Alba es una artista callejera que sueña con poder cumplir su sueño de ser pintora profesional. Natalia ama la música y se muda a Madrid para vivir de ella. Un día se conocen y surge algo más que una bonita amistad.
POV Alba Me desperté sobresaltada por una pesadilla que había tenido. Mi corazón iba a mil e intenté respirar lentamente para tranquilizarme. Miré la hora y tan solo eran las 5:23 de la mañana. Intenté dormirme otra vez pero me asusté al notar el movimiento de otra persona en mi cama. Encendí rápidamente la luz de la mesita de noche y pude verla a ella, durmiendo tan plácidamente. Estaba tan guapa. He de confesar que desde el primer día que la vi me pareció una chica super atractiva y sentía una gran curiosidad por conocerla. No sabía que hacía en mi cama pero por la mañana cuando despertasemos le preguntaría. Apagué la luz y me acurruqué a ella como si fuera un peluche. Al poco tiempo, conseguí quedarme dormida.
Volví a despertarme cuando mi despertador comenzó a sonar retumbando en mi oído. Miré la hora y eran las 10:30, busqué con mi mano a Natalia en el otro lado de la cama pero no había nadie. Me incorporé de la cama del tirón, ¿A dónde había ido? Entonces vi que había una nota en la mesita de noche. Sonreí como una tonta al saber que era de ella y comenzé a leerla.
Buenas días rubia, supongo que no te acuerdas de nada así que te voy a hacer memoria. Anoche bebistes mucho y te acompañé hasta casa, entonces me pediste que me quedase a dormir contigo. Siento haberme ido sin despedirme pero no te quería despertar, tenía muchas cosas que hacer así que me levanté temprano. Por cierto, me parece increíble que todavía no tengas mi número, ahí lo tienes. Háblame cuando te despiertes. Chao Reche.
Cogí mi móvil como una loca y metí su número. La agregué como "Nat😊" le mandé un mensaje para que me agregase ella a mí y me saliese su foto de perfil.
-Buenos días, Nat
Dejé el móvil y me fui a desayunar. María seguía durmiendo y podía escuchar perfectamente sus ronquidos. Me hice dos tostadas y un café. Me senté en la mesa del comedor y me puse a desayunar.
Una vez terminé guarde las cosas en el lavavajillas y fui a mi cuarto a ponerme algo de ropa cuando mi móvil sonó y lo cogí inmediatamente para ver si era Natalia.
-Buenos días, Albi- no se porqué pero al leer el mote que me había puesto, sonreí como una tonta
-Me habría gustado verte esta mañana
-Lo siento pero me tuve que ir, tenía que terminar de guardar todavía las cosas de la mudanza en los armarios y eso
-¿No eres de aquí?
-No, soy de Pamplona y me mudé justo en día que nos conocimos- no me esperaba que fuese de otro lugar
-Ah
-Y la verdad, no conozco todavía las calles, no me vendría nada mal una guía
-Yo puedo hacerte de guía- me encantaría enseñarle cada uno de mis rincones favoritos de Madrid
-Pues después me paso por tu casa y damos una vuelta para que me enseñes todo esto😉
-Vale- respondí y me salí de su chat, entoces su foto apareció
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Cómo podía ser tan guapa, hasta en fotos era perfecta.
Y mientras no llegaba la hora de vernos, me puse a dibujar, y no cualquier cosa, sino a ella. Queria perderme en el trazo de cada una de sus líneas.