Capítulo 28

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-¿Qué? –Preguntó nerviosa porque no le sacaba los ojos de encima.
-Nada... solo me quedé observando como cocinabas... ¿Ya te dije que sos la chica más increíble que conocí en toda mi vida, no? 
 -¡Carson! –Exclamó como si me estuviera retando- Primero que nada, vos también te das asco... -Abrí los ojos como platos- ¡Y NO ME IMPORTA UNA MIERDA TU OPINIÓN! ¡¿AHORA POR QUÉ NO DEJÁS DE MIRARME COMO SI FUERAS UN PUTO PEDÓFILO, MALDITA SEA?!
Hubo un silencio. Yo no sabía el porqué de su alteración, pero tampoco me quedaban dudas de que lo averiguaría a continuación. Valga la pena remarcar que a mí en serio me interesaba ver como mezclaba los ingredientes y hacía muchas otras cosas relacionadas con la cocina, no le estaba mirando la COLA.
Me alejé de ella porque al parecer tenía las hormonas alborotadas u otra cosa de la que los hombres están exentos y aproveché para ver esa suerte de plan que estaba sobre la mesa.
Entonces comprobé que no por nada Ella era una actriz fracasada; aunque quizás eso de "vivir como si fuéramos los personajes" o "practicar los diálogos con tu almohada" estaba un poco de más. Evidentemente, a Okis en serio le importaba que la obra nos saliera de la mejor forma posible. Ahora bien, resulta que todo en exceso es malo; y si esto no era un problema... entonces el hambre mundial tampoco... 
-¿Te parece correcto? –Me preguntó desde donde estaba. 
Apoyé la hoja sobre la mesa y pensé en responder de varias formas distintas. El problema yacía en que su mal humor no me permitía utilizar la mayoría, así que solo asentí con la cabeza mientras hacía una rara mueca que simulaba ser una sonrisa.
El aroma era cada vez más delicioso. Sentí un hambre terrible y deseé meterme lo que sea en la boca cuando un olor a cadáver me llamó bastante la atención. Debería pasar la noche en un motel por más que quisiera a la jugadora de póquer.
Okis frunció su ceño al percibir el mismo aroma, aunque continuó mezclando los ingredientes y haciendo muchas otras cosas relacionadas con la cocina.
Alguien tocó la puerta. Por lo que me quedé helado suponiendo que eran mafiosos o algo así. El mismo golpe se repitió varias veces, cada vez más fuerte.
Le pregunté a Hart si tenía visitas y se encogió de hombros cuando una paloma invisible se apoyó sobre mi tráquea haciendo que me dejara de llegar el aire. Era muy joven para morir.
Escuchamos unas voces que venían desde afuera y nos miramos sin decir nada. Agarré una cacerola de las que había en la cocina y caminé hasta la puerta para luego abrirla de una patada y golpear en la cabeza a ambos narcotraficantes. Noté que el más bajo era pelirrojo... estaba completamente seguro de que nunca había visto a un mexicano colorado... 
-¡SOMOS NOSOTROS GIL! –Exclamó Phoenix- ¡¿A VOS TE DABAN LECHE DE UNICORNIO CUANDO ERAS BEBÉ, NO?! 
Ralph se rió por lo bajo y rodé los ojos. Tenía un tema pendiente para hablar con ella... solo debería encontrar la forma más precisa de preguntárselo... 
Entramos. El rubio nos explicó que era actor y que podría ayudarnos con la obra de teatro.
Nosotros nos miramos sin responder nada. Okis anunció que la comida estaría lista en cinco minutos. Yo suspiré aliviado y conforme y le pregunté si necesitaba a alguien para que probara que tan cocida estaba la carne o si le faltaba sal o pimienta u orégano o lo que fuera a la salsa.
Logré que cortara un pedazo y me lo dejara probar. Estaba tan malditamente bueno que le gustaría hasta al cocinero más CHUPAPIJAS de Francia, Christophe Krywonis.
Ella se rió al ver mi genuina cara de placer generada por su deliciosa salsa de limón.
-¿Está rico, no? –Preguntó con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
-¡Me gustó casi tanto como a vos los vibradores! 
-¿Le contaste so... -La jugadora de póquer interrumpió a la pelirroja.
-¡¿POR QUÉ NO CERRÁS EL CULO Y TE COMÉS UNA BUENA PIJA, PENDEJA DEL ORTO?! 
Miré a Ralph. Él estaba concentradísimo chateando con alguien.
La petisa le pegó una cachetada a la adolescente dejándole las mejillas de la misma tonalidad tan rojiza que hacía único a su magnífico pelo. McLaren arrojó su celular al piso sorprendido por el sonido del golpe.
Evidentemente conocía a Hart mucho menos de lo que creía. Era impresionante pensar en como si bien habíamos pasado horas y horas y horas hablando, cada vez me sentía más ignorante respecto a ella. Quizás sea absurdo pensarlo. Aunque sí es interesante reflexionar sobre como nunca terminamos de conocer a alguien porque es un reflejo de las situaciones, emociones, experiencias y sensaciones por las que le tocó pasar.
La humanidad podría ser exquisita y el planeta tierra un lugar extraordinariamente paradisíaco... no me queda ni la más mínima duda...
-¿Se pueden ir así hablamos en privado por favor? –Nos preguntó Okis.
–Lo cierto es que yo estoy un poco intrigado... -Dijo el rubio haciendo que me volviera a morder la lengua- ¿Vos qué pensás Hank? 
-Emm... -Cerré los ojos para no ver los de Ella- ¡Tenés razón Ralph!
-¡Queremos saber! ¡Queremos saber! –Me uní a su canto- ¡Queremos saber! ¡Queremos saber! ¡Queremos saber! ¡Queremos sa... -La desgraciada nos interrumpió. 
-¡Está bien! –Exclamó de brazos cruzados- Pero que conste que si se lo cuentan a alguien voy a sedarlos con lorazepam, llevarlos a una cabaña en el medio de la montaña, quemarlos con querosén y comerme sus cadáveres... -Sus ojos fueron poseidos por el rey del infierno- ¡Créanme cuándo les dijo que no estoy bromeando! 
A mí me dolían bastante los HUEVOS. Era una sensación extraña mezclada con un inmenso placer (con énfasis en "un inmenso placer"). Quería que nos lo contara con lujo de detalles y explicara como hacía para llegar al orgasmo (con énfasis en "Quería que nos lo contara con lujo de detalles y explicara como hacía para llegar al orgasmo").                                                                                                                             

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora