Capítulo 37

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Volvimos a la pista con tal de seguir bailando. Nao continuaba moviéndose mientras yo me preguntaba cómo DEMONIOS estaba tan viva. Verla tan radiante me hacía sentir muy mal conmigo mismo, casi como si supusiera estar completamente muerto y no tener vuelta atrás.
Ralph seguía chateando con su futura esposa mientras que Phoenix bailando con su futura novia. Francamente hablando, que se volviera lesbiana me parecía una idea genial. Pues siempre supe que las mujeres son menos brutas en cuanto a terminar relaciones se refiere. Aunque esto iba un poco más allá de que sintiera las avasallantes emociones que constituyen al hecho de ser amada.
Además, en algún punto estamos completamente solos en este mundo; es decir, si bien nuestras existencias se podrían justificar desde ser vistos por otros ojos, al fin y al cabo nosotros mismos somos los únicos con los que vamos a estar constantemente hasta el último de los días. Osea que lo más importante sería que se conociera y comprendiera a si misma, ya que sino los demás tampoco lo harían; y resulta que justamente en eso se basan los conflictos que al final terminan justificando juicios que carecen de sentido. Todas las almas nacen buenas y limpias... pero el mundo es venenoso...
-¿Qué te respondió? -Me preguntó con una alegre sonrisa- Lamento haberte hecho pasar un momento incómodo... supongo entenderás que realmente te agradezco lo que hiciste. ¿No?
-Sí... -Musité- También conseguí volverte bailarina profesional... -Agregué divertido- Naomi me dijo que lo vamos a discutir cuando termine la fiesta. ¡Y no hay problema tontita! ¡Por algo sos mi hija, digo, amiga!
La adolescente se encogió de hombros. Yo me acerqué todavía más a ella con tal de darle a entender que podía contar conmigo sin desperdiciar malas palabras. Acto seguido, se tapó la cara con su extraordinario pelo color "rojo marte". Quedaba más claro que el agua que ella no quería verme y se sentía bastante incómoda. Pero si su padre no era lo suficientemente bueno como para criar a tal belleza, alguien debería hacerlo y pues yo era el único candidato.
Si bien me seguía doliendo un poco la cabeza, sabía el porqué. De hecho, estaba a punto de erradicarlo. Solo necesitaba que la psicóloga me diera una oportunidad; y a pesar de que nunca me habían sobrado, estaba seguro de merecerla en las presentes circunstancias. Por consiguiente, le corrí el cabello hacia afuera descubriendo su tierno rostro.
-No... -Susurró- ¡No entiendo por qué! -Agregó con un par de lágrimas en el ojo izquierdo- Aunque me cuesta un montón aceptar tu estúpido cariño Hank. Es como si hubiera una voz en mi interior gritando "Él te va a herir" una y otra vez.
-Mierda... -Musité- Yo creo que con cinco serían más que suficientes...
-Rodó los ojos mientras hacía una mueca similar a una sonrisa- De todas maneras, la idea es liberarte de tus demonios lo antes posible.
-¿Y por qué harías algo así? -Preguntó con una adorable cara de confusión.
-Supongo que me gustaría ser como el viejo que no me tocó tener...
-Respondí cabizbajo- Es interesante reflexionar sobre cómo te volviste súper importante en tan poco tiempo Phoenix. Tal vez solo necesitaba sentirme valioso a través de alguien... -Suspiré profundamente- Nunca me hubiera imaginado que era algo tan sencillamente natural.
Hubo un silencio verdadero. La música dejó de sonar de repente causando quejas por parte de los adolescentes. Naomi empezó a echar a todos mientras nosotros nos reíamos de sus malos modos. Comida sobraba bastante; y alcohol, también.
Justo en ese momento, divisé al rubio con un chico cuyos cachetes estaban llenos de mordiscones (los de la cara). Le pedí a la pelirroja que me pellizcara para asegurarme de que no estuviera soñando. Ese MAMÓN era bisexual, vegetariano y carnívoro a la vez. La reina de Francia nos invitó a pasar a su despacho y supuse que había estudiado psicología.
Pero no, resulta que la muy HIJA DE PUTA defendía a los "más necesitados" en la corte.
Entonces, recordé que mi tío de clase alta hacía chistes acerca de una tal "abogada hot". Luego, me imaginé a Lázaro Báez* siendo violado por un negro en la cárcel y se me fueron las ganas de cascármela.
Al abrir los ojos la vi con un látigo y me CAGUÉ TODO, al parecer sí iba a recibir mi merecido por pasarme de listo. Ambas cabezas me seguían doliendo con la misma intensidad que antes. Estaba tan estresado que mojármelas otra vez no serviría para nada.
-¡Síganme! -Exclamó sin sonreír- ¡Vamos a la "masturcueva"!
Caminamos unos minutos hasta llegar a una habitación impresionante. Nunca había visto tantos juguetes eróticos juntos. Cada vibrador tenía más "niveles" que el anterior mientras que cada consolador era de un material distinto. Francamente hablando, se me fueron las ganas de ver los de Ella.
-Te voy a prestar ese libro por una semana... -Miramos a la sexóloga- ¡Más te vale que me lo devuelvas sano y salvo! -Agregó con los brazos cruzados.
Fui corriendo a agarrarlo y comprobé que era una "biblia del sexo" como en American Pie, solo que para la masturbación femenina; o mejor dicho, un kamasutra para las coladas.
Empecé a pasar de página en página cuando noté que las ilustraciones lucían extremadamente realistas. Me hubiera gustado que crearan uno para hombres... aunque tampoco podía quejarme...





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Abogada Hot: Fernanda Herrera.

Lázaro Baez: Empresario condenado por asociación ilícita.

Un roto de los nefastosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora