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POV Natalia
Me preparé para lo que sería mi quedada con Alba. Estaba nerviosa y no sabía si era por ser la primera vez que quedaba con ella a solas o por el simple hecho de conocer una nueva ciudad.

Caminé hasta su casa que no me pillaba muy lejos, como a quince minutos y llamé a su telefonillo para que bajase. Nada más verla me quedé boquiabierta, estaba guapísima.

-¿Vamos?- preguntó sacándome de mi trance

-Eh si- contesté sin saber muy bien que me había preguntado

Comenzamos a recorrernos casi todas las calles de Madrid. Me parecía super bonita la ciudad y la forma en la que me la enseñaba Alba, más.

-Ahora te quiero llevar a otro sitio

Me cogió de la mano y me guío hasta una calle que creía que no tenía salida debido a la verja que había, pero ella empezó a escalar la verja hasta acabar en el otro lado.

-Alba aquí no podemos entrar, pone prohibido- dije al ver un cartel de no pasar

-No va a pasar nada, siempre vengo

-No quiero acabar en la comisaría por esto, me niego- hice un gesto con los brazos en señal de que no lo Hiba a hacer

-¿Confías en mí?- esa pregunta no me la esperaba, pero claro que confiaba en ella, no nos conocíamos de nada pero me transmitía una confianza que ninguna otra persona lo hacía

-Si

-Pues sígueme- se fue por el otro camino y me dejó tirada detrás del verja, así que no tuve otra opción que escalarla y seguirla

-¿Pero a donde me llevas?- paré para coger aire

-Allí arriba, solo tenemos que subir esas escaleras- señaló con su dedo

-Joder Albi, estás echa toda una aventurera

Empezamos a subir todos los escalones, rezando por qué lo que me fuese a enseñar mereciese la pena. Llegué al último escalón y de repente noté que perdí la vista. Tapó mis ojos con sus manos y me guío hacia delante si chocarme con nada.

-Ya puedes ver- quitó sus manos de mi cara

Me quedé asombrada. Tenía delante de mis ojos el mejor paisaje que había visto en mi vida. Desde ese lugar se podía ver casi toda Madrid entera.

-Es precioso- dije girandome para mirar a la rubia que se había quedado detrás mía

Al girarme, me encontré con una Alba sonriente delante de un gran muro lleno de graffitis alucinantes. Me acerqué a ella y me quedé observando el muro durante unos varios segundos atónita por lo que estaba viendo.

-Esto es impresionante, ¿Quién lo ha hecho?- la miré y sonrió tímidamente, con eso ya entendí todo

-Tienes mucho talento, Alba- vi como sus mejillas tornaron a un color rosado que la hacia muy mona

-Gracias, suelo venir aquí cuando me quiero despejar del mundo exterior, me ayuda a pensar. Pero este lugar no era como lo ves ahora, quise darle mi toque- señaló el muro lleno de sus dibujos

-Pues me encanta- sonrió y me cogió de la mano para llevarme a un banco que había allí

-Eres la primera que traigo a aquí- sus ojos tenían un brillo indescriptible, ojalá supiese leerlos- nadie más viene, es como mi refugio y ahora también lo conoces tú

-Gracias por enseñarmelo

-Denada- miró para el frente, donde se encontraba la bonita ciudad, Madrid- quería compartirlo con alguien, este será nuestro pequeño secreto- volvió a mirarme y me mostró una pequeña sonrisa tímida pero sincera, le devolví el gesto y le di un cálido abrazo.

Manchame de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora