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POV Alba
Por la mañana decidí salir a la calle y dibujar. Hacía tiempo que no dibujaba en la calle a la gente, desde que conocí a Natalia, su retrato fue el último que hice. Así que cogí el caballete y cuadros para instalarme en una calle y hacer algún dibujo.

Dibujé tres cuadros en toda la mañana, gané 35 euros. Aunque yo no hacía esto por el dinero, sino porque siempre me he querido dedicar al dibujo y esta era la forma de poder hacer que la gente los vean. Me encantaría poder poner uno de mis cuadros en una exposición de arte.

Luego di una vuelta por Madrid y casi por la noche volví a mí casa.

-¿Dónde estabas? te has ido por la mañana y vuelves por la noche- preguntó María en un tono sobre protector

-Había salido a dibujar a la calle, como hacía antes

-Ah, oye que esta noche me voy con Pablo, he llamado a alguien para que te haga compañía- dijo mientras se ponía el abrigo

-Ya lo verás, adiós y pasarlo bien- me guiñó un ojo y cerró la puerta

No entiendo porqué María tenía que avisar a alguien para que me hiciese compañía, se creía que no era capaz de cuidarme sola.

No cené porque no tenía hambre y me puse el pijama para seguido de eso, sentarme en el sofá a ver mi serie favorita, Vis a Vis. El capítulo se vio interrumpido porque llamaron al timbre de la puerta y tuve que levantarme del sofá para abrir la maldita puerta. La abrí sin ganas y al mirar a quién tenía enfrente, vi a una Natalia sonriente con una caja de pizza en sus manos.

-Hola- pasó para dentro de la casa como si fuese suya

-¿Qué haces aquí?- pregunté extrañada por su visita

-María me llamó- dejó la pizza en la encimera de la cocina

-Ah, ¿Y esa pizza?- la señalé

-No he cenado y como no sabía si tú habías cenado o no, pues traje una vegetal que se que te gusta- cogió una lata de cerveza de la nevera- María me dijo que podía coger una- se rió- ¿Quieres?

-No

-Vale, ¿Vas a querer pizza?

-No puedo decirle que no a una pizza vegetal- nos reímos y fuimos al salón con la pizza para comerla sentadas en el sofá.

-¿Qué veías?- preguntó al ver la pantalla de la tele parada

-Vis a Vis

-Wow, me flipa esa serie, me encanta Zulema- dijo cogiendo un trozo de pizza

-Se parece un poco a tí

-Ya, ¿Otra vez tienes puesto ese pijama?- empezó a reírse

-Si

-Voy a empezar a pensar que no tienes más ropa en el armario

-Capulla- rodé los ojos

-¿Cómo has dicho?- se puso seria

-Capulla- repetí, ahora era yo la que la vacilaba a ella

-No me insultes

-Hija de puta- seguí

-Para

-Cabrona

-Alba para- pidió dejando el trozo de pizza en la caja y mirándome seriamente

-¿Por?

-Porque me pones mucho cuando me insultas- se acercó a mí, tanto que podía notar su aliento en mis labios

-Zorra- susurré y sin esperarlo se abalanzó sobre mi boca

POV Natalia
Me estaba aguantando las ganas de comerle la boca, pero cuando empezó a insultarme me puso tanto que no me pude contener y la acabé besando.
Al principio no hizo ningún movimiento pero después empezó a mover sus labios suavemente, igual que los movía yo. Dejó paso a mí lengua, que se unió a la suya para empezar un baile. Poco a poco el beso se fue volviendo más intenso y me estaba poniendo muy caliente.

Alba se tumbó en el sofá y yo me tumbé encima de ella sin dejar de besarla. Metí las manos por su camiseta y me las paró.

-Nat, aquí no, vamos a mí cuarto- sonreí y me cogió de la mano para guiarme hasta allí

Cerró la puerta y la acorralé contra ésta con ambos brazos a los lados de su cabeza y volví a besarla. La cogí por las piernas para amarrarla a mi cintura y la solté en la cama dejándola tumbada. Se incorporó un poco en la cama para mirarme y gateé hacía ella, para que quedase debajo de mí y atacar a su cuello. Lo chupé lentamente, escuchando como Alba gemía por el contacto de mi lengua con su piel. Arrastré mis dientes por su cuello y volvió a gemir. Me volvían loca sus gemidos.

Esta vez metí las manos por debajo de la tela de su camiseta de pijama y no me paró. La ropa empezó a sobrar y se la quité para poder ver su cuerpo. No llevaba sujetador y pude observar sus preciosos pechos. Volví al cuello y fui bajando hasta llegar a sus pechos y morder uno de sus pezones mientras jugaba con el otro con mi mano. Los gemidos de Alba retumbaban en la habitación. Llevó sus manos a su vientre y me quitó la camiseta que llevaba puesta para que quedásemos en igualdades, pero yo sí llevaba el sujetador, aunque no tardó en deshacerse de él.

Bajé una mano hasta llegar al borde de su pantalón, al ver que no me paraba le bajé los pantalones y los lancé a un rincón de la habitación. Acaricié suavemente el interior de sus muslos hasta llegar a su zona íntima, hice un parón antes de seguir y la miré para ver si me quería frenar pero no lo hizo. Seguí y llegué hasta su clítoris, pero había una fina tela que me impedía jugar con él como quería. Le quité las bragas y empezé a trazar círculos alrededor de su clítoris. Los gemidos de Alba aumentaron y el que no me parase me daba señales de que le estaba gustando.

-Estás muy mojada- dije

-Calla- contestó

La quería saborear así que llevé mi lengua hasta su centro. Di un suave mordisco en su clítoris y Alba gritó de satisfacción. Metí directamente dos de mis dedos dentro de ella y al ver lo húmeda que estaba, metí un tercero.

Movía mía dedos rápidos y a la vez mi lengua jugaba con su clítoris. Ella me agarró del pelo y me empujaba hacia ella para que no parase.

-Nat me voy... a correr- dijo con la respiración entrecortada

Aumenté la intensidad del movimiento de mis dedos y Alba cerró los ojos agarrándose a las sábanas y moviéndose contra mis dedos. Soltó un gemido que me indicó que ya había llegado al orgasmo, su cuerpo se relajó y saqué mis dedos de ella. Me los llevé a la boca y los chupé ante la atenta mirada de Alba.

Subí para tumbarme a su lado y abrazarla.

-¿Te ha gustado?

-Me ha encantado- contestó con una sonrisa y le di un beso- me toca

Se puso encima mía y empezó a dejar un camino de besos por mi cuello hasta llegar a mis pechos y quedarse allí por un rato jugando con ellos.

Me quitó los pantalones y las bragas de un tirón e hizo todo lo que yo hice con ella. No tuvo dificultad para meterme los dedos porque ya estaba bastante mojada. Me corrí rápido y luego se tumbó a mi lado y escondió su cara en mi cuello abrazándome.

-Me encantas, Albi- susurré en su oído y nos quedamos dormidas

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Estoy flipando!!! Estoy en una comunión y adivinad quién estaba cantando en el coro de la misa!!! Julia Medina!!!!😲😲

Manchame de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora