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-¡Nat, Nat, Nat!

-Déjame dormir, Alba- gruñó tapándose la cabeza con la manta e ignorando las llamadas de su novia

-Nat- volvió a decir, esta vez sacudiéndola para que le prestase atención

-¿Qué pasa?- se rascó un ojo y miró a Alba con dificultad por la molesta luz que entraba por la ventana

La rubia mostraba el pelo totalmente alborotado, unas mejillas súper rosadas de haber estado gritando a pleno pulmón y una sonrisa enorme que llenaba toda la habitación de luz, más que la que irradiaba la ventana.

-Ya se que es muy temprano pero es que estoy muy ilusionada y quería contártelo del tirón

-Dime que pasa y me ilusiono contigo

-Pues... Me he levantado porque me estaban llamando al móvil y al cogerlo, era la empresa esa a la que tuve que hacerle las ilustraciones, y al parecer tienen contactos con una galería de arte, así que le presentaron algunas de mis obras que les mostré cuando me ofrecieron el trabajo y han dicho que les encantaría exponer allí alguna de esas obras

-¿Lo dices enserio?

Abrió mucho los ojos sin importar ya la luz y mostró una sonrisa tan grande como la de Alba.

-Me alegro mucho por ti, bebé- abrió sus brazos para que la rubia se tumbase encima de ella

-Ay jo, estoy super emocionada, lo siento por levantarte tan temprano- se tumbó encima y escondió su cara en el cuello de la morena algo avergonzada

-No pasa nada, ha merecido la pena, así que esta noche vamos a salir tu y yo sólitas a celebrarlo- dijo mientras trazaba lentamente camino por el brazo de Alba con las llemas de sus dedos

-No hagas eso que ya sabes como acabamos- se mordió el labio mirando deseosa los de su chica

-¿Y cómo acabamos exactamente? - la miró de forma pícara

-Pues...

Alba se acomodó sobre Natalia y le besó suavemente a modo de respuesta.

-Mmm...-soltó un pequeño gemido- a mi me encanta como empieza y supongo que no acaba tan mal- volvió a mirar con la cara pícara que puso anteriormente

-Bueno, pues te vas a quedar con las ganas, Nat, porque Marina y Elena están en la otra habitación y las paredes son muy finas

-Eso no dijiste los otros días cuando empecé a darte besitos por aquí- consiguió dejar a Alba debajo suya de un movimiento y trazó un camino de suaves besos su el cuello

Alba se mordía el labio intentando que no se le escapase ningún gemido.

-Tampoco dijiste nada cuando seguí por aquí

Fue levantándole la camiseta del pijama y dejando besos húmedos por todo su cuerpo.

-Nat...-gimió sin querer hacerlo, ya que como supuso que pasaría, Natalia mostró una mirada chulesca por haber ganado

-Y no tenías ganas de jugar eh... - siguió mirándole de la misma manera

-Es que eso es imposible, me vuelves loca

La morena sonrió y siguió con aquel jueguecito que ambas deseaban por muy temprano que fuese. Pasaron rato de la mañana entre gemidos, sonrisas y besos. Podían llevarse así un día entero porque la piel de la otra eran su lugar favorito.

Sobre las doce y media salieron a desayunar, aunque ya habían desayunado lo suficiente.... Pero esta vez comerían comida.

-No veas tata, la próxima vez me pienso lo de venir a pasar unos días con vosotras- se burló la pequeña de las Reche guiñándole un ojo a su hermana y dejándola más roja que un tomate

Manchame de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora