Capítulo 25

17 1 0
                                    

-¡Renuncio! –Exclamó Matozo para luego caminar hacia la puerta furioso.
-¿A qué exactamente? –Le pregunté confundido.
-¡A ser su padre, MALDITA SEA!
La cerró con fuerza cuando todas las miradas se dirigieron a la pelirroja de repente. Miré a Ella esperando que me ayudara de alguna forma, pero estaba en una mesa a lo lejos hablando con Ralph (bastante divertida dicho sea de paso). Lo que lógicamente me llamó la atención, aunque primero tenía que hablar con Phoenix.
-¿Estás bien? –Me preguntó.
–Sí... supongo que tarde o temprano me acostumbraré a las ilógicas desgracias que solo se dan en el planeta tierra... ¿Vos?
-¡Ni que hubiera demasiado contraste con lo habitual! ¡Te agradezco mucho lo que hiciste!
La pelirroja me dio un frío beso en el cachete tomándome desprevenido. Yo no sabía lo que me convenía hacer... ni decir como ya se había hecho contumbre...
-¡¿Por qué DEMONIOS hiciste eso, LOCA DE MIERDA?!
-Porque si no, quizás no terminabas de comprender... -Me crucé de brazos cuando ella mordió su labio inferior- En serio me parece algo relevante lo que dijiste por mí, Hank.
–Lo peor es que tiene razón... -Musité- ¿Vas a cumplir tu parte del trato o no? ¡Lo que escuchaste salir de mi boca era en serio!
-¡Si sos mi primer paciente y esta es mi primera sesión! –Exclamó divertida.
-¡No entendiste nada! ¡Primero tenés que estudiar!
-¡Pero él ya pagó para que venga acá, no puedo abandonar la universidad así porque sí! 
Volví a observar al rubio hablando con la jugadora de póquer. La colorada me fulminó con la mirada suponiendo que estaba celoso o algo por el estilo. Rodé los ojos y me acerqué un poco más.
Estaban hablando de un toro; lo que me hizo recordar que Hart era Texana*. Quizás él también venía de allí o tenía familiares, o amigos, o había visto películas, o lo que sea. Por suerte las personas ya habían vuelto a sus vidas... todas eran mejores que la mía...
-¡¿Qué mirás Carson?! –Exclamó la jugadora de póquer.
-¿La vaquera Okis está recordando como le gustaba sentir el rico* cuero de la montura rozándole la CAJETA, no?
-¡Cerrá el pico! ¡Eso NO es cierto!
-¡El peor tipo de PAJERAS son las que delatan solas!
Ralph se rió de mi comentario mientras las chicas me miraban más serias que un jugador de ajedrez. Phoenix se acercó a ella y le susurró algo al oído, la muy cagona no se animaba a criticarme a la cara como todas las personas deberían hacer sin importar de quien sea del que hablen mal (a excepción de los narcotraficantes mexicanos, esos hijos de puta te pueden "hacer desaparecer" sin dejar ni el más mínimo rastro de tu cadáver).
Justo en ese momento, se me ocurrió una pregunta bastante lógica para hacerle al supuesto mejor amigo de la chica cuyas NALGAS eran como un par de sandías.
-¡¿Por qué no la detuviste?! ¡¿Acaso vos también te quedás bebiendo café hecho con granos transgénicos en vez de ir clase?!
-Verá señor Carson, digamos que hubo un incidente en el que su glándula suprarrenal segregó una considerable cantidad de adrenalina de repente.
-¡¿No era más fácil decir "tuvo una crisis de ansiedad" y listo?! –Exclamé de mala manera.
La colorada hizo una mueca de disgusto y me sentí un poco más imbécil que lo normal. Evidentemente, una cosa no justificaba a la otra (que tuviera un ataque de pánico no tenía nada que ver con que no estuviera en clase). Pero no se me ocurría como darlo a entender sin decir algo de mal gusto, así que mantuve mi ano cerrado.
Todo esto era demasiado para mí, no creía poder aguantarlo. Aunque no tenía ni forma de escapar, ni excusas para fugarme, ni un amigo que me pudiera cambiar el nombre, ni otra mejor razón para existir.
Entonces, el rubio nos aclaró que habían ido a todas las clases y en la última le había pedido al profesor que los dejara irse por favor. Justo en ese momento, su padre la había llamado para decirle que iba a venir a comprobar que estuviera bien. Así que habían tomado la decisión de quedarse sentados pensando en lo que le iban a decir cuando llegara.
-¡Eso no tiene ni PUTO sentido! –Grité volviendo a llamar la atención de casi todos los clientes.
-¡Qué tu vida sea tan miserable no tiene sentido! –Exclamó Phoenix con una cara de enojada que era un poema.
–Bueno... -Ella y yo lo fulminamos con la mirada- Lo cierto es que a mí también me obligaron a estudiar abogacía. Aunque lo que les dije antes también es verdad... ¡Y tenés razón Hank! ¡Phoenix es una chica con mucho potencial, solo necesitaba alguien con quién hablar sin cumplir el estereotipo de "ZORRA más fácil que la tabla del uno"! –La recién nombrada lo pateó donde no le pega el sol- ¡¿Es cierto o no?! –Me reí por lo bajo- ¡Cómo sea! ¡Les prometo que vamos a ser lo suficientemente dedicados con las materias! ¡Pero eso no quita la posibilidad de que nos pueda ir mal!
-¡Sí! ¡McLaren y yo nos vamos! –Me miró- ¡CHUPAME EL "NUDO DE GLOBO" CARSON!
Caminaron hacia la puerta y salieron, lo cierto es que tardé entre cinco o seis minutos en entender la referencia. Ella se reía de mi cara de pensativo mientras yo me preguntaba a que se refería con "nudo de globo".
-¿Qué tal si hacemos un desafío para ver quién es el más inteligente? -Le pregunté a Okis.
-Continúa.
-¿Cuántas formas de decirle al ano se te ocurren?
Solo unos minutos después terminó de romperme el CULO*... lo que es un poco irónico...
Estar con ella se sentía excelente, casi tanto como jugar al futbol. Aunque con la diferencia de que en vez de pelotas había DURAZNOS. En serio, quizás una buena amiga era lo que siempre había necesitado.
Su celular comenzó a sonar y fue al baño a atender. No era nadie más ni nadie menos que el imbécil de Paul Hunter.









____________________________________

Aclaraciones:

Texana: Gentilicio de Texas.

Rico: Que tiene gran valor o calidad.

Romperte el culo: Ganar por muchos goles jugando a un deporte (o por una gran diferencia de puntos en un juego).

                                                                                                                                       

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora