Capítulo 12

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Caminamos unos cuantos minutos hacía donde el tipo quería llevarnos. Si bien no me gustaba ser un aguafiestas, la verdad era que estaba muy cansado. Además, no tenía ninguna buena razón para seguir yendo a donde fuera que él estuviera caminando.
Entiendo que discriminar está mal, pero lo cierto es que percibía un fuerte aroma a heroína. Aunque tal vez solo era casualidad que estuviéramos en la zona más alejada del centro.
De todos modos, si hacías esfuerzo en prestarle atención a los ruidos podías escuchar los gritos de personas siendo torturadas.
-¡¿Nos vas a mostrar un museo de cadáveres o qué?! -Pregunté con los brazos cruzados.
-¿Eso no lo dejábamos para un día más frío mejor? -Rodé los ojos- Ahora en serio, ¿Por qué es tan impaciente señor Hart?
No respondí. Seguimos caminando hasta llegar a una especie de bar para narcotraficantes y entramos.
Estaba lleno de hombres rudos, de esos a los que les preguntás algo y te observan seriamente creyéndose superiores. También había algunos mejicanos y otros inmigrantes, lo de bar de narcotraficantes no era una MALDITA BROMA.
Él saludó a un grupo de pendejitos con las hormonas alborotadas cuando noté que los ojos de Phoenix miraban hacia arriba a la izquierda; es decir, estaba recordando algo. Yo me alejé al ver que se ponían a hablar entre ellos, pues no me gustaba pasar el tiempo con imbéciles.
-¡Celoso! -Tosió la jugadora de póquer- ¿Sabés jugar al pool o necesitás que te enseñe?
-¿Y qué hay de ambas? -Respondí mientras alzaba los hombros- ¿Invita la estúpida o tengo que pagar?
-Si me ganás al mejor de tres sí. Aunque si perdés, vas a tener que hacer un reto y viceversa. ¿Okis?
-¡Trato hecho! -Me miró con superioridad- ¿Cómo es eso que dijo la pelirroja de que tenías ansiedad, por qué me no dijiste nada en la noche de la "media luna"?
-En el caso de que me derrotes, quizás te responda esa pregunta.
Bufé disconforme mientras ella iba a pagar y me dediqué a observar a los clientes. Todos se veían bien. De hecho, hasta parecían felices. Estaban divididos en pandillas, a diferencia de los que escapaban de la realidad en el casino. Algo curioso ya que todos aparentaban pertenecer a una clase social inferior (con la excepción de los mejicanos, obviamente).
Hart me asustó desde atras y se rió sacándome de mis pensamientos. Fuimos hasta la mesa e intenté respirar hondo con tal de no ponerme nervioso pero no hubo caso.
Me tenía muy poca fe. En realidad, no me quedaba ninguna duda de que me iba a romper el CULO. Entonces, fantaseé que estaba en Miami al volante de un Maserati y emboqué dos pelotas en el primer tiro. Las personas empezaron a acercarse, no querían perderse el espectáculo.
-¡¿Quién es el PRO, PERRA?!
-Te recomiendo que no te mufes* a vos mismo, seguro fue suerte de principiante.
Emboqué tres bolas más y la observé con superioridad. La siguiente solo la rocé para que no tuviera dos tiros. De todos modos, le sacaba una TERRIBLE VENTAJA. Ella se puso a dar vueltas alrededor de la mesa porque no tenía NI LA MÁS PUTA IDEA de que hacer. Entonces, sonrió y se apoyó de espaldas haciéndose la canchera. Practicó el tiro un par de veces y metió la bola roja en uno de los agujeros.
-¡¿Quién es la PRO, PINCHE CABRÓN?! ¡Mira y aprende al ver como juegan los Hart! -Me pegué en la frente con la palma de la mano- ¿Qué dije?
-¿No eran hermanos? -Preguntó la pelirroja.
-Hablando de eso... -Miramos al canadiense- Te estuve investigando Hank. Solo te voy a dar dos simples consejos... -Le dio una pitada al cigarrillo- Primero que nada, más te vale que no vuelvas a colarte en una fiesta de los Hunter si querés seguir vivo. Y segundo pero no menos importante, en el caso de que hieras a Phoenix te voy a presentar a un amigo llamado "romperte el culo a puñetazos".
-¡Lo qué digas! -Respondí de mala manera- ¡Ahora dejanos seguir jugando!
Él se dio la vuelta y caminó hacia donde estaban sus amigos. La adolescente nos observó por unos segundos e hizo lo mismo mientras Hart se encogía de hombros. A mí me importaban muy poco los Hunter, así que colarme en una reunión era algo que no iba a pasar otra vez.
Ella continuó cuando volvió a ser mi turno. El partido fue bastante parejo porque era malísima... aunque al final me ganó la muy desgraciada...
-¡Me parece que alguien va a hacer un reto! Rodé los ojos, seguro terminaba en la cárcel.
-Dejame ver que podría ser... -Puso cara de pensativa hasta que se prendió la lamparita y una idea apareció en su mente- ¡Tenés que explicarme por qué le tenés miedo al amor o algo así!
-¿Qué tal si como un SORETE o me provoco una SOBREDOSIS DE ABDUZCAN*? -Negó con la cabeza- ¿Estás cien por ciento segura de que no hay otra opción?
-También me gustaría verte haciendo un show de Stand Up... -Giré la cabeza y comprobé que este lugar tenía más cosas para hacer que crucero a las Bahamas- ¿Cuál te gusta más?
-¡Prepárate para a ver a un comediante de primera!
-¡Era una broma! ¡El escenario va a a estar ocupado por intérpretes de verdad!
-¡A caballo regalado no se le miran los dientes!
-¡¿Y eso qué DEMONIOS tiene que ver?!
Le pregunté al barman si había un espacio libre para actuar, el hombre me respondió que uno de los cómicos había sido atropellado por una RAM 1500 y estaba en terapia intensiva. Luego, aclaró que era un chiste y que él era uno de los comediantes. Así que debería contarle a Okis mi secreto... no tenía ninguna forma de evitarlo...


     

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Aclaraciones:

Mufar: Gritar un gol antes de que la pelota ingrese al arco haciendo que no entre a este.

Abduzcan: Referencia a Auronplay.

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora