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POV Natalia
Había quedado con Alicia, tenía que contarle todo desde el principio. Era por la tarde y quedamos en una cafetería. Yo llegué un poco antes para coger mesa y por lo menos pensar como le diría las cosas sin causar mucho daño.

Cómo a los diez minutos después de llegar yo, llegó ella y a decir verdad, estaba guapísima, pero eso no era lo importante. Se acercó a mí para darme un beso en los labios pero logré esquivarlo y se los di en las mejillas.

-Que bien que hayas venido, tenía que hablar contigo sobre algo importante- dije jugando con mis dedos por debajo de la mesa

-Natalia yo también te tenía que decir algo- también se lo notaba nerviosa

-Tú primera- dije

-Pues resulta que pienso...que ya no estamos igual de unidas que antes y qué tal vez esto se debe a que no nos conocemos, evidentemente hemos cambiado a lo largo del tiempo, y entonces creo que deberíamos de conocernos mejor para que lo nuestro funcione, así que s eme ocurrió una idea, si quieres te puedes venir a vivir unos días a mi casa y así ya nos vamos conociendo y eso- me daba una lastima tener que decirle lo que le iba a decir

-Pienso igual que tú en lo de que ya no somos las mismas y no es tu culpa, sino mía, no salgo de mi cuarto y apenas uso el móvil, estoy distante y todo se debe a que...- la miré para asegurarme de que podía decir que estaba enamorada de Alba- me gusta otra persona y me duele no poder tenerla, no sé si me entiendes, uno no elige de quién se enamora, es por eso que te digo que tienes que ser feliz, enamorarte de otra persona que si te pueda dar la vida que tú quieres, eres guapísima y tienes un rollazo que te cagas, pero...yo quiero a otra persona y lo peor de todo es que ella ahora está en Valencia y le echo mucho de menos- agaché mi cabeza y me sorprendió escuchar su voz

-¿Y a qué esperas para ir a Valencia?- me guiñó un ojo y me regaló una sonrisa

Sonreí y me levanté de la silla para darle un abrazo.

-Ali eres increíble y quien no lo noté es idiota porque hay que ser tonto como para no darse cuenta de lo buena que eres

-Gracias- nos separamos y me miró fijamente, luego habló

-¿Es Alba?- como lo sabía, temía que lo supiera y montase algún numerito, pero fue todo al contrario, volvió a regalarme una sonrisa y entonces afirmé asintiendo con la cabeza

-No la dejes escapar- dijo por último y me fui de allí

No podía creer todavía como Alicia podía haber reaccionado así. Era una chica estupenda y de eso no había dudas. Ojalá encontrase al amor de su vida pronto al igual que yo ya encontré al mío.

Volví corriendo hasta mi casa, necesitaba contarle a Marta la noticia.

-Hola- entré dando un portazo

-Cuidado con la puerta, no quiero comprar otra nueva- protestó

-Marta no me lo puedo creer todavía- me senté a su lado en el sofá

-¿El qué? Un momento ¿Tú no estabas ahora con Alicia para cortar con ella?¿Por qué te pones contenta eh? Seguro que no habéis roto al final- rodó los ojos

-Claro que sí y es más, me ha apoyado- dije sin dejar de sonreír

-¿Cómo?

-Pues que le he contado lo de Alba y me ha dicho que vaya a Valencia y no la dejé escapar

-Wau, esa chica es increíble

-Si, pero ahora tengo que hacer lo que sea por encontrar a Alba

-Fácil, coges un tren hasta Valencia

-¿Y cómo la encuentro por allí?- pregunté, no podía irme sin saber en qué parte de Valencia estaba

-De eso me encargo yo- sonrió y miedo me daba, pero se lo agradecía

Estaba segura de que muy pronto Alba y yo estaríamos por fin juntas y eso me acojonaba, no quería hacerle daño otra vez, y eso por eso que me prometí a mí misma que siempre la cuidaría, da igual cuales fueran las distancias.

Manchame de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora