-No tardé mucho en volverme aficionada a la paja. A mi mamá le llamaba la atención que tuviera tantas ganas de ir a bañarme. Por ende, estaba bastante menos sudada de lo normal. Ahora bien, resulta que a la semana dejé de sentir tanto gusto de repente. Pensé que me había roto el sistema reproductor o algo así. Llamé a mi amiga desesperada y me dijo que el abusar de tu cuerpo le hacía perder la magia a la masturbación. Por consiguiente, decidí darme ese lujo solo los martes y los viernes. Pues esos días tenía educación física y casi siempre dormía una siesta al llegar a mi casa; es decir, necesitaba una buena razón para despertarme. De todas formas, las pajas encajaban bastante bien en mi rutina semanal... –Se puso melancólica- Pero había un pequeño problema. Era como una especie de pecado del que me sentía culpable y necesitaría contárselo a alguien tarde o temprano. Sin embargo, mi mejor amiga había desaparecido virtualmente y no quedaba rastro de su existencia. Meses después, me enteré de que estaba internada en un psiquiátrico porque al parecer se había intentado suicidar. Mientras tanto, me dejó de ser tan placentero y pasé a tocarme una vez por semana; así un par de veces más hasta llegar a tener una de "frecuencia pajera" de diecisiete días y medio... aunque podía cambiar en relación a las circunstancias... Fui al lugar a ver si estaba mejor y lucía como un homúnculo. Desde ese día no estoy a favor del aborto... -Dijo en broma mientras yo abría los ojos como platos de un modo peculiarmente brusco- Fueron momentos difíciles... -Agregó mediante un suspiro- ¡Pero es no va al caso! Resulta que el refrán de "la práctica hace al maestro" no era una PUTA BROMA... en cuanto a sacarme la culpa de encima decidí meterme en una de esas aplicaciones de "chats anónimos" y comencé a compartir mis "anécdotas" con el mundo. Un día alguien me mandó un audio diciéndome que tenía una idea de negocio. Él se encargaría del dinero mientras que yo solo debería encargarme de continuar provocándome la mayor cantidad de orgasmos posibles. Dicho con otras palabras; era el mejor trabajo con el que una mujer podría soñar. De todas maneras, parte de mis seguidores comenzaron a denunciarme porque eran pobres; supongo se sobreentenderá que igual aceptaron bastantes. Aunque como era de esperarse, el hombre nunca me llamó para darme mi parte. Por ende, un día me lo crucé en la calle y lo mandé a TOMAR POR CULO. Él se sorprendió al notar que yo no tenía más de catorce años, algo que le resultó lógicamente avasallador. Sacó su billetera y me pagó cada uno de los centavos, su cara de atónito decía más que muchos cuadros de Picasso... -Bostezó- Tengo sueño... mañana seguimos hablando.
–Creo que Naomi nos invitó a una fiesta.
-¿Y? –Respondió de brazos cruzados.
–En serio me gustaría que fueras... -Musité- ¿Acaso eso significa algo?
-¡Realmente te agradezco ese intento fallido de halago, pero NO pienso cambiar de opinión! –Respondió con los ojos endemoniados.
Tragué saliva y me di la vuelta instintivamente, tratar de razonar con la poco desarrollada sería una pérdida de tiempo. Aunque sentía un rico impulso hacia hablar un poco sobre arte. Al parecer, cada vez que platicábamos descubría que era un poco más extravagante y compleja. Por consiguiente, se podría decir que también más bella. De todos modos, suponía que habría tiempo para ambas. Le pregunté dónde podía mear y me dijo que el baño estaba clausurado. Créanme... fue muy difícil para mí no hacer un chiste al respecto...
Phoenix nos explicó que iría a cambiarse y deberíamos esperarla. Acto seguido, salimos de la casa rodante con tal de seguir teniendo miembro viril.
-No vaya a ser que justo se nos meta una basura en el ojo y la loca esta nos deje eunucos... -Se justificó Ralph cuando ya estábamos afuera.
El rubio tenía toda la razón. Evidentemente, a esa mujer le faltaban unas cuantas tuercas y un par de arandelas*.
Teníamos una "conversación hipócrita"* cuando la colorada apareció de repente. Disimulamos nuestras reacciones haciendo fuerza para adentro pero no fue suficiente. Estaba completamente seguro de que quería tener una hija así en algún momento de mi vida. Aunque claro, se sobreentiende que con un par de NALGAS al menos un poco más pequeñas -tampoco es como para ir caminando por la calle y que todos la miren-. De todas maneras, no se rió tanto en comparación con la otra vez. Al parecer, algo había cambiado en lo más profundo de su ser. Estaba muy orgulloso de mi hija... excepto por el hecho de que lamentablemente no lo era...
Nos subimos a un Bentley clásico color marrón claro. El gordo pisó el acelerador y partimos rumbo a la noche más extraña de nuestras vidas. Le pregunté a la adolescente si se iba a cuidar y me respondió que quería "darse un tiempo" con el sexo. Por ende, le aclaré que no bebiera ningún líquido cuyo origen no fuera Naomi.
–¡No tiene sentido que me des tus propias órdenes! –Respondió divertida.
-¡JESUCRISTO! –Grité furioso- ¡POR LO MENOS NO HAGO ORGÍAS CON ADOLESCENTES DE CLASE TRABAJADORA!
-¡¿Y eso último por qué?! –Preguntó McLaren.
-¡CERRÁ EL CULO Y MANEJÁ, RICACHÓN CUYA FAMILIA POSEE CIENTOS DE ESCLAVOS!
Qué conste que a mí me venían bien los líquidos provenientes de cualquier hembra. Gatas, serpientes, cerdas, cabras, cucarachas... suicidas...____________________________________
Aclaraciones:
Arandela: Discos pequeños que incorporan en el centro un agujero y están fabricados en distintos tipos de materiales, como acero, acero inoxidable, cobre, latón, titanio, aluminio, caucho, plástico, nylon, teflón o zinc.
Conversación hipócrita: Se refiere a una plática empezada por pura cortesía que no tiene valor alguno.
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Un roto de los nefastos
Teen FictionElla Hart es una simple mujer que subsiste con los juegos de Casino en Las Vegas, Hank Carson es un pobre escritor que decide mudarse a la gran ciudad, Pheonix es una pelirroja muy atractiva que cree no tener futuro y se siente una inutil. Los tres...