Ch33: (+16) Contigo y por siempre amor...

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Nuestros besos estaban iniciando una danza, apesar de parecer inocente, no lo era del todo y aquí era el momento de demostrar porque no se deben dejar llevar por las apariencias.

Estaba sentada en su cadera de Lincoln, y lo besaba, no dejaba de besarlo, sus manos tomaron mis mejillas, las acariciaba, luego comenzaron a bajar, mi cuello, mis hombros, mis brazos, mi cintura, mis caderas, lo hizo de una forma lenta y excitante, tanto así que mis besos subieron de intensidad.

Luego de besarlo un buen lapso de tiempo en sus labios, me dirigí a su cuello, ese lugar era uno de mis favoritos, lo conocía al revés y al derecho, sabía que puntos hacían excitar a mi novio.

Tanta era su excitación que me tomo de la cintura y me atrajo hacia él, solo cerraba sus ojos y disfrutaba.

Aún faltaba para abrir las puertas del paraíso, teníamos que hacerlo lentamente, hacer que este momento sea único, era la primera vez, tiene que ser un buen recuerdo.

Luego de estar como pez en el agua por su cuello, se sentó y me comenzó a besar en los labios, me tomó de la cintura, eso solo hizo que me pusiera más agresiva, le mordí su labio, a él no le importaba, todo era placer, nada era dolor.

De la cintura se dirigieron sus manos a mi espalda, me acariciaba lentamente, eso hizo que soltara un leve gemido, él sabía muy bien que mi espalda era una de mis partes sensibles, por eso aprovechaba para hacerme soltar uno que otro gemido.

Ya no aguantaba y mientras lo besaba, le quite su playera lentamente, antes de quitarle su playera del todo le besé su abdomen, luego de tirar su playera al piso comencé a besar sus pectorales, no hubo palabras solo movimientos, no había que desperdiciar nuestro oxígeno en lo que era obvio, eso era darnos placer.

Luego de besar sus pectorales, la otra parte de su torso y no dejar lugar sin labial, con una mirada bastó para que me besara mi cuello, mientras me despojaba de mi blusa de una manera excitante, luego de quitarmela, la tiro también al suelo, me atrajo a él con delicadeza, mientras me quitaba mi sostén de un solo movimiento.

Lo arrojó lejos, yo estaba muy ansiosa, entonces prosigue a besarme el cuello otra vez, sus labios transmitian, placer, pero que clase de placer, eso era díficil de saber, solo sé que también me hacían sentir muy deseada.

Mientras lo hacía, también masajeaba mis senos, esa sensación de querer derretirte en ese instante no se comparaba a lo que iba a venir después.

Las caricias de novios, nos daban un poco de terreno, tantos años dándonos caricias en lugares específicos hacían que este momento de placer siguiera una danza sin siquiera saber que lo hacíamos, era la magia de la entrega de dos cuerpos que eran el uno para el otro.

Luego de masajear, acariciar mis pechos, Linky se puso a besar mi abdomen, sentir con sus labios mi piel, para él era otra experiencia, no era de este mundo esa suave y hermosa piel, pensaba que era de la realeza porque solo la gente así tiene unas facciones delicadas.

Mientras sus labios dejaban un sendero ardiente desde mis pechos hacia mí abdomen, yo solo gemía y arqueaba mi espalda.

Volvía a subir hacia mis pechos y lamió mis pezones, eso hizo que me mordiera mis labios, el placer era único, las sensaciones dentro de mi explotaban, no sabía exactamente cuando empezó y cuando terminó de dejar todos mis senos tan excitados.

Estaba muy pero muy excitada, mi cuerpo ya no me respondía, solo seguía los caminos del placer, esos que Lincoln señalaba sin hacer señas.

Aprendiendo a Amar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora