Manchame de tí

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POV Alba
Abrí los ojos costosamente por los rayos de luz que se colaban por la ventana y daban de pleno en mi cara. Sonreí al recordar que por fin después de una semana, había vuelto a dormir abrazada a Natalia. Me giré para mirar a mí chica cuando solo había un vacío en su lado de la cama. Por un momento pensé que lo de anoche tan solo fue un sueño y que Marta me había invitado a su casa a dormir y yo decidí dormirme en la cama de Natalia, pero todos esos pensamientos se esfumaron en cuanto un aroma a café inundó mis cosas nasales haciendo que mi barriga rugiera del hambre.

Cogí mi móvil y miré si tenía algún mensaje, y efectivamente tenía algunos de María, de algunos grupos y de mi madre. Miré los de mi madre, ya contestaría a los demás mensajes después.

-Buenos días, Alba
-Quería decirte que tu padre, Marina y yo te echamos de menos y tenemos ganas de verte
-Hemos pensado en ir a Madrid estos días, ¿Qué te parece?
-Además así, me presentas a tu novia
-Nosotros estamos deseando ir

-Buenos días, mamá
-Me parece bien que vengáis, yo también os echo de menos

Tenía ganas de verlos pero también me echaba para atrás el hecho de presentarles a Natalia.

-¿Cuando venís?- no quería que me tomase por sorpresa cuando me los encontrase en mi puerta

-Posiblemente pasado mañana

-Vale

Apagué la pantalla del móvil y me levanté de la cama. Me di cuenta de que llevaba una camiseta suya que me quedaba super larga, tanto que parecía un vestido. Lo primero que hice fue oler esa camiseta, me gustaba tanto su olor que tenía que planear algo para robarle alguna del armario sin que se diese cuenta. Lo segundo, salí de su habitación mostrando una gran sonrisa y me dirigí al lugar de dónde provenía ese olor. Allí estaban Marta y Natalia conversando mientras desayunaban.

-Buenos días- dije con voz algo ronca de estar recién levantada

-Buenos días, dormilona- contestó Natalia con una sonrisa

-Buenos días- dijo Marta

Me acerqué a Natalia y le di un abrazo, ya echaba de menos estar cerca de ella.

-¿Qué hora es?- pregunté

-Las doce menos veinte- respondió Natalia después de mirarlo en su móvil

-¿Por qué no me has despertado?

-Estabas muy mona durmiendo y me daba penita despertarte

Mis mejillas se volvieron rosadas por sus palabras. Mostré una sonrisa tímida y ella sonrió ampliamente.

-Ay mi bebé- me dio un pico y fue al mueble a por una taza

-Quieres café ¿No?

-Si

Mientras ella me servía el café, yo me senté en la mesa y me puse a hablar con Marta.

-¿Sobre qué hora llegaste?

-Pues nos fuimos de la disco sobre las cuatro y pico, tenías que haber visto el pedo que llevaba María- comenzó a reírse- estaba fatal, ah no espera- recordó algo- ¡si Julia la grabó! Ahora le digo que me mande el video y te lo enseño

-Vale

-Toma- Natalia me dio la taza

-Gracias

Al cabo de un rato recogimos la cocina entre las tres y luego Marta me enseñó el video de María borracha, y a decir verdad, se le veía super graciosa al gritarle a una farola creyéndose que era su madre.