Manchame de tí

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POV ALBA
Muchas veces había soñado con este gran día. Recuerdo cuando tenía apenas cinco años y jugábamos mis amigas y yo en el patio del colegio a las bodas. Ahora no era un juego, era real. Estaba a punto de casarme con la mujer de mi vida.

Quedaban horas para la boda y mi nerviosismo no era normal. Estaba tan nerviosa que cualquier cosa que me dijesen me lo tomaba a mal.

-Oye tata, ¿sabes como va Natalia o no habéis hablado?- preguntaba Marina sentándose delante de mí

-¡Auch!- me quejé del dolor

La peluquera me daba mini tirones sin querer. Tampoco eran para tanto pero, como dije antes, todo me lo tomaba a mal así que eso también.

-Pues yo que sé como va Natalia, pues supongo que igual que yo, preparándose. Pregúntale tú si tantas ganas tienes de saberlo- respondí de mala manera, hasta creo que me pasé un poquito con el tono

-Está bien, tranquila

Horas después, ya estaba frente al espejo vestida, maquillada, peinada... Totalmente lista.

De pequeña pensaba que estos vestidos blancos eran de princesas y deseaba que llegase este día para sentirme como una de ellas. Es más, una vez cogí el vestido de novia de mi madre y...bueno...mejor no digo que pasó. Solo digo que mi madre se enfadó muchísimo.

Uff y Natalia... Que ganas tenía de verla. Llevábamos casi todo el día sin vernos porque ella había ido a preparse a la habitación del hotel en el que estaban mis amigas. Estaba segurísima de que en cuantito la viese se me iban a caer mas bragas. Claro, si es que no me daba un infarto antes de la boda por los nervios.

POV Natalia
-Dios mío Natalia, ¿Estás segura de todo esto? Porque yo tengo un plan mejor para ti ¡Cásate conmigo!

-Qué tonta eres, Marta

-Vas guapísima, a Alba se le va a caer la mandíbula cuando te vea- decía la mejo amiga de mi novia

-Eso espero, Mari- reí- aunque creo que a mí se me caerá antes al verla a ella

-A mí si que se me va a caer cuando diga "podéis besaros"- todas reímos ante el comentario de Julia

Sonó la puerta y Marta fue a abrir.

-¿Cómo está mi niña?- entraba mi madre super contenta acompañada de mi padre y mis hermanos.

-Pues de momento estoy bien, no estoy muy nerviosa. Quiero saber como está Alba.

-Atacada de los nervios, Marina me dijo que esta muy borde- respondió mi hermana

-Uf Alba borde, eso no es bueno- comentó María

-Que guapa estás, Natalia

-Gracias, papá

Horas después
Creía que no me pondría tan nerviosa pero me equivoqué. Cuando mi padre y yo andábamos por la arena de la playa hacia el altar, el corazón nos iba a mil. No se quién estaba mas nervioso de los dos, si él porque su primera hija se casaba o yo. Aun así, estabamos muy contentos, parecíamos niños pequeños. No podíamos dejar de sonreír.

Llegamos al altar y mi padre se fue con mi familia. Saludé a Javi, el hombre que nos iba a casar.

-¿Nerviosa?- preguntó

-Mucho

Miré a todo el mundo, jamás pensé que llegaría este día tan importante para mí. Alba... Es que con solo pensar en su nombre me salía una sonrisa.
Alba...

OSTIA ALBA

Venía hacía a mí agarrada del brazo de su padre. Pf esa sonrisa... Que guapa iba dios mío, era literalmente una princesa. Mi princesa.