Manchame de tí

22

POV Natalia
Tuve una tarde bastante fea a decir verdad. Fui con Marta y María a un bar al que no tenía ganas de ir y me largué pronto de allí porque no me sentía a gusto. Me encontré con mi novia, con la que casi follo en un ascensor pero no lo hice porque sentía que traicionaba a otra persona. Y por último vi una pelí con Alicia que realmente era una mierda de película. Por suerte Alicia se marchó pronto y pude ponerme a componer con mi guitarra el resto de tarde que me quedaba, o mejor dicho, la poca tarde que me quedaba porque Marta llegaría pronto y se pondría a todo volumen con Madonna o a contarme lo que ha hecho en la tarde.

Todas mis canciones se basaban en melodías tristes. Siempre habían sido así pero desde que me peleé con Alba, giraban en torno a ella y lo mucho que sentía hacerle sufrir porque no se merecía eso. Sabía que esas canciones nunca las llegaría a escuchar nadie y menos ella, pero necesitaba expresar aquello que sentía en una humilde y triste canción.

Al rato llego Marta y como dije, entró en mi cuarto a hablarme de sus cosas.

-Bua tía, no sabes lo que nos ha pasado- se sentó a mi lado en la cama y dejé la guitarra en mi otro lado para escucharla

-Cuenta

-Pues mira, mejor no, por irte así de repente- dijo picada y se levantó y se fue de mi cuarto, es más, me sorprendió su actitud de niña chica

-¡Gracias por preguntar cómo estoy yo!- grité desde mi cuarto y escuché un bufido

Volví a la guitarra y está vez ya no se me ocurría nada más, tan solo necesitaba decirle todo eso que decía la canción pero a la cara. Pero eso era imposible porque no tenía ninguna forma de poder contactar con ella. Me bloqueó en WhatsApp y en todas las redes sociales y cada vez que le pregunto a María o Marta me esquivan la pregunta. No podía hablar con Alba y eso me fastidiaba.

Me sentía tan inútil, como no me había dado cuenta antes de lo mucho que la necesito. Pensaba que salir con Alicia sería bueno para todas, jamás pensé que podría causarle tanto daño a Alba, tampoco supe que eso la alejaría de mí y que eso me dolería. Debía de admitirlo, Alba me importaba demasiado, más de lo que pensaba y me di cuenta tarde.

Ya cansada de la guitarra, fui a la cocina para picotear algo, tenía hambre. Marta se encontraba en la cocina y me miraba como queriendo obtener alguna respuesta.

-¿Qué?- digo poniendo una mueca mientras busco algo en la nevera

-¿Por qué no lo dejas de una vez?

-¿El qué?-  pregunté mientras preparaba un sándwich

-No pasas página, sigues igual desde el día en el que hablaste con Alba, no quieres salir de casa y en el caso de que salgas te vas del tirón, como ha pasado hoy

-Ya sabes que no tengo ganas de hacer nada

-Natalia tú lo hiciste mal, no tienes porqué ahora hacerte la víctima de que te duele haberla perdido no sé qué porque has sido tú la causante de todo ésto- dijo en un tono firme

-Ya lo se pero es que no puedo evitarlo, me he dado cuenta tarde de que la necesito y ahora ya no hay vuelta atrás- subí el tono de voz, me estaba agobiando está conversación

-Si puedes, tienes que demostrarle que te importa y que te equivocaste

-Es fácil decirlo pero no hacerlo, ni siquiera puedo hablarle por mensaje

-Te tienes que plantar en su casa

-No me va a abrir la puerta- ya lo había intentado varias veces

-María si te abre

-Porque cuando lo hace Alba no está en casa o se queda en su cuarto metida hasta que yo me vaya, así que es como si no estuviese ella

-¡Natalia de acabó de discutir, si de verdad te importa Alba habrías hecho lo que sea por conseguir que vuelva a confiar en tí!- gritó

-¡Me dijo que la olvidase y no puedo, pero también tengo que respetar su espacio, si no me quiere ver no la puedo obligar!- grité

-A ver, mañana te vas a levantar temprano y vas a ir a su casa y vais a hablar- dijo ya más calmada

-Está bien...pero es que joder, tengo miedo de cagarla otra vez- me fui al salón y me senté en el sofá deprimida

-Tranquila, tú solo confía en tí y haz lo que siempre has hecho con ella, disfrutar cada segundo que pase, porque así os estábamos siempre, todo el rato juntas pasándolo bomba, siendo una, ¿Por qué te crees que inventé el shippeo Albalia? Porque se nota que os queréis y estáis echas la una para la otra, os necesitáis y está pelea que habéis tenido tan solo ha sido el comienzo de una relación- dijo Marta pareciendo un documental pero tenía razón en lo que decía

-Gracias por aguantarme- abrí mis brazos para darle un abrazo

-Para eso está las mejores amigas- me dio un fuerte abrazo

-Mañana iré y le diré todo a Alba- Marta sonrió y me contagió su sonrisa

-¡Así me gusta! Por fin te veo sonreír- se rió y yo me uní a ella

Seguido de esto nos fuimos a la cama y me puse a pensar en todo lo que le diría mañana, en cómo le diría a Alicia que lo nuestro no podía ser. Todo era tan difícil, pero sabía lo que quería y lo iba a conseguir.