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POV Natalia
Habían pasado dos días desde que había ocurrido lo del accidente. Por fin le habían dado el alta a Alba, es que al parecer, necesitaban tenerla allí para asegurarse de que todo iba bien con los puntos.

En esos días, ella había conseguido recordar algo, como a sus padres y Marina. También a María porque no dejaba de contarle historias de ellas dos y de un momento a otro le hizo "clic" en la cabeza y se le vino todo. Pero de mí no se acordaba. Entonces, como María dijo de hacer una fiesta en el piso de ellas para celebrar que Alba había salido del hospital, decidí que esa iba a ser la noche en la que le confesaba todo.

Desde luego, yo la había estado visitando durante esos días y su familia siempre me decía que dejase de preocuparme, que ya estaba mejor y pronto le darían el alta. Pero es que yo necesitaba estar allí con ella.

Hablando de los padres de Alba, ellos se quedaron en un hotel durante una semana para estar seguros de que a Alba no le pasaba nada. Por supuesto, invitamos a Marina a la fiesta.

POV Alba
Estaba muy contenta porque por fin me habían dado el alta y poco a poco iba recordando algunas cosas. Ya recordaba quién era mi familia, a mi mejor amiga, María, incluso a Marta un poquito. Ellos me habían estado contando momentos buenos de todos nosotros que me ayudaron a recordar.
De los que sí que no me acordaba de nada era de Álex y Natalia. Él no había vuelto a venir al hospital desde el primer día y eso me parecía raro, ya que si decía ser mi novio, lo más normal es que viniese a verme. Por otro lado estaba Natalia, ella sí que venía y se quedaba horas hablando conmigo. No podía dejar de reírme con esa chica y a veces, no podía dejar de mirarle a los ojos fijamente.

María tenía muchas ganas de hacer una fiesta en nuestro piso porque decía que había que celebrar que ya había salido del hospital. A decir verdad, tenía ganas de descansar pero también tenía ganas de la fiesta, así qué, la fiesta ganaba.

Se invitó a todos nuestros amigos, de los que algunos no me acordaba nada y de otros un poco por las historias que contaba María. También vino mi hermana Marina, no quería que se quedase con mis padres en el hotel aburrida.

Como era por la tarde y todavía quedaba algunas horas para la fiesta, María se puso a contarme más historias hasta que paró en una en concreto debido a que yo le pregunté.

-¿Y Álex?¿Tienes alguna historia para contarme en la que salga Álex?

Su rostro cambió a uno preocupante y dudó en hablar, pero finalmente lo hizo.

-Alba... Álex no es quien piensas, ya se que él te dijo que tú eres su novia, me lo contó Natalia, pero todo eso es mentira, él es tu ex, tuvisteis una gran pelea de la que por suerte lograste salir, no vuelvas a caer en lo mismo ¿Vale?- su voz era delicada y suave

-¿Qué pasó?- me atreví a preguntar

-¿Estás segura? Quizás es mejor que no lo sepas y así no sufres más, antes del accidente lo estabas pasando fatal

-Lo quiero saber- dije totalmente segura

-Pues, él y tú erais muy buenos amigos y un día te pidió salir. Hacíais una linda pareja pero un día como cualquier otro, empezasteis a discutir, las típicas peleas de pareja que se solucionan rápido. Poco a poco te fuiste dando cuenta de que Álex te prestaba menos atención y entonces descubriste que era porque te estaba poniendo los cuernos. Quisiste romper con él pero no te dejaba, te pegaba y te decía que tú solo eras de él y de nadie más. Cada día que pasaba, te pegaba más porque veía que tú llorabas y sabía que en cualquier momento se lo dirías a alguien, pero tú cerraste la boca y no se lo contaste a nadie, ni siquiera a tu familia, tan solo a mí. Yo no quería verte sufrir, así que te defendí todas las veces que pude, incluso yo llegue a llevarme alguna vez la cara marcada por su mano. Viste como Álex se liana con muchas chicas delante de tu cara, y después el tenía el valor de gritarte que si se lía con otras es porque tú nunca fuiste suficiente para él. Tú ya no podías más y cortaste con él amenazándole con que avisarías a la policía. Y la verdad es que no pude creer como fue tan cobardica, aceptó la ruptura y se fue a Barcelona. Entonces fue cuando tú empezaste a pintar en la calle porque decías que esa era la forma que tenías de relajarte y sacar todos tus problemas. Pero ahora ha vuelto y ha aprovechado que tú no te acuerdas de él para hacerte creer que sois pareja.

Manchame de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora