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Cada una se fue a pasar las navidades junto a su familia. La despedida fue bastante dura para ambas ya que no querían alejarse la una de la otra, pero iba a ser por unos cuantos de días y luego se volverían a ver para celebrar fin de año. Aún así, eso no quitaba el hecho de que se iban a echar mucho de menos.

Flashback
-Prométeme que vas a llamarme en cuanto llegues a Elche y estés con tu familia- le dijo a Alba sin despegar sus ojos de los llorosos de la rubia

-Te lo prometo, pero tú haz lo mismo

-Claro que si, amor

-¿Por qué lloras?- preguntó Alba riendo de una forma triste

-¿Por qué lloras tú?- repitió Natalia

-Yo te pregunté primero

-Pues lloro porque te voy a echar de menos

-Ay yo también a ti, Nat

Se fundieron en un abrazo que duró más de un minuto, del que ninguna de las dos quería soltarse, pero obviamente llegaría ese momento en el que tuvieran que separarse. Se despidieron con un último beso y cada una se fue por su camino.

Lo pasaron muy bien con sus familias y amigos de su antiguo hogar, y aunque los fuesen a echar de menos, en realidad tenían muchas ganas de regresar a Madrid para volver a verse.
En este caso, Alba llegó primero que Natalia por lo que fue a su casa y mientras esperaba la llegada de su novia, se puso a deshacer la maleta y a hablar por teléfono con María, con el altavoz puesto.

-Lo hemos pasado súper bien y mi madre me ha dado recuerdos para tí

-Pues gracias a la Rafi, yo también le envío recuerdos

-Jajajaj- rio aunque de pronto se formó un silencio

-¿Alba sigues ahí?

-Si, perdón, es que estoy nerviosa, me he pasado todos los días pensando en Natalia, no sabes las ganas que tengo de volver a verla

-Me entra diabetes con solo oírte- hizo un sonido de asco

-Mejor no hables, que te he visto muy pegadita a Virginia

-¿¡Qué cuando!?- gritó alarmada la madrileña

La más pequeña comenzó a descojonarse al escuchar a su amiga tan nerviosa, sobre todo si se trataba de María.

-Pues Julia me mando un vídeo el día de noche buena y salíais Virginia y tú muy juntitas, muy amiguis

-Ey no vayas a pensar cosas que no son

-Nono, tranqui, si yo no pienso nada- Alba levantó las dos manos aún sabiendo que María no la podía ver

Sabía perfectamente que María estaba encoñada por Virginia aunque no quisiera admitirlo, la conocía desde hace mucho y sabía cuándo le gustaba alguien, era cuestión de tiempo darse cuenta de que persona se trataba.

Justo en ese momento sonó la cerradura de la puerta y a Alba se le salió el corazón del pecho, ahí estaba su novia.

-María te cuelgo, ya llegó Natalia

-Vale y no rompáis la cama, que se que estáis deseando usarla

Alba rodó los ojos y colgó el móvil. Rápidamente salió de la habitación para lanzarse a los brazos de su novia.

-¡Natalia! Dios te he echado tanto de menos

-Y yo a ti Albi- le cogió de las mejillas y comenzó a darle muchos besitos de abuela hasta acabar en sus labios

-Cuánto extrañaba poder hacer esto- dijo la más alta sin dejar de besarla

-Yo también

-¿Qué tal te ha ido?- preguntó la rubia cogiéndola de la mano y llevándola al sofá

-Súper bien

-Bueno pues cuéntame

-Ya te he contado todo, Alba, nos hemos llamado todas las noches- se rió

-Ya lo sé, pero es que quiero que me lo cuentes otra vez, me encanta escucharte

Se llevaron un rato sentadas en ese sofá, contándose todo lo que había pasado durante esos días separadas. Cuando ya no tenían nada más que contarse, comenzaron a vaciar las maletas, bueno, Alba a sacar lo poco que le quedaba. Pidieron una pizza para cenar, ya que la pereza les ganaba y no tenían ganas de cocinar. Luego se acostaron en la cama y dejaron que le arropasen los brazos de Morfeo.

*  *  *
Que monas

Manchame de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora