Capítulo 31

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Di unos pasos hacia adelante cuando distinguí una cabellera súper ondulada a lo lejos. Esos rulos tan bonitos me resultaban familiares. Phoenix abrió los ojos sorprendida y yo hice lo mismo. Nos miramos de reojo cuando exclamé intrigado.                                 
-¿Acaso es... -Me interrumpió.   
–¿Naomi? 
-¿Yo preferiría sacarme la duda, no? 
-¡¿Qué DEMONIOS está haciendo acá?! ¡No creo que sea pobre! 
-¡¿Y eso por qué?! –Pregunté con el ceño fruncido. 
La adolescente no respondió. Solo se levantó y comenzó a correr hacia la recién nombrada. Yo la seguí haciendo un terrible esfuerzo con tal de no morir por falta de oxígeno antes de llegar, era rapidísima la muy CULERA. Ella nos vio acercándonos desde lejos mientras se mordía el labio, la reina de Francia tampoco se esperaba encontrarnos en un lugar donde hubiera tanta gente humilde... aunque quizás se quería TIJERETEAR a la pelirroja, no estoy del todo seguro... 
Los vagabundos bebían sopa de compoteras que al parecer Naomi les había dado. Cosa que obviamente me resultó peculiar, pero para gustos no hay nada escrito. Si quería ayudar a los "más necesitados", con que no me ignorara era más que suficiente*. Ella les sonreía mientras yo observaba a los pordioseros con una suerte de mirada asesina. Esos bastardos se aprovechaban tanto del gobierno como de los "ángeles" para rascarse los HUEVOS a cuatro manos. Los envidiaba tal chica poco desarrollada a Lali Espósito, pues en Argentina esa no era una opción. Naomi frunció el ceño al verme tan enojado haciendo que volviera a suspirar. 
-Creo que tal vez podría dejar el rencor de lado por una vez... -Pensé- De todas maneras, se supone que no voy a volver a ver a ese par de negros nunca más en mi vida. 
-¿Se conocen? –Musitó confundida. 
–Solo nos reíamos de lo bien que consolaba a su hija... -Respondió el que no tenía la botella de vino en la mano- ¡Por eso es que nosotros decidimos no tener demonios! ¿No Nao?
-Sí... - Respondió cabizbaja y encogida de hombros- ¡No tenías pinta de vagabundo Hank! –Agregó simulando estar de mejor humor.
–Emm... -Miré a Phoenix; la única respuesta fue un risita de MALPARIDA- ¡Soy actuario en Mini Cooper! 
-¡¿En serio?! –Exclamó sorprendida- ¿Conocés a un tal Mauricio Castañeda?
-¡Qué hija de puta! –Pensé- ¡Si no será cierto que el "perímetro de retaguardia" es proporcional a la inteligencia de una mujer! 
-Creo que no... -Respondí de brazos cruzados. 
-¡Qué bueno porque lo acabo de inventar! –Exclamó ahora sí efusiva como de costumbre- ¿Por qué están en una zona tan... humilde? 
-Tenemos una amiga narcotraficante. 
La reina de Francia comenzó a reírse con ganas mientras todos los demás permanecían serios. Entonces, hubo un silencio incómodo hasta que la colorada y yo nos desternillamos de la risa de repente. Naomi rodó los ojos para luego fulminarnos con la mirada furiosa. Se veía súper adorable; tenía unos "cachetitos de bebé" que eran como para acariciarlos hasta el cansancio. Aunque tampoco se lo podía decir de la nada... la idea era aprender a contenerme... 
Los borrachos le entregaron sus compoteras de sopa mientras se escuchaban más voces a lo lejos de personas que muy probablemente formaban parte de la misma organización sin fines de lucro. Ella sacó un cigarrillo y lo encendió para luego ponerse a fumar. El humo gris arruinaba el cielo, del mismo modo que sus pulmones. Miré a la adolescente cuando Phoenix le pidió uno y comenzó a fumarlo también.
Esto tenía que ser una MALDITA BROMA. Bufé con una bronca irracional sin intentarlo, la situación por sí misma me ponía nervioso. De todos modos, le pregunté a Naomi si podíamos acompañarla en su "noble" y "benigno" recorrido. La de mejillas regordetas se sorprendió bastante al escucharme. De hecho, hasta se podría decir que permaneció atónita unos segundos antes de responder. 
–Sinceramente no te veía como un "hombre de bien"... ¡Pero estaría encantadísima de que nos acompañaras en el último tramo del "recorrido para ayudar a los desfavorecidos"!
-¿Te puedo tocar los cachetitos de bebé Naomita? –Pregunté como si fuera lo más normal del mundo... al parecer controlarme sería más difícil de lo que había pensado... 
-¡¿QUÉ DEMONIOS?! –Exclamó indignada- ¡MÁS TE VALE QUE NO SE TE OCURRA DECIRME ASÍ OTRA VEZ, HANKITO! 
-¡¿O si no qué, Naomita?! –Exclamé divertido. 
–¡Te voy a castigar tan duro qué no vas a poder eyacular por una semana! 
-¡No lo creo! –Respondí desafiante- ¡De hecho; te apostaría un Silver Shadow a que ni siquiera me duelen tus latigazos! 
-Ya vamos a ver... -Constestó llamativamente apacible. 
Acto seguido, distinguió algo a lo lejos y exclamó con cara de enojada. 
-¡Inés! –Una niña traviesa le sonrió desde lejos- ¡Vení para acá ahora mismo si no querés que te dé tu merecido! 
La diablilla no tardó nada en acercarse, al parecer le tenía miedo a su hermana mayor. Aunque yo no porque estaba muy seguro de que los juguetes sadomasoquistas eran -como su nombre lo indica-, juguetes... algo de lo que me arrepiento bastante...
Observamos aburridos como le daba un sermón acerca de hablar con "chicos desconocidos" (más que nada si son de color). Cuando sorprendentemente, la pequeña pícara me señaló con su dedo índice dándole a entender que ella estaba haciendo exactamente lo mismo al hablar conmigo.
Yo cerré los ojos intentando desaparecer. Lamentablemente, mis poderes mágicos solo funcionaban de vez en cuando. Naomi le explicó que éramos amigos dejándome medio confuso y también un poco encantado. Esa mujer tenía una suerte de aura particularmente avasallante para mí. 
-¡Pero si recién lo conocés! –Insistió la muchacha- ¡Con mi chico por lo menos hablamos una hora! 
-Sí... -Musitó- La próxima vez me voy a acordar de no dejarte sola tanto tiempo... -Bufó mientras rodaba los ojos- ¿Sobre qué hablaron? 
-¿Mejor les hago un favor a todos los presentes simulando que esa pregunta nunca existió, no?
–Su cara... -Pensé- ¡Picasso hizo cuadros que decían mucho menos!   






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Aclaraciones:   

Necesitado: Hank se refiere a que nadie lo quiere realmente.
                                      

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora