salir de noche y bebernos unos buenos tragos...
La abogada le preguntó si había algún problema reciebiendo una mueca de furia por parte de Okis. Esa MALDITA BASTARDA no pensaba descansar hasta que la obra nos saliera perfecta.
-No... ¡Pero es por un causa sumamente importante! -Respondí enérgico.
-¡Me gusta esa actitud! -Exclamó la desgraciada- ¡Si le pusieras ganas a todo te iría excelente en la vida!
-Y si te empeñaras en algo más que meterte los dedos no serías una actriz fracasada... -Musité con bronca.
-¿Dijiste algo Hank?
-¡No!
-¡Eso pensé!
Salimos del despacho. La sexóloga nos abrió la puerta y entramos al auto. Un policía daba vueltas alrededor de este cómo si estuviera buscando a alguien. La jugadora de póquer pisó el acelerador con fuerza dejándolo atónito. Rodé los ojos cuando me di cuenta de que tal carro le pertenecía a un narcotraficante mexicano.
Anduvimos unas cuantas cuadras hasta que lo perdimos de vista. Luego, volvimos al campamento de casas rodantes y lo quemamos haciéndolo explotar con tal de no volver a cometer el mismo error otra vez... nos metimos a la choza cuando todos los presentes nos fulminaron con la mirada...
Ralph nos dijo que si queríamos COJER no hacía falta que nos escapáramos. A lo que yo le respondí que no pensaba hacerme cargo de las consecuencias. Phoenix les CERRÓ EL CULO a todos con un insufrible grito agudo. Acto seguido, aclaró que para ella esta era una oportunidad sumamente importante y que nos agradecería de corazón que le pusiéramos entusiasmo. Por consiguiente, me prometí a mí mismo que dejaría de ser un ESTÚPIDO hasta que todo estuviera resuelto; no obstante, con la pelirroja también tenía una conversación pendiente. Así que le dije que primero nos encargaríamos de los
"asuntos secretos" antes de continuar trabajando con la obra de teatro.
-Ya tuve un par de "multiorgamos"... -Me susurró en el oido- Gracias por todo lo que hiciste desde un principio; genuinamente.
-Si bien es muy placentero decirlo... incluso mejor es que alguien te lo diga... -Musité sorprendido.
-¿De quién se supone que estás hablando, si se puede saber? -Preguntó el rubio desde la "cocina".
-¿Ustedes dos se llevan bien con sus profesores, no?
-Sí... de hecho hay uno en particular cuyas clases son terriblemente interesantes... ¡El resto son todos unos viejos decrépitos!
-Es bueno saberlo... -Respondí melancólico.
Antoine me observó con desagrado suponiendo que PRACTICABA SEXO ANAL con mi profesora de "Problemas Socioculturales" -cosa que no es del todo mentira, pero no hacía falta escribirlo-. Volvimos a poner manos a la obra mientras McLaren felicitaba a su amiga.
Necesitaba hacer algo para reparar las cosas con la chica que se azotaba a sí misma. Sin embargo, también tenía que seguir realizando tocados. Pues esa era la tarea que se me había asignado. Por ende, caminé hacia la mesa mientras Ella me miraba de reojo... al parecer mi PEPINO nunca se volvería a meter en su ALCACHOFA...
Continuamos confeccionando por un par de largos minutos. No solo que la rubia no me dirigía la vista. Sino que además se había ido a trabajar a una mesa la cual estaba muy lejos de mí. Por consiguiente, me di cuenta de que lo mejor sería TOMARME EL PALO e ir a beber con mi bro; no obstante, también era cierto el hecho de que me había prometido no ser un IMBÉCIL. Pues mi hija estaría muy decepcionada... y no hay nadie más importante para un hombre "sin vida" que su extravagante heredera...
-¿Qué tal si arreglamos las cosas? -Exclamé impulsivamente- Cuando me conozcas de verdad te vas a dar cuenta de que soy un "hombre de bien".
-¡¿Acaso no estás acostumbrado a hacerte cargo de las consecuencias?!
-De hecho sí y bastante... aunque en el caso de que una chica valga realmente la pena suelo usar un truco que aplicaban los pioneros de Lucerna... más conocido como "pedir perdón".
-¡¿Qué se supone que vas a hacer?! ¡¿Escribirme un poema?! -La miré dando a entender que sí- ¡A mí me parece que lo que dijiste es imperdonable!
-En algún momento te vas a dar cuenta de todo lo que te perdés por ser tan arrogante... -Se puso a llorar de la risa- ¡NO es una PUTA BROMA!
-¡¿En serio?! ¡Lo dice un hombre que se emborracha hasta desmayarse!
-¡¿En serio?! ¡Lo dice una mujer que se auto-lastima la CONCHA!
Hubo un silencio cuando todos y cada uno de los presentes nos observaron sumamente divertidos.
La rubia me agarró del antebrazo para luego arrastrarme hasta que salimos de la casa rodante. Sus DURAZNOS se veían fenomenales mientras que ambas CALABAZAS no eran la excepción.
Suspiré profundamente. Ella lo hizo varias veces antes de emitir algún sonido. La vida se percibía bastante en su suerte de ansiedad. El carácter tiene varios matices... pues el SUPERYÓ no es la excepción...
-¿Por qué no lo dejamos así y seguimos con nuestras vidas como si nada? -Musitó nerviosa.
-¡¿Y qué habría de interesante en hacer eso?! -Pregunté bruscamente.
-¡¿Y viceversa?!
-¡Explíquese mujer, para algo tenemos dos cuerdas vocales y un clítoris!
-¿Es decir; por qué DEMONIOS debería de haber algo interesante?
-¿Y por qué no? -Respondí con una sonrisa de satisfacción en mi rostro.
-¡Solo "déjalo ir"* y listo!
-Creéme cuando te digo que no tengo NI LA MÁS PUTA IDEA de cómo VERGA se hace eso.
-Creéme cuando te digo que si no lo intentás te va a salir fácilmente.
-¡¿Y qué habría de interesante en hacer eso?!
-¡¿Sabes qué?! ¡Te odio!
Sin pensarlo más de una vez, comenzó a alejarse rápidamente. Maldecí en mi mente mientras los vagabundos permanecían bebiendo. Me acerqué a ellos y les pedí que me convidaran un trago. Luego, exclamé completamente fuera de mí.
-¡Yo también!


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Aclaraciones:

Dejarlo ir: Del inglés "let go". Se refiere a olvidar algo del pasado -aunque también hace alusión a hacer el "duelo" por alguien como Hank dice-.

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora